Chile es el país con mayor disposición a comprar autos eléctricos en Sudamérica
Estudio desarrollado por Nissan en cinco países de la región revela que un 89% de los chilenos está dispuesto a comprar un auto eléctrico, así como un liderazgo en la percepción de los beneficios ambientales que tiene este tipo de vehículos. Las principales barreras en la región para decidir la compra son los lugares de carga, la autonomía y tiempo de carga para las baterías. Para los chilenos, un buen incentivo para decidir la compra sería establecer tarifas preferenciales de electricidad.
Durante el año 2018 se vendieron en Chile 197 autos eléctricos o híbridos enchufables, según las cifras de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC). Un número que puede parecer insignificante frente a los 417 mil vehículos livianos y medianos que se habían vendido a la misma fecha en el país, pero que marca un 43% más que los 137 que se vendieron en 2017. Y sobre seis veces más que las 32 unidades que se vendieron durante 2016. Además, mientras en 2017 siete marcas vendieron este tipo de vehículos, durante el año pasado fueron nueve, lideradas por Hyundai, Mercedes Benz, BMW y Nissan.
Un crecimiento que también tiene un correlato en los vehículos híbridos -que combinan motores a gasolina con propulsores eléctricos-, que pasaron de 403 unidades vendidas en 2017 a 866 en el mismo período de 2018. ¿Qué tan importante es la penetración de la electromovilidad en los chilenos? Una encuesta realizada por la consultora mexicana C320 para Nissan muestra que los consumidores nacionales están a la vanguardia en esta materia, con un 89% de personas dispuestas a comprar un auto eléctrico, por sobre los automovilistas de Argentina y Colombia (80% en ambos casos), Perú (79%) y Brasil (74%), los mercados más representativos en el avance de la electromovilidad en la región, de acuerdo al estudio.
“En general, en los países de América Latina donde se aplicó esta encuesta no sólo existe un amplio conocimiento de los autos eléctricos -y una buena disposición para su uso y compra-, existen también beneficios que pueden aportar para la mejora de la movilidad y la calidad urbana. Chile se suma a estos criterios, y es por ello que hay mayor disposición a la compra de vehículos eléctricos”, dice Luis Felipe Clavel, gerente de Desarrollo de Negocios EV de Nissan en Latinoamérica.
Esto porque América Latina -como Chile- presenta hoy grandes retos de movilidad en sus ciudades, principalmente por la alta densidad de su población; la distancia existente entre las áreas habitacionales, comerciales y de servicios públicos; una alta congestión ambiental y largos tiempos de desplazamiento, y la consecuente contaminación ambiental que esto genera. Por eso, entre los más de cinco mil encuestados en estos cinco países, un 82% considera contaminadas sus ciudades, un 85% considera que las ciudades donde viven están congestionadas, y el 52% pasa más de una hora al día en un vehículo.
Esto explica que si bien solo una de cada diez personas consultadas ha usado un auto eléctrico, nueve de cada diez han oído hablar de ellos y ocho de cada diez estarían dispuesto a comprarlos, principalmente por sus beneficios en la reducción de la contaminación ambiental y por la reducción de costos de uso, ya que perciben que el costo de cargar la batería de un auto es menor al costo de combustible de un vehículo tradicional.
Liderazgo impulsado por ambiente competitivo
De hecho, Chile lidera nuevamente cuando se pregunta si considera que el uso de autos eléctricos ayuda a reducir la contaminación de las ciudades con un 92% -el promedio de la región es 88%- y también entre quienes consideran que el costo de la electromovilidad versus la gasolina es menor, con un 80% frente a un 74% de promedio en la región.
“Nuestro mercado es abierto, con una participación de más de 70 marcas automotrices, lo que genera un ambiente competitivo y óptimo para innovar en tecnologías más sustentables”
¿Cuáles son las ventajas del mercado chileno que marcan el liderazgo en la región? Para Luis Felipe Clavel, la principal ventaja es que “nuestro mercado es abierto, con una participación de más de 70 marcas automotrices, lo que genera un ambiente competitivo y óptimo para innovar en tecnologías más sustentables”.
