Tras un arduo trabajo de seis meses, la Mesa Ciudades del Comité Científico COP25 presentó su informe “Ciudades y cambio climático: recomendaciones desde la evidencia científica” durante la reciente Cumbre Social por la Acción Climática. El documento tuvo por objetivo reunir documentos en relación a ciudades y cambio climático; destacar la situación urbana de Chile en torno a los ejes de mitigación, adaptación y gobernanza; y entregar una serie de propuestas de acción en evidencia científica para fomentar la resiliencia de las ciudades a la crisis climática.
Más de 50 científicos de diez universidades participaron en la investigación y redacción del informe, cuyas conclusiones están agrupadas en torno a las siete submesas definidas por la instancia: Riesgos y desastres naturales; Infraestructura y espacios verdes; Vulnerabilidad y salud poblacional; Movilidad; Edificación, equipamiento y energía; Residuos y economía circular; y Gobernanza. Las medidas sugeridas aparecen junto a los plazos posibles en que podrían ser implementadas, sus beneficios y la evidencia científica que las avala. También identifica a las instituciones que podrían participar en su implementación, y señala como prioritaria la coordinación entre la sociedad civil, el sector público y el privado para que las propuestas lleguen a buen puerto.
En total, la mesa entregó 73 propuestas de acción en formato de fichas, cuyo número varía según la submesa. “El objetivo central es que cada asentamiento humano pueda incorporar las medidas más relevantes para sus circunstancias, a través de la colaboración e involucramiento de una amplia gama de organizaciones, incluyendo participación en la selección de ellas, monitoreo y evaluación claramente identificado, y con responsabilidades, plazos y financiamiento estipulados”, destaca el documento. La mesa Ciudades fue coordinada por el director del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS) de la Universidad Católica, Juan Carlos Muñoz.
Principales propuestas
Entre las principales medidas sugeridas por la submesa Gobernanza destaca la necesidad de que todas las comunas urbanas de Chile cuenten con un Plan Local de Cambio Climático antes del año 2025. Para ello, dice la ficha, las acciones y medidas que se deberían adoptar pasan por transferir “recursos para municipios que no tengan Comité Ambiental Comunal y Comité Ambiental”, de tal manera que estos organismos logren ejecutar planes locales de cambio climático. Esta propuesta surge a la luz de las estadísticas que entrega el mismo documento en la presentación de los resultados de la submesa Gobernanza: más de la mitad de la población mundial vive actualmente en ciudades, y este porcentaje llegará a dos tercios en 2050.
Para enfrentar el cambio climático, esta perspectiva de crecimiento es muy relevante, porque las ciudades concentran importantes actividades generadoras de gases de efecto invernadero además de concentrar los principales riesgos. En el caso chileno, cita el informe, el 90% de su población vive en ciudades de diversos tamaños y, de esta manera, “ya lidera esta tendencia que afectará a la mayoría de los países en los años venideros”.
En el diagnóstico que entrega el informe, se asume que la gobernanza urbana en temas de adaptación y mitigación al cambio climático ha sido “ampliamente inadecuada”, y que debe responder a los desafíos de una mayor descentralización, frente a la centralización impuesta durante la dictadura militar. El segundo desafío es “cómo integrar plenamente a la ciudadanía en la toma de decisiones claves para el país”, agrega el texto.
En ese sentido, dice el informe, “el clima siempre ha sido un factor clave en el desarrollo urbano”, pero “los efectos asociados al cambio climático que estamos presenciando producto del aumento de los gases de efecto invernadero, y la rapidez con que estos cambios están ocurriendo, obligan a que muchas ciudades deban enfrentar nuevas condiciones, con consecuencias muy importantes para su ciudadanía. Cita entre estas condiciones los “aumentos de temperatura, aumento del nivel del mar y cambios en patrones de precipitación”, por lo que la gobernanza urbana “tiene que integrar estas condiciones en sus procesos de toma de decisiones”.
Otra de las medidas novedosas de la submesa Gobernanza consiste en el desarrollo de inventarios locales que incluyan a los gases de efecto invernadero (GEI) a los otros contaminantes en las ciudades que cuenten con planes de descontaminación ambiental (PDA). También proponen la capacitación obligatoria en cambio climático para funcionarios municipales y regionales profesionales, y optativa para otros administrativos. En esa misma línea, la submesa recomienda “desarrollar programas específicos por ciudad en materia de cambio climático como parte de la enseñanza media”, de modo que los estudiantes puedan adquirir “conciencia” de la relación entre la crisis del clima con sus actividades cotidianas.