Más allá del Bono Verde Soberano: Los cuatro ejes en que está trabajando Hacienda para avanzar en las finanzas sostenibles en Chile
El trabajo del gobierno se centra en actualización de una estrategia de crecimiento verde y desarrollo sostenible, la elaboración de una estrategia financiera nacional frente al cambio climático, creación de una mesa público-privada de banca responsable, y evaluación de la posibilidad de que la inversión de bonos soberanos considere factores ASG. Entre los principales desafíos está la creación de estándares y criterios únicos que permitan comparabilidad, y a la creación de capacidades de mayor conocimiento al interior de las organizaciones. “Como regulador, tenemos presente el rol que nos compete en generar lineamientos ambientales habilitantes que nos permitan superar esas brechas”, dice Hermann González, coordinador macroeconómico y jefe de asesores del Ministerio de Hacienda.
El jueves pasado, en La Moneda, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín anunció que, en el marco de la agenda del gobierno de cara a la cumbre global de cambio climático (COP25) que se realizará en diciembre en Santiago, Chile emitirá su primer bono verde soberano, el primer instrumento de su tipo emitido por una economía del continente.
Según adelantó la emisión tendrá un tope de US$1.500 millones y se utilizará exclusivamente para el financiamiento de proyectos sostenibles, entre ellos energías renovables, transporte limpio, conservación de la biodiversidad y eficiencia energética. La decisión se enmarca en una serie de anuncios sobre temas relacionados con el cumplimiento del Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que, a medida que se acerca la realización de la COP25, comienzan a tomar fuerza en la agenda pública y privada.
Sin embargo, Hacienda estaría apostando por una estrategia más profunda orientada a impulsar en Chile las finanzas sostenibles, concepto que apunta a que las instituciones bancarias, de inversiones y de seguros adopten decisiones que tengan en consideración los llamados factores ASG: ambientales, sociales y de gobierno corporativo.
En ese contexto, el gobierno está realizando esfuerzos en esta dirección, según explicó el coordinador macroeconómico y jefe de asesores del Ministerio de Hacienda, Hermann González Bravo, durante un seminario organizado por la Universidad Finis Terrae en conjunto con la Iniciativa Financiera de ONU Medio Ambiente (UNEP FI), para presentar los Principios para la Banca Responsable.
González reiteró el compromiso gubernamental de cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, tendientes a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y así contribuir a frenar el calentamiento global. Sin embargo, el asesor ministerial subrayó que esto no depende solamente de las acciones públicas, sino que también se requiere de un importante esfuerzo del sector privado, donde el sector financiero es fundamental.
El jefe de asesores destacó que hay avances importantes en este ámbito, aunque aún hay grandes desafíos, que se refieren especialmente a “la falta de productos de inversión adecuados, la necesidad de contar con proyectos sólidos que permitan asegurar a los inversionistas un entorno de inversión propicio, estándares y criterios únicos que permitan comparabilidad, y a la creación de capacidades de mayor conocimiento al interior de las organizaciones”.
“Como regulador –agregó González- tenemos presente el rol que nos compete en generar lineamientos ambientales habilitantes que nos permitan superar esas brechas”.
“La Mesa Público-Privada para las Finanzas Sostenibles busca establecer un plan con acciones concretas entre el regulador y el mercado de capitales con foco en dos aspectos: manejo de riesgos y productos financieros verdes”.
Respecto a las acciones concretas del Ministerio de Hacienda parapromover un crecimiento económico sostenible e inclusivo, Hermann González señaló que se está trabajando sobre la base de cuatro ejes principales: actualización de una estrategia de crecimiento verde y desarrollo sostenible, elaboración de una estrategia financiera nacional frente al cambio climático, creación de una mesa público-privada de banca responsable, y evaluación de la posibilidad de que la inversión de bonos soberanos considere factores ASG.
En cuanto a la estrategia de crecimiento verde y desarrollo sustentable, es un proyecto “que nos saca un poco de la coyuntura diaria y nos embarca en una misión mucho más de largo plazo”, comentó González, y agregó que si bien esta iniciativa fue presentada durante el primer gobierno de Sebastián Piñera (2010-2014), ahora está en proceso de actualización. Mientras, la estrategia financiera frente al cambio climático será la primera de su tipo en el país, y en su redacción el ministerio cuenta con la asesoría del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Ambas estrategias debieran estar listas a fines de este año.
El otro eje mencionado por el coordinador macroeconómico es que “por primera vez en la historia” se está evaluando la posibilidad de incorporar factores ASG en el análisis para la inversión de los bonos soberanos del país, en línea con lo ya anunciado por el ministro Larraín.
En este ámbito, y conscientes del rol referente de las decisiones tomadas por el sector privado, comentó González, “el Ministro de Hacienda encargó a inicios de mayo al Comité Financiero, que asesora al Ministerio de Hacienda sobre la política de inversión de los fondos soberanos, estudiar alternativas para eventualmente implementar en ellos criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo, reconociendo que la generación de retornos sostenibles a largo plazo depende del buen funcionamiento y estabilidad tanto en estos aspectos, como en los resultados económicos y financieros”.
Mesa público-privada
Finalmente, en relación a la “Mesa Público-Privada para las Finanzas Sostenibles”, el jefe de asesores aseguró que con ella se busca “establecer un plan con acciones concretas entre el regulador y el mercado de capitales con foco en dos aspectos: manejo de riesgos y productos financieros verdes”.
Una parte del trabajo de la mesa, dijo González, es generar lineamientos concretos en conjunto con el mercado de capitales para alinear los esfuerzos tanto públicos como privados hacia el tránsito a una economía baja en carbono, pero también hacia una economía competitiva que permita incorporar los desafíos ASG que potencialmente podrían afectar el rendimiento de las inversiones y la productividad del país.