A esto se suman las políticas públicas implementadas en Chile para el desarrollo de la electromovilidad. “El apoyo e impulso del sector público ha sido un gran aliado, tanto en el fomento como en la educación a la ciudadanía del gran impacto positivo del arribo de la electromovilidad al país”, agrega Clavel
Uno de los avances más recientes es la firma de un acuerdo público-privado para el fomento de los vehículos eléctricos en Chile, suscrito por 38 empresas e instituciones en el marco de la Política Nacional de Electromovilidad impulsada por el gobierno en 2017. En lo sustancial, esta iniciativa busca desarrollar acciones y proyectos que en el corto plazo contribuyan a difundir las ventajas de la movilidad eléctrica y promover este cambio en el transporte nacional, así como a establecer compromisos concretos para aumentar la oferta de autos eléctricos y de estaciones de carga en Chile.
El estudio también analizó cuáles son los beneficios más importantes para el usuario que ayudarían a considerar la compra de un auto eléctrico, y en este ámbito para los chilenos sería la existencia de tarifas preferenciales de electricidad (77%), al igual que en Colombia y Perú, mientras que para los brasileños serían las exenciones de impuestos (74%) y para los argentinos la existencia de estacionamientos con cargador (81%).
El establecimiento de tarifas preferenciales para potenciar la electromovilidad en Chile es un aspecto que ya había sido analizado y propuesto en el estudio“Electromovilidad, proyección y propuestas para avanzar”, elaborado por EBPChile y la Agencia de Sostenibilidad Energética. En este se proponía hacerlo a través de descuentos en las estaciones de recarga públicas o domiciliarias, a través de tarifas horarias residenciales o a través de tarifas que permitan reflejar los costos horarios de la electricidad.
Las barreras para el desarrollo de la electromovilidad
¿Cuáles aparecen hoy como las principales barreras para el desarrollo de la electromovilidad en la región? De acuerdo al estudio, un 76% califica entre las principales limitantes a la dificultad de encontrar sitios apropiados para recargar, ámbito en que lideran Argentina (80%) y Colombia (79%); la inquietud porque la carga del vehículo pueda no ser suficiente para completar sus recorridos, manifestada por un 66% de los encuestados; y el tiempo que toma cargar una batería, mencionada por un 64% de las personas.
Aunque ciertamente se trata de temas relevantes, Chile muestra ya un importante avance en estas materias. Por ejemplo, uno de los principales efectos del acuerdo público-privado para impulsar la electromovilidad en el país es el aumento de puntos de carga públicos en más de 200 durante este año.
“En Chile ya existen 18 estaciones o electrolineras de recarga rápida pública y cada una cuenta con más de un punto de recarga. De ellas, 16 están operativas en Santiago y 2 en Viña del Mar. Además de esto, Enel ya se encuentra trabajando en la Ruta Chile de Electrolineras, que busca en conjunto con las principales distribuidoras de combustibles del país trazar una ruta nacional de puntos de carga. La comuna de Las Condes ya cuenta con 20 electrolineras, lo mismo la comuna de Vitacura en el Parque Bicentenario”, afirma Luis Felipe Clavel.
A esto se suman mejoras sustanciales en la autonomía de carga de los autos eléctricos, que hoy alcanzan casi los 400 km en las tecnologías más avanzadas -permite ir y volver a Viña del Mar, por ejemplo-, y si bien el costo de un vehículo eléctrico tiene hoy un costo superior a los $25 millones, según proyecciones de Bloomberg New Energy Finance en su último informe de 2018 en tan sólo ocho años el precio de los autos eléctricos se equiparará al de los vehículos a gasolina, principalmente por nuevas tecnologías de baterías y la disminución del costo de estas.