Giovanni Calderón: “Hoy es difícil afirmar que el libro de reglas del Artículo 6 podría cerrarse por completo en esta COP26”
Desde Glasgow, el director ejecutivo de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC) analiza los avances registrados hasta ahora en la cumbre global del clima, así como los principales desafíos que se enfrentan en una semana clave, donde los equipos negociadores buscarán cerrar el principal pendiente del Acuerdo de París: las reglas de funcionamiento para un mercado global de carbono. La advertencia del secretario general de la ONU previo a la cita, afirmando que existía un gran riesgo de que esta cumbre no cumpla su propósito, aún podría materializarse.
Periodista
Tras unos primeros días marcados por una serie de anuncios de los líderes políticos mundiales en la COP26, la cumbre global del clima que se está desarrollando en Glasgow, Reino Unido, entra esta semana en su recta final. Ahora serán los negociadores de los países los que adquirirán el protagonismo para intentar llegar a un acuerdo en el principal tema pendiente del Acuerdo de París, el libro de reglas del Artículo 6, cuyo objetivo es establecer una regulación para los mercados de carbono y sustituir así el denominado Mecanismo de Desarrollo Limpio establecido en el Protocolo de Kioto.
No se avizora una discusión fácil, ni nadie se atreve a asegurar la concreción de un acuerdo en un debate donde hoy una de las mayores trabas están en lo que se denomina la “doble contabilidad”, en que tanto el país que emite los gases de efecto invernadero (el comprador de un bono de carbono) como el que los reduce o captura (el que vende) podrían presentar dichas reducciones como propias, un vacío legal que impacta en los objetivos de reducción de emisiones.
Y otro punto importante será alcanzar la meta de financiamiento de 100 mil millones de dólares para el denominado Fondo Verde del Clima, que busca que los países desarrollados -y principales emisores- ayuden a financiar la adaptación de los países menos desarrollados, que sufren los mayores impactos del cambio climático. Desde Glasgow, el director ejecutivo de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, Giovanni Calderón, analiza los avances y desafíos de una cita en que, afirma, ha habido anuncios importantes pero aún no se ha podido sacudir de la sensación inicial de que no se alcanzarían los grandes acuerdos en los temas clave.
“Se partió con harto escepticismo de lo que podía pasar, sobre todo en dos temas, en el avance del libro de reglas y en lo que era financiamiento, que básicamente es poder asegurar la meta de los 100 mil millones de dólares, y en el transcurso de los días se fue distendiendo un poco esa sensación, por varias razones. Yo diría que lo más importante -me tocó estar ahí- fue el lanzamiento de una declaración en que un conjunto de países, entre ellos Chile y Estados Unidos, anunciaron que iban a reforzar su apoyo financiero para el cumplimiento de la meta. Y es importante porque ahí hay un tema pendiente, el aporte del mundo desarrollado al cumplimiento de esa meta quedó medio retrasado con la pandemia, y hay harto temor de que eso no se lograra. Y este solo hecho es considerado un gran avance.
¿Y en cuanto a la negociación por el Artículo 6?
Hay avances, pero las negociaciones debieran llegar hasta el final de esta semana incluso. Es difícil afirmar hoy que se vaya a despachar, tengo que la sensación de que igual va a haber avances pero no se va a lograr cerrar por completo el Artículo 6. En otras materias sí ha habido avances, como en transparencia, tecnología…
¿Qué está pasando en la negociación que podría entramparse?
Es el problema de siempre, el tema de la doble contabilidad, y el tema de los certificados basados en el Protocolo de Kioto que tienen los países desarrollados, que tiene Brasil, y que quieren lograr el reconocimiento de esos bonos bajo el nuevo sistema. Mientras eso no se destrabe por completo, es difícil que se apruebe el libro de reglas en esa materia. Según he escuchado respecto de las negociaciones, Brasil ha sido uno de los más duros en esta materia.
Esta primera semana dejó varias cosas, entre ellas un compromiso importante de las empresas por mover 130 billones de dólares a inversiones relacionadas con el clima. ¿Cómo se ha visto este rol privado en esta COP?
