Casi un centenar de candidatos firman compromiso por la protección del arbolado urbano y las áreas verdes en las ciudades
El objetivo de esta campaña, impulsada por Red Árbol Urbano y que se puede suscribir en línea, es saber si dentro de las prioridades de los futuros tomadores de decisión se encuentra el cuidado, protección y conservación de los ecosistemas urbanos, y asumir el comrpomiso de trabajar por ciudades más verdes y sostenibles. Iniciativa surge tras nulo avance de la “Ley Arbolito” comprometida por el Ejecutivo en 2019.
Reconocer que contar con ciudades más verdes permite que los ciudadanos se conecten con la naturaleza, se vean favorecidos de sus múltiples beneficios -al medio ambiente, la salud y calidad de vida de las personas- y que los árboles mejoran la calidad del aire y contribuyen a la regulación del microclima urbano, y asumir el compromiso de trabajar por ciudades más verdes y sostenibles. Esa es la invitación abierta que la Red Árbol Urbano hizo a los candidatos a concejales, alcaldes, constituyentes y gobernadores regionales que estarán en la papeleta electoral en abril próximo, y que hasta ayer había suscrito ya más de 90 candidatos en todo el país.
“Reconozco y soy consciente que actualmente en Chile la gestión local de los árboles públicos y del verde en general es deficiente, existiendo un conjunto de obstáculos culturales, políticos, institucionales y técnicos que impiden el fomento y conservación de las áreas verdes y la biodiversidad urbana, razón por la cual el compromiso de las autoridades políticas resulta ser fundamental para generar un cambio radical, y avanzar hacia el desarrollo de ciudades más sostenibles”, señala parte del compromiso que deben firmar los candidatos que se sumen a esta propuesta, y cuya adhesión se puede revisar en línea.
El objetivo de esta campaña, que se puede suscribir en línea, es saber si dentro de las prioridades de los futuros tomadores de decisión se encuentra el cuidado, protección y conservación de los ecosistemas urbanos, y como eje principal el arbolado urbano y el trabajo por las ciudades verdes, explica Cecilia Benavides, de la Red Árbol Urbano y co-autora de la propuesta de ley de arbolado urbano para Chile, conocida como “Ley Arbolito”.
“Llevamos una semana desde que dimos inicio a esta campaña y la recepción ha sido muy buena por parte de los diversos candidatos, la relevancia de esto es principalmente motivar tanto a los candidatos a mostrar su interés dejándolo plasmado en este compromiso, como también un llamado a la ciudadanía que ve la importancia del verde urbano a conocer quiénes están dispuestos a promover, fomentar y fortalecer esto en sus respectivas comunas o distritos”, agrega.
La idea, también, es avanzar en la elaboración de una ley que protega el arbolado urbano, y que debiera regular aspectos como la poda, tala, extracción y control sanitario de los árboles que se encuentran en bienes nacionales de uso público, ya sea calles, veredas, plazas, parques y bandejones. Esto iría acompañado de dos reglamentos, uno sobre especies y el otro de manejo, que fijarían las directrices que deberán cumplir los municipios cuando elaboren ordenanzas en esta materia.
Entre otras cosas, los expertos buscaban también que dicha ley considerara estándares de certificación en producción de plantas de calidad, elaboración de catastros de arbolado urbano para todas las comunas del país, cuantificación y valoración de los beneficios que aportan los árboles urbanos en Chile, la elaboración de planes forestales urbanos regionales y la protección de árboles singulares, parques naturales y bosques urbanos.
“Nuestro objetivo y motivación es abordar cuanto antes la problemática que enfrentan los árboles en las ciudades, y la no existencia de esta ley nos hace buscar soluciones más a corto plazo, y tratar de aunar voluntades para asegurar un manejo que vaya en esa línea”
El nacimiento de Red Árbol Urbano, dice Cecilia Benavides, se da tras evidenciar una suma de falencias en torno al arbolado que se repetía por todo el país, malas prácticas que iban en total desmedro de los árboles y que por consiguiente afectaba a todo el ecosistema urbano, por lo que partieron solicitando la Ley de Arbolado Urbano en 2018 como parte de una campaña ciudadana. “Para nosotros quedaba de manifiesto que la falta de normativa para abordar la gestión del arbolado y la infraestructura verde es el punto de partida para avanzar en una solución, que obviamente por sí sola no es la única, pero sí un inicio”, agrega.
Dicho proyecto tuvo avances concretos luego que el gobierno actual -a través del Ministerio de Agricultura- se comprometiera a ingresar un proyecto de ley durante el año 2019. Sin embargo, pese a una serie de reuniones técnicas que convocaron a numerosos expertos, y tras numerosas dilaciones y compromisos de fechas incumplidos, el borrador de la “Ley Arbolito” terminó finalmente archivado.
“Luego de unos meses de conversaciones el gobierno guardó un silencio hermético y no tuvimos más antecedentes. Lo que sí sabemos es que hasta hoy no se ha ingresado ningún proyecto de ley sobre arbolado urbano (…) Nuestro objetivo y motivación es abordar cuanto antes la problemática que enfrentan los árboles en las ciudades, y la no existencia de esta ley nos hace buscar soluciones más a corto plazo, y tratar de aunar voluntades para asegurar un manejo que vaya en esa línea”, plantea Cecilia Benavides.
Por ello la campaña de recolección de firmas iniciada con los candidatos a cargos de representación popular cobra relevancia, esperando que quienes adhieran a este compromiso por la protección del “verde urbano” actúen con la convicción de que es una necesidad cada vez más urgente frente a la crisis climática y de pérdida de biodiversidad actual.
“Es importante saber qué tan interiorizados están del tema y si está dentro de sus prioridades. De ahí en adelante esperamos que sean capaces de dar urgencia suficiente a medidas que vayan en función de una gestión integral de la infraestructura verde. Esperamos que su trabajo propenda a la construcción de ciudades sostenibles, ciudades vivibles, y para ello es imprescindible contar con un arbolado de calidad que esté protegido”, explica Cecilia Benavides.
“Necesitamos una mirada que vaya más allá -agrega-, que sea a largo plazo y no dependa de la voluntad de las administraciones de turno. Necesitamos construir en base a la funcionalidad y también como un elemento de adaptación a la actual realidad ambiental. Esperamos avanzar realmente a una gestión del arbolado adecuada, y la planificación para esto es clave; es necesario dejar las malas prácticas de lado. Una de las medidas que urge es profesionalizar esta área en los municipios, en Chile no contamos con muchos arboristas y no hay certificación tampoco, pero estamos intentando de abordar esos temas generando directrices. Acá la normativa es fundamental, es el punto por donde debemos comenzar”.