Los cinco proyectos de niñas y jóvenes premiados en la graduación de la Academia Climáticas
La iniciativa de la Fundación Tremendas -colectivo que busca empoderar a mujeres jóvenes en tanto agentes de cambio- logró graduar a 277 niñas, jóvenes y adolescentes de Latinoamérica y el Caribe a través de una instancia educativa virtual sobre innovación y liderazgo femenino en relación con la lucha contra el cambio climático. Los cinco proyectos ganadores, que van desde plataformas digitales de “moda lenta” hasta talleres móviles de medioambiente, podrán continuar el proceso gracias a las capacitaciones que brindará la Universidad Adolfo Ibáñez.
A dos años de la creación del colectivo Fundación Tremendas, que busca empoderar a mujeres jóvenes en tanto agentes de cambio, la iniciativa Academia Climáticas culminó exitosamente con la graduación de 277 niñas, adolescentes y jóvenes de Latinoamérica y el Caribe, y más de 300 jóvenes que recibieron su diploma de participación.
Academia Climáticas x Tremendas -creado en marzo de 2021, de forma virtual- es la primera iniciativa originada en Chile que buscó darle un impulso a la educación de niñas y adolescentes de esta parte del mundo como una herramienta para combatir el cambio climático. Realizada con el apoyo de Sprite, la Universidad Adolfo Ibáñez, la Facultad de Agronomía de la Universidad de Chile, Fiis, Plastic Oceans, Cambio Global UC y ACCIONA, entre otros, el taller que llegó a su fin el sábado antepasado es solo la primera parte de un proyecto mayor que involucra una academia por cada área de trabajo. La que recién concluyó fue sobre el área “medioambiente”; las restantes serán ciencia y tecnología (que comienza en agosto próximo), educación, género, arte y cultura, salud y bienestar, y sociedad inclusiva.
“En Tremendas tratamos de conectar, potenciar y visibilizar el talento con sentido de niñas, jóvenes y adolescentes de entre 12 y 25 años, y ofrecer un espacio de acción a activistas con ideales fuertes, pero que no encuentran lugares para levantar sus proyectos. Las contactamos con otras compañeras que crean en lo mismo. Estamos por decir basta a ese discurso adultocentrista que dice ‘cuando seas grande, hablamos’, ‘cuando tengas un título, hablamos’, ‘consigue trabajo y luego te empoderas’. Estamos convencidos de que las jóvenes son las protagonistas del presente y no del futuro”, dice Rocío Sancha, directora ejecutiva de Fundación Tremendas.
Con respecto a la Academia Climáticas, la primera de varias que impartirá el colectivo, Sancha plantea que los proyectos que se buscaban visibilizar fueran capaces de “conectar con esas chicas que aún no se han atrevido a dar el salto al activismo, que nadie les ha dicho son capaces”. En ese sentido, Tremendas apunta, antes que todo, a cumplir metas cortas dentro de un proyecto de formación a largo plazo.
En la fase final de Climáticas, las alumnas que integraron el taller afrontaron el desafío de implementar un proyecto referido a alguna de estas tres líneas de acción: educación, gestión comunitaria o smart+sustainable. Dentro de los proyectos presentados, cinco fueron seleccionados como los mejores y recibirán una capacitación por parte de la Universidad Adolfo Ibáñez para proseguir y evaluar la posibilidad de llevarlo a la práctica.
“Durante el proceso, acompañamos a las participantes en sus proyectos. Se consideró la existencia de mentorías que comprendía la entrega de un documento: el valor agregado, el desarrollo de la idea, la solución posible, etcétera. No fueron premiados los proyectos que tienen más impacto en lo inmediato o a largo plazo, sino cómo juntaron las ideas. Es un premio a la gestión más que al desafío mismo”, agrega Rocío Sancha, socióloga de profesión.
Según la directora ejecutiva de Tremendas, “la educación de las niñas es una solución climática en sí misma”, y que en el colectivo buscan “ofrecer una mirada más integral y cruzar la formación medioambiental con otras luchas como el feminismo. Mientras más educadas, más espacios tendrán en la toma de decisiones, y si esas decisiones tienen corte medioambiental, estaremos por un buen camino”.
Los cinco proyectos seleccionados, que serán apoyados por la UAI para potenciarse y llevarlos a una solución real, recibieron todos distinción máxima y aquí están algunos de sus detalles.
“En Tremendas tratamos de conectar, potenciar y visibilizar el talento con sentido de niñas, jóvenes y adolescentes de entre 12 y 25 años, y ofrecer un espacio de acción a activistas con ideales fuertes, pero que no encuentran lugares para levantar sus proyectos. Las contactamos con otras compañeras que crean en lo mismo. Estamos por decir basta a ese discurso adultocentrista que dice ‘cuando seas grande, hablamos’”.
Grupo 14, “Aula móvil”: clases itinerantes de medioambiente
Desarrollado por ocho niñas y adolescentes -siete chilenas y una ecuatoriana en edades entre 13 y 25 años-, este proyecto consiste en una especie de bus/vehículo que circulará por diferentes barrios de Chile impartiendo clases y talleres de medioambiente y conciencia frente al cambio climático.
