Inédita encuesta PNUD: Más de la mitad de la población mundial reconoce el cambio climático como una emergencia, y pide una respuesta urgente
Con más de 1,2 millones de encuestados en 50 países, incluido Chile, estudio de opinión realizado en conjunto con la Universidad de Oxford y ong’s es el más grande realizado hasta ahora sobre este tema a nivel global. Mientras el 64% de las personas dijo que que el cambio climático es una emergencia (el 66% en Chile), cuatro políticas para enrentarlo surgieron como las más populares a nivel mundial: Conservación de bosques y tierras, Energía solar, eólica y renovable, Técnicas agrícolas respetuosas con el clima; e Invertir más en empresas y empleos verdes.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentó dio a conocer ayer el informe “People’s Climate Vote”, la mayor encuesta realizada hasta ahora sobre cambio climático a nivel global, con 1,2 millones de personas encuestadas en todo el mundo y resultados que abarcan a 50 países, cubriendo el 56% de la población mundial. Elaborada entre octubre y diciembre de 2020 en conjunto con la Universidad de Oxford y varias ong’s, uno de sus principales objetivos es conocer cuáles son las acciones que -a juicio de los entrevistados- deben tomar los gobiernos frente a esta emergencia, para proporcionar a los líderes nacionales y tomadores de decisión información confiable respecto a cómo las personas quisieran que reacciones sus países ante el cambio climático.
En palabras de Achim Steiner, el administrador del PNUD, “desde la agricultura respetuosa con el clima hasta la protección de la naturaleza y la inversión en una recuperación ecológica del Covid-19, la encuesta lleva la voz de la gente al frente del debate climático. Señala formas en las que los países pueden avanzar con el apoyo público mientras trabajamos juntos para abordar este enorme desafío”.
Esto además en un contexto de la crisis global por el Covid-19, en que la encuesta ayuda abrindar información sobre las percepciones sobre la crisis climática en el contexto de una pandemia global. “Muchas de las opciones de política en la votación climática de los pueblos, ya sea en relación con el empleo, la energía, la protección de la naturaleza o la regulación de la empresa, se refieren a los problemas que enfrentan los países al trazar su recuperación”, afirma el documento con el reporte de los resultados.
Y uno de los principales hallazgos de “People’s Climate Vote” es que, pese a la pandemia, existe un reconocimiento generalizado del cambio climático como una emergencia global en todos los países encuestados. “En los 50 países, el 64% de las personas dijo que el cambio climático era una emergencia, presentando un llamado claro y convincente para que los tomadores de decisiones intensifiquen la ambición”, señala el informe.
A nivel regional, la proporción de personas que dijeron que el cambio climático es una emergencia global tuvo un alto nivel de apoyo en todas partes: en Europa Occidental y América del Norte (72%), Europa Oriental y Asia Central (65%), Estados Árabes (64%), América Latina y el Caribe (63%), Asia y el Pacífico (63%) ) y África subsahariana (61%).
El estudio también analizó las respuestas en base al ingreso de los países, ubicando a Chile en el grupo de países de altos ingresos. En este grupo, señala el reporte, “la creencia en la emergencia climática fue liderada por los coanfitriones de la próxima Conferencia sobre el Clima de la ONU (COP26), el Reino Unido e Italia (ambos con el 81%), seguidos por Japón (79%). Los países de altos ingresos con el menor número de personas que reconocieron la emergencia climática fueron Estados Unidos (65%) y Chile (66%), pero todavía eran sólidas mayorías”.
¿Cómo actuar frente al cambio climático? De las personas que dijeron se trata de una emergencia global, el 59% dijo que el mundo debería hacer todo lo necesario y urgentemente en respuesta (en Chile, esta cifra llegó a un 71%). Mientras tanto, el 20% dijo que deberíamos actuar con lentitud, y el 10% de la gente pensó que el mundo ya está haciendo lo suficiente.
Apoyo a políticas para enfrentar la crisis climática
Además de la percepción de la ciudadanía frente al cambio climático, “People’s Climate Vote” preguntó a los encuestados qué políticas, de un total de 18 que cubrían la energía, la economía, el transporte, los alimentos y las granjas, la naturaleza y la protección de las personas de los impactos climáticos, deberían promulgar los gobiernos para abordar la emergencia climática.
De esa lista, las cuatro políticas climáticas que surgieron como las más populares a nivel mundial fueron la conservación de bosques y tierras (54% de apoyo público); energía solar, eólica y renovable (53%); técnicas agrícolas respetuosas con el clima (52%); e invertir más en empresas y empleos verdes (50%).
A estas cuatro le siguieron en el “top ten” utilizar coches y autobuses eléctricos más limpios o bicicletas (48%); mantener saludables los océanos y las vías fluviales (45%); construir infraestructura y conservar la naturaleza para proteger vidas y medios de vida (45%); instalar más sistemas de alerta temprana para desastres (45%); reducir el desperdicio de alimentos (43%) y hacer que las compañías paguen por su contaminación (39%).
La encuesta también realizó un análisis país por país, que proporciona más información sobre las políticas climáticas más populares del mundo. Por ejemplo, en países con altas emisiones por deforestación y cambio de uso de la tierra, hubo un fuerte respaldo para conservar los bosques y la tierra. Cuatro de cada cinco países en la encuesta con las emisiones más altas por el cambio de uso de la tierra vieron un apoyo mayoritario para la conservación de los bosques y la tierra, incluidos Brasil (60%), Indonesia (57%) y Argentina (57%).