“Los Principios para la Banca Responsable son como un paraguas, un marco global sobre cómo ir integrando la sostenibilidad dentro de la banca de forma transversal en todos los niveles, a nivel de carteras, transacción y estratégico”
Está previsto que de la mesa surjan al menos tres productos para ser entregados en la COP25, en diciembre. El primero es un protocolo verde o acuerdo de trabajo voluntario público-privado continuo, con metas opcionales que permitan definir una hoja de ruta. El segundo es la hoja de ruta de finanzas sostenibles en Chile 2020-2024, a través de un mecanismo de diálogo técnico permanente. Y el tercero, “si es posible, la adopción de un ‘supervisory statement’ propio, con los aspectos que considera prioritarios incorporar en la regulación y supervisión del sector financiero y del mercado de capitales en los próximos años para atender la agenda climática y ambiental global”.
El coordinador macroeconómico del Ministerio de Hacienda subrayó que esta mesa integrará a todos los inversionistas institucionales y no busca generar regulaciones o acuerdos vinculantes entre las partes, sino establecer una línea base sobre la cual comenzar a trabajar de forma voluntaria, e ir incrementando la ambición a medida que se genere la data e información cuantitativa necesaria para avanzar.“En esta primera etapa nos parece razonable dejar al margen la regulación propiamente tal, y más bien generar el conocimiento y coordinación entre instituciones para identificar las necesidades y desafíos del país en esta materia”, puntualizó González Bravo.
Actualmente el ministerio está en la etapa de convocatoria de los actores que han definido como esenciales para el desarrollo de la mesa, es decir, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF, que desde el 1 de junio integra a la SBIF), la Superintendencia de Pensiones, el Banco Central y a los gremios (AAFP, ABIF, AAFM, AACH, ACAFI), con el fin de comunicarles la propuesta y recibir sus observaciones.
La instancia operará a través de cuatro talleres a lo largo de este año, enfocados en el componente ambiental de los criterios ASG, y dado el rol de cada tipo de inversionista, se trabajará en tres sub mesas: banca, pensiones y seguros. En paralelo, explicó González, “realizaremos encuestas para elaborar un diagnóstico de la situación actual en relación a criterios y riesgos ambientales y desarrollo de productos o líneas financieras verdes”.
El rol de la banca
En el seminario donde el jefe de asesores de Hacienda expuso estos temas se presentaron los Principios para la Banca Responsable, un proyecto lanzado en noviembre pasado por 28 bancos líderes en el mundo (cuyos activosrepresentan conjuntamente más de 17 billones de dólares) para promover y concretar desde su área las finanzas sostenibles. Con el respaldo de UNEP FI, el documento fue sometido a una consulta pública que se cerró el pasado 31 de mayo, y durante ese tiempo más de 80 instituciones adhirieron a él.
Se trata se seis principios destinados a ser “como un paraguas, un marco global sobre cómo ir integrando la sostenibilidad dentro de la banca de forma transversal en todos los niveles, a nivel de carteras, transacción y estratégico”, explicó la representante de UNEP FI en Chile, Carolina López.
“La evidencia plantea que una empresa que tiene incorporados los criterios ASG tiene mejor performance financiera a nivel de ratio, indicadores y resultados. Además, es más resiliente a las crisis, a la volatilidad; tiene un enfoque más cercano a los reguladores, a los grupos de interés y a los intereses de los inversionistas”.
Estos principios, agregó la delegada del organismo de la ONU en Chile, “ayudarán a cualquier banco, sea cual sea su punto de partida, a alinear su estrategia comercial con los objetivos de la sociedad”. En términos generales, estas bases permitirán a los bancos identificar impactos socioambientales negativos y positivos para disminuir los primeros y aumentar los segundos, impulsar las modificaciones necesarias para cumplir con ese desafío, medir los resultados, mostrarlos a la comunidad y recibir retroalimentación para seguir mejorando.
Los Principios de Banca Responsable, que serán lanzados oficialmente el 22 de septiembre en Nueva York en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas, vienen a sumarse a los Principios para la Inversión Responsable y los Principios para la Sostenibilidad en Seguros, todos instrumentos impulsados por UNEP FI con el objetivo de que las acciones de las organizaciones que manejan las finanzas globales tengan un impacto positivo para la sociedad.
Uno de los 28 bancos impulsores de esta iniciativa es Santander, que desde hace más de 25 años está incorporando los criterios ASG en su actividad financiera y en la operación diaria. “Nos pensamos no solo como una empresa que aporta al crecimiento económico, sino también que se hace parte responsablemente de los temas de la sociedad, de las comunidades y del medioambiente”, explicó Consuelo Alvear, jefa de Sostenibilidad de Santander Chile.
Según la ejecutiva, “la evidencia plantea que una empresa que tiene incorporados los criterios ASG tiene mejor performance financiera a nivel de ratio, indicadores y resultados. Además, es más resiliente a las crisis, a la volatilidad; tiene un enfoque más cercano a los reguladores, a los grupos de interés y a los intereses de los inversionistas, que cada vez están más alineados a este tipo de materias”.
Alvear mencionó múltiples ejemplos de cómo el banco español pone en práctica su compromiso con el medioambiente y la sociedad. Entre ellos destacó el reciente lanzamiento en Chile del primer crédito sujeto al rating ASG de las empresas, es decir, donde el precio a pagar por la línea de crédito estará vinculado al comportamiento del deudor en las variables medioambientales, sociales y de gobierno corporativo. Según resumió la jefa de Sostenibilidad de Santander Chile, hay dos maneras de incentivar al mercado local a ser responsable: una es esperar que la sociedad cambie y genere una demanda específica, y la otra es “correr la valla desde la industria financiera, y eso es lo que Santander está haciendo en la industria local”.