“Juntas vimos que, como ciudadanas activas interesadas en el medioambiente, detectamos mucho flujo de información no tan clara sobre esta manera, lo que causaba, justamente, lo contrario: una desinformación que desencadena una serie de hábitos y prácticas mal implementadas”, cuentan en el equipo de trabajo formado por Aurora Carrasco, Ignacia Hernández, Lorna Almendras, Anita Serrano, Sofía Weil, Luciana Herrera, Laura Vidal y Catalina Cea.
El proyecto se sustenta en tres pilares (educación, acción y comunidad) y fue ideado “como una fuente de información de fácil acceso, didáctica y confiable. Apunta a entregar información a la acción concreta, contribuyendo con soluciones prácticas que generen un impacto realizable a largo plazo”.
Sobre la posibilidad de llevar la iniciativa a la práctica, en el grupo de trabajo 14 son optimistas. “Necesitaríamos el bus/vehículo como recurso, pero pensando en las innovaciones y tecnologías que se plantean en la actualidad, es un recurso que se puede conseguir con un fondo estatal o participando en un concurso de la empresa privada”, añaden en el equipo de trabajo, para quienes el proyecto “tiene futuro, ya que es una instancia entretenida de ayuda con un impacto familiar, incluyendo a todas las generaciones para que entre todos podamos aprender y cuidar nuestro valioso planeta”.
Grupo 19, “Circulando”: promoviendo la “moda lenta”
Creado por cuatro adolescentes y jóvenes chilenas -Estefanía Gallardo, Elisa Paine, Daniela Espinoza y Camila Letelier-, Circulando consiste en un proyecto de plataforma digital que reúna a tiendas o emprendimientos que trabajen bajo el concepto del “slow fashion” o “moda lenta”, es decir, un proyecto de ropa sustentable que promueva el reciclaje y reutilización textil, a objeto de combatir la colosal cantidad de residuos que genera la industria. La idea es promover la ropa de segunda mano, el upcycling, los emprendimientos locales y, además, incluir la chance de disponer las prendas a través de donación o reventa.
“Nuestro proyecto tiene por objetivo cambiar nuestra forma de consumo a un modelo más sostenible como lo es el slow fashion. La solución radica en poder disminuir el impacto generado por medio de una plataforma digital con el objetivo de hacer una efectiva difusión de tiendas que trabajen de forma sustentable o por medio de donación de prendas. De esta manera disminuiría la compra en grandes tiendas y por ende el impacto de la industria textil en el medio ambiente se reduce”, apuntan en el grupo de trabajo de Circulando.
En ese sentido, el equipo piensa que Circulando puede ser llevado a la práctica en tanto solución frente a la crisis climática, por cuanto será “una plataforma accesible eficaz para combatir la contaminación producida por la industria textil, de manera que las personas puedan decidir y tener la opción de comprar ropa de manera responsable con el planeta y la sociedad”.
“Nuestro proyecto tiene por objetivo cambiar nuestra forma de consumo a un modelo más sostenible como lo es el slow fashion. La solución radica en poder disminuir el impacto generado por medio de una plataforma digital con el objetivo de hacer una efectiva difusión de tiendas que trabajen de forma sustentable o por medio de donación de prendas”.
Grupo 31, “EcoMatch”: por la limpieza de las playas
Entre 14 y 24 años tienen las nueve chilenas que inventaron el proyecto Eco Match, cuyo objetivo es generar una aplicación digital para encontrar y conectar voluntarios para limpiar playas y, en lo posible, reciclar lo recolectado. El proyecto consta de dos partes: un espacio de información didáctica y un espacio para crear comunidades de voluntarios a distintos niveles (principiante, medio y avanzado) que puedan recibir premios en la medida que avancen.
“Gracias a los conocimientos adquiridos en Academia Climáticas, pusimos nuestra atención en la gran importancia del océano para el planeta y eso nos llevó a preguntarnos: si es tan importante, ¿por qué está tan contaminado? Decidimos tomar acción y crear algo que ayude con la gestión de los residuos encontrados en playas, ríos y lagos”, dicen en el grupo 31 que desarrolló este proyecto. Apuntan también no solo a recolectar esos desechos, sino también “encontrarles un uso a esos materiales y de esta manera reducir su impacto negativo en el ecosistema, disminuir la contaminación y contribuir en la educación y conciencia ambiental de los niños, niñas y jóvenes, además de fomentar el trabajo en equipo”, agregan.
El equipo de trabajo -compuesto por María Sofía Opazo, Isadora Vitalia, Carmen Tapia, Karina González, Constanza Lazo, Ivette Huechante, Alejandra Piñones, María Pizarro y Catalina Aránguiz- cree que la app contribuye a afrontar los desafíos del cambio climático ya que “incentiva a tomar acción y a salir de casa junto a otras personas con un objetivo en común”.