Entre los países con mayores emisiones de Gases de Efecto Invernadero, en tanto, hubo un llamamiento claro a las energías renovables. “Las personas respaldaron las energías renovables en ocho de los diez países de la encuesta con las emisiones más altas de los sectores de electricidad / calefacción, incluidos los Estados Unidos (65%), el mayor emisor encuestado, así como Australia (76%), Canadá (73%) , Alemania (71%), Sudáfrica (69%), Japón (68%), Polonia (57%) y Rusia (51%)”, señala el reporte.
En cuanto a la visión sobre una economía verde, el estudio pone un énfasis especial en los países del G20, donde hay un apoyo mayoritario en casi todos los países del grupo a las inversiones en empresas y empleos sostenibles, liderados por el Reino Unido (73%), y seguido por Alemania, Australia y Canadá (todos 68%), Sudáfrica (65%), Italia. (64%), Japón (59%), Estados Unidos (57%), Francia (56%), Argentina, Brasil e Indonesia (todos 51%). “Esto es especialmente importante a medida que los países toman decisiones de política e inversión para recuperarse del Covid-19 que afectarán a las generaciones venideras”, afirma el estudio.
Al mismo tiempo, hacer que las empresas paguen por la contaminación tuvo un alto apoyo en siete de los doce países de ingresos altos, liderados por el Reino Unido (72%) y Canadá (69%). En contrapartida, exigir a las empresas que comuniquen cómo se fabrican los productos fue cuatro puntos porcentuales menos popular que hacer que paguen por su contaminación en todos los países, y 11 puntos porcentuales menos popular en los países de ingresos altos. Hubo mayorías a favor de esta política en cuatro países, con Canadá teniendo el nivel más alto de apoyo (56%), seguido de cerca por Australia (55%), el Reino Unido (54%) y Francia (53%).
Otro aspecto en que se puso el foco en la encuesta fue en las ciudades, que contribuyen con el 70% de las emisiones globales de GEI. Al respecto, se le preguntó a los encuestados cómo les gustaría que su país abordara el cambio climático en el sector del transporte. La primera opción era utilizar coches y autobuses eléctricos más limpios o bicicletas, y la segunda mejorar el diseño y la planificación de las ciudades y las comunidades rurales, que pueden reducir las emisiones de GEI fomentando el transporte público y reduciendo las distancias necesarias para viajar por trabajo o por placer.
En los 10 países encuestados con los niveles más altos de urbanización, se muestran importantes mayorías a favor de un transporte limpio, entre ellos Reino Unido (73%), Canadá (67%) y Australia (66%), Chile (58%), Japón (57%), Estados Unidos, (56%), Suecia (55%), Argentina (52%), Brasil (51%).
Factores sociodemográficos marcan diferencias
A nivel general, la mayor diferencia en el nivel de apoyo entre dos países para una política climática en la encuesta fue mantener el océano y las vías fluviales saludables. El apoyo a esta política fue del 81% en el Reino Unido, en comparación con el 29% en Irak, una enorme diferencia de 52 puntos porcentuales. Esto destacó la importancia de los factores específicos de la nación, en este caso, estar rodeado de agua por un lado, y en lugar de casi sin litoral por el otro, para orientar a la opinión pública sobre algunas políticas.
Al mismo tiempo, desperdiciar menos comida aparece como más popular que desperdiciar menos energía. En particular, en los países de ingresos altos y Sudáfrica (53%), hubo una mayoría significativa de apoyo para reducir el desperdicio de alimentos. En general, desperdiciar menos energía fue menos popular, a pesar de que las medidas de eficiencia energética son rentables y pueden crear empleos verdes. En tanto, la política menos popular fue las dieta a base de plantas, apoyada solo por un 30% de las personas.
Pero hay otros aspectos analizados en la encuesta que marcan diferencias entre las personas, y tiene que ver con su información sociodemográfica, incluido el sexo, la edad y el nivel de educación. Y de acuerdo al análisis de estos datos, el factor sociodemográfico más profundo de la creencia en la emergencia climática y la acción climática es la formación académica de una persona.
“Hubo niveles consistentemente muy altos de demanda de acción climática entre las personas con educación postsecundaria en todos los países, desde países menos desarrollados como Bután y la República Democrática del Congo (ambos 82%), hasta países ricos como Francia (87%) y Japón (82%)”, señala el informe.
“La diferencia -agrega- en los niveles de creencia en la emergencia climática entre las personas con experiencia en educación postsecundaria y las personas con solo educación secundaria fue de ocho puntos porcentuales. Además, las personas con educación postsecundaria tienen el mayor nivel de respaldo público para las 18 políticas climáticas, en todos los grupos de edad y géneros. El apoyo público a las políticas climáticas es en promedio del 58% para aquellos con educación postsecundaria, en comparación con el 42% para todos los encuestados”.
Y en cuanto a la brecha de género, si bien se encontró que en general es pequeña (4%), en algunos países la brecha era sustancial. “Había una creencia mucho más fuerte en la emergencia climática entre las mujeres y las niñas que entre los hombres y los niños (en más de 10 puntos porcentuales) en Australia, Canadá y los Estados Unidos. Pero fue al revés en otros países como Vietnam y Nigeria donde los hombres y los niños fueron más receptivos a la idea”, señala el análisis de la encuesta.
En lo que respecta a la edad, agrega, es más probable que los jóvenes (menores de 18 años) crean que el cambio climático es una emergencia mundial que otros grupos de edad, pero una gran mayoría de las personas mayores todavía están de acuerdo con ellos. Casi el 70% de los menores de 18 años dijo que el cambio climático es una emergencia mundial, en comparación con el 65% de los de 18 a 35, el 66% de 36 a 59, y el 58% de los mayores de 60 años.