Puntos de carga públicos para vehículos eléctricos sumarán casi 200 al próximo año y gobierno regula estándares de instalación
En el marco de un acuerdo público-privado para impulsar la movilidad eléctrica, empresas se comprometieron a instalar una mayor red de carga en Santiago y expandirla a ciudades de regiones y carreteras, multiplicando por cuatro los 43 puntos de carga públicos existentes. En paralelo, la SEC publicó un instructivo que regulará su instalación pero -más importante- recopilará la información que hoy no existe: dónde están y qué capacidad de carga tienen las electrolineras públicas y privadas existentes en Chile, lo que facilitará su fiscalización y permitirá la creación de aplicaciones que ayuden a los usuarios a localizarlas.
Periodista
Actualmente en Chile existen 43 estaciones de carga públicas para vehículos eléctricos, que si bien nos sitúan en un nivel de vanguardia en la región y representan claramente un avance desde que en 2011 se instalara el primer punto de carga para vehículos eléctricos en Latinoamérica – en Américo Vespucio con Vitacura-, aún no son suficientes para darle el impulso necesario a la electromovilidad en Chile.
Si bien el punto de carga principal de los casi 350 vehículos eléctricos que se estima circulan en Chile es el domicilio o el lugar de trabajo -el 75% de las instalaciones son privadas, se estima que en Chile hay más de 300 puntos de este tipo-, entre las brechas detectadas por el estudio “Electromovilidad, proyección y propuestas para avanzar” publicado este año se encuentran la falta de estandarización para las estaciones de carga, y un patrón de uso del automóvil en Chile que incluye viajes largos e interregionales, lo que puede causar un desincentivo a la compra por la falta de cargadores fuera de la Región Metropolitana.
Ambas cosas empezaron a ser solucionadas esta semana, con el objeto de darle un fuerte impulso a la electromovilidad e impulsar el crecimiento del número de vehículos eléctricos privados circulando por el país.
Uno de los aspectos clave que se comienzan a resolver es el incremento de la red pública de estaciones de carga, que se multiplicará por cuatro de aquí a 2019, principalmente gracias al “Acuerdo Público Privado para la Electromovilidad” que firmó ayer el gobierno con 38 empresas, gremios e instituciones de educación dedicadas a esta materia.
“Esta alianza nos va a permitir un despliegue importante en varios aspectos, hay compromisos de introducción de vehículos eléctricos, de una mayor red de cargadores eléctricos, iniciativas de investigación y de formación de técnicos y profesionales. De esta manera vamos formando un ecosistema de la electromovilidad, para que sea una realidad para Chile y lideremos este proceso en Latinoamérica”, afirmó la ministra de Energía, Susana Jiménez.
“Los puntos de carga van en directa relación con el crecimiento del parque. Creemos que de aquí a 2020 ya debiésemos superar los mil vehículos eléctricos, por lo que debiese haber al menos mil puntos de carga entre públicos y privados. A nivel global se estima que hay 1,1 cargador por cada vehículo en circulación”, señala.
En lo que respecta a la red de cargadores, en el acuerdo Copec se compromete a la instalación de 19 cargadores rápidos de 50kw para cubrir más de mil kilómetros entre las distintas rutas del país, Enel X sumará una red interconectada de 100 puntos en distintas regiones del país, y Engie buscará superar los 100 puntos de carga -privados y públicos- e implementar una plataforma que incluya el monitoreo y entrega de servicios a los usuarios. Todo para 2019.
Red en carreteras y regiones
“Queremos apostar a 100 cargadores más, no solamente en Santiago sino mayoritariamente en regiones, porque creemos que es importante salir a carretera. Hay que hacer una ruta hacia el sur, instalar infraestructura en regiones donde hoy no existe.
Cuando una persona evalúa la decisión de comprar un auto eléctrico muchas veces no lo hace porque cree que va a tener un auto para circular solo en Santiago. La idea es empezar a derribar esos mitos con infraestructura que esté instalada en la carretera y en las ciudades”, dice Karla Zapata, gerenta general de Enel X.