El grupo, que además tuvo el apoyo como mentora de Viviana Pinto, encargada de operaciones de la organización Plastic Oceans, ve posible implementar EcoMatch, por cuanto “la conciencia medioambiental de las personas está creciendo cada vez más, y muchas veces no saben cómo aportar p ara disminuir el avance del cambio climático”. En esa línea, imaginan esta app conectando a personas en distintas partes del país para que se encuentren geográficamente cerca”. Asimismo, “nos encantaría lograr el financiamiento necesario para llevar a cabo el proyecto, que podamos diseñar una plataforma web dinámica y entretenida”. Como ejemplo, proponen obtener el respaldo de marcas que ayuden a visibilizar la propuesta, para luego poner foco en la “conservación y cuidado de los cuerpos de agua de Chile, y después poder internacionalizar la idea y desarrollarla a lo largo de toda Latinoamérica”.
Grupo 52, “Charlas sobre gestión de residuos”: conciencia climática a nivel familiar y escolar
Ideado por seis chicas entre 16 y 25 años, el proyecto de charlas sobre gestión de residuos busca concientizar en cuanto a la temática ambiental a través de talleres en instituciones educacionales, yendo desde el nivel más pequeño al más numeroso. Rosario Pacheco, Noemi Miranda, Mackarena López, Valentina Sáez, Clara Vásquez y Sofía Castro formaron parte del equipo 52 que elaboró la iniciativa.
“La carencia que detectamos fue la falta de educación ambiental, puntualmente de conocimientos en gestión de residuos en adolescentes y sus familias. Hoy en Chile sólo un 8 por ciento de los residuos plásticos que generamos son efectivamente reciclados, lo que muchas veces no se produce por una mala disposición, sino por falta de conocimientos y recursos”, comentan en el equipo de trabajo.
Efectivamente, tal como fue concebido, “el proyecto busca dar una solución local a la comunidad, partiendo desde la familia se genera un impacto comunal, que luego será regional y por último nacional, como un efecto dominó”. En ese sentido, quieren ir más allá de una presentación formal, sino “entregarles herramientas para enfrentar la crisis que estamos viviendo y tomar un rol de liderazgo en sus comunas”. Los tres pilares en que se sostiene el proyecto son la educación intergeneracional, gestión comunitaria y liderazgo.
Con respecto a llevar el proyecto a la realidad, en el grupo de trabajo aclaran que una de las integrantes le planteó la idea a la directora de su establecimiento, quien se mostró muy dispuesta a impulsarla. “Nos encantaría partir con un colegio para conocer la recepción de la comunidad y replicarlo en otras instituciones. Al menos mientras siga la pandemia lo haríamos online, pero en un futuro nos imaginamos trabajando en conjunto con un grupo variado de alumnos de entre séptimo básico y cuarto medio, con un docente a cargo, que sean de distintos colegios”, rematan.
“El proyecto permitirá visibilizar problemas y activistas ambientales de Latinoamérica; informar, concientizar y motivar a un público joven, entregando herramientas para cristaGrup 56, lizar soluciones; y visibilizar a mujeres y pueblos indígenas en tantos sectores que se ven aquejados más severamente por el cambio climático”.
Grupo 56, “Conflictos ambientales rurales”: visibilizando a las y los activistas latinoamericanos
Con un equipo multinacional que incluye chilenas, panameñas y ecuatorianas nació el proyecto de “Conflictos ambientales rurales”, cuyo objetivo es la creación de un sitio web para difundir e informar sobre distintos conflictos socioambientales que afectan a zonas rurales y pueblos indígenas de América Latina y el Caribe. La finalidad pasa por que los jóvenes puedan tomar acción y contribuir a la resolución de los conflictos, según la proximidad a la ciudad o comunidad en la que se encuentren.
Creado por Constanza Ebner, Sayrina Luciano, Christianne Alarcón, Angelic Abad y Cristina Niebla, el proyecto detectó como carencia “el desinterés general de la población en los conflictos ambientales, además de la desinformación y poca visibilización de estos problemas y realidades”.
Dentro de esos objetivos, la iniciativa será un medio para “visibilizar problemas y activistas ambientales de Latinoamérica; informar, concientizar y motivar a un público joven, entregando herramientas para cristalizar soluciones; y visibilizar a mujeres y pueblos indígenas en tantos sectores que se ven aquejados más severamente por el cambio climático”.
“La deforestación y destrucción de ecosistemas, la sobreexplotación de los recursos naturales, la contaminación del agua y la contaminación del agua y la vulneración de los pueblos rurales e indígenas son problemas latentes que representan un riesgo ambiental muy alto si no son debidamente gestionados”, añaden en el grupo 56.
Los pasos siguientes del proyecto, dicen en el colectivo de trabajo, consisten en recopilar información y entrevistar activistas para empezar a difundir en redes sociales. Luego, la segunda etapa involucra la creación de la página web para guiar a los jóvenes en el aporte a una solución a los conflictos cerca de sus hogares.