Según la industria, el ideal es instalar un cargador cada 80 o 100 km entre las ciudades, considerando que la autonomía promedio actual de un vehículo eléctrico es de 300 km. Esto, se estima, ayudaría a impulsar el mercado de los vehículos eléctricos en Chile. El compromiso de instalación de más cargadores a lo largo de todo Chile, sumado a la mayor autonomía que hoy tienen los vehículos eléctricos, da la seguridad suficiente para poder desplazarse a lo largo del país”, dice la ministra Jiménez.
Según explica Rodrigo Sánchez, director de movilidad eléctrica de Engie, hoy cerca del 80% de sus puntos de carga están en Santiago y el resto en regiones, desde Antofagasta hasta Osorno, y es en regiones donde apuntan a potenciar la red. “Los puntos de carga van en directa relación con el crecimiento del parque. Creemos que de aquí a 2020 ya debiésemos superar los mil vehículos eléctricos, por lo que debiese haber al menos mil puntos de carga entre públicos y privados. A nivel global se estima que hay 1,1 cargador por cada vehículo en circulación”, señala.
A esto se sumará el compromiso de marcas de automóviles y de las automotoras de incrementar la oferta de vehículos eléctricos disponibles para el público en general, y también la incorporación de algunos pilotos de nuevas tecnologías. Es el caso de Nissan, que desarrollará un piloto de desarrollo e implementación de la tecnología V2G -Vehicle to Grid-, en conjunto con el Centro de Energía UC y Enel.
“La resolución de la SEC obliga a realizar la declaración de instalaciones de cargadores de vehículos mediante un trámite electrónico específico (TE-6), Así se facilita la recolección de información, la verificación de los estándares de los cargadores, las características de tipos de carga y fiscalización”.
“Esta es una tecnología desarrollada por Nissan y Enel que está disponible en Europa, en que el vehículo se conecta a la red. Esto permite que la carga remanente que le queda al vehículo después de un día de uso -un 30% o 40% de carga- se pueda devolver a la casa en los horarios donde el costo de la energía es más cara. Me desconecto de la red, tomo la energía de mi auto, y después en la noche cargo el auto con la energía más barata. Es un ciclo de eficiencia energética bien interesante”, explica Francisco Medina, encargado de electromovilidad de Nissan en Chile.
Regulación de la SEC
A este impulso en la instalación de electrolineras se suma una resolución de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) publicada este lunes en el Diario Oficial que establece un procedimiento para la puesta en servicio de infraestructura para la carga de vehículos eléctricos. Un trámite que -según las empresas que lideran el sector- viene a poner una regulación que, si bien las grandes compañías ya cumplen, permite dar mayor seguridad al sistema.
“La resolución obliga a realizar la declaración de instalaciones de cargadores de vehículos mediante un trámite electrónico específico (TE-6), Así se facilita la recolección de información, la verificación de los estándares de los cargadores, las características de tipos de carga y fiscalización. También, con la ubicación georreferenciada es posible dar a conocer esta información a los usuarios mediante plataformas electrónicas”, explica el subsecretario de Energía, Ricardo Irarrázabal.
Esto permitirá no solo tener claridad de la existencia de cada una de las instalaciones y facilitar su fiscalización, sino que permitirá saber con certeza cuántos cargadores privados existen y diseñar las redes de carga pública en concordancia con la cantidad de vehículos que se encuentran circulando en el país.
“Esta normativa es muy importante respecto de la información”, dice Rodrigo Sánchez, de Engie. “Actualmente no existía ninguna obligatoriedad en cuanto a instalaciones en términos de seguridad y respecto a entregar información y ubicación de esos cargadores. Esto le va a permitir al usuario saber dónde hay puntos de carga y de qué tipo, y tanto al gobierno como a los actores del mercado nos va a permitir ver dónde están los gaps, donde están las oportunidades, e ir orientando el desarrollo de esta infraestructura”, agrega.
Una visión que comparte Karla Zapata, de Enel X. “Es vital para acelerar el proceso. Esta industria se multiplica y comienzan a haber muchos actores, por lo tanto es necesaria la regulación para la implementación de estos puntos de carga. No solamente por la parte eléctrica, hay un tema de seguridad de las personas. Que la SEC haya intervenido con un TE-6 es vital para que este proceso no se caiga por instalaciones mal hechas. Además es un sistema interempresas, un sistema del país, que ayuda a esta capacidad de integrarnos entre la empresa privada y el sistema público”, afirma.