Sí, y ahí ha tenido harto protagonismo el Champion climático de Chile, Gonzalo Muñoz, que en la COP25 levantó las iniciativas Race to Zero y Race to Resilience, donde la idea precisamente es apalancar recursos del mundo privado a este tipo de iniciativas. Efectivamente ha habido un mayor interés de las empresas en poner recursos.
“Estamos en plenas negociaciones. Hay sesiones formales, y hay reuniones de pasillo entre los delegados para ir acelerando la negociación. Pero aún veo difícil que al menos en estos primeros días podamos decir que se cerró el libro de reglas del Artículo 6. Si eso ocurre, va a pasar hacia fines de esta semana, donde hay reuniones de alto nivel, entre ministros, donde eventualmente se pueden superar las diferencias que existen”
¿Cuáles han sido los principales temas en el desarrollo de esta COP?
Hoy el eje de la discusión está en tres temas. Primero ambición, que es básicamente acortar los plazos de las NDC y acelerar el cumplimiento de las metas. Luego, financiamiento; todo el mundo acá habla de plata, y en todas las materias. En tecnologías, por ejemplo, uno de los temas es la vinculación entre el mecanismo tecnológico y el mecanismo financiero del Acuerdo de París, y ahí los países menos desarrollados lo único que piden es plata de los países desarrollados para implementar tecnologías bajas en carbono. Entonces, la discusión en general gira en torno al financiamiento, y a la responsabilidad que tienen los países desarrollados de aportar ese financiamiento. Y el tercer tema es ir cerrando el libro de reglas del Artículo 6, pero hoy es difícil afirmar que podría cerrarse por completo en esta COP26.
De hecho, en la víspera de la cumbre el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que existía un gran riesgo de que esta cumbre no cumpla su propósito. Ese riesgo se mantiene entonces.
Es lo que señalaba, se partió esta COP con mucho escepticismo, radicado principalmente en dos temas: la posibilidad de cerrar el libro de reglas, y el financiamiento, el concretar los compromisos del mundo desarrollado para poder alcanzar la meta de los 100 mil millones de dólares. En esto último yo diría que se avanzó, pero respecto de lo primero todavía es difícil hacer un análisis completo, porque muchas veces estas cuestiones se cierran a último minuto, porque todo el mundo tira el elástico lo que más puede. Yo lo que he escuchado de los negociadores es que el tema sigue trabado.
¿Cómo se tomó en la COP el retorno de Estados Unidos a las negociaciones, y el rol que han tenido países que son grandes emisores de CO2 -como China e India-, y que tienen que hacer compromisos más fuertes?
Ha sido de dulce y agraz. En la reunión de alto nivel en que estuve para anunciar el mayor incremento del apoyo financiero, John Kerry cerró su intervención diciendo “estamos de vuelta”, y eso fue tomado por la prensa como la gran señal de que el gobierno de Joe Biden tiene la intención de avanzar en esto lo más rápido posible. Y además comprometieron más recursos. Y de agraz, porque se cerró un acuerdo para la reducción de emisiones de metano, que es súper relevante, pero en ese acuerdo no está China, por ejemplo, que es uno de los grandes emisores de metano. Y no se sabe si se va a incorporar o no. Entonces, en algunas materias los gobiernos de los países que emiten más gases han hecho adelantos, y en otros siguen reticentes y trancando las negociaciones. Arabia Saudita, por ejemplo, “tranca la pelota” en todos los ítems de negociación, incluso en tecnología, en políticas de género, cuesta mucho avanzar con ellos en este tema. Y acá la aprobación de todas las materias es por unanimidad, tienen que estar todas las partes de acuerdo. No hay votaciones.
En esta COP se habla mucho de dejar atrás el carbón y el petróleo, y al mismo tiempo los informes muestran que China ya volvió a los niveles de emisión pre pandemia. ¿Se ven compromisos reales de los países en este tema?
Depende del país. En el último año, la Unión Europea y Estados Unidos han dado señales claras de acelerar el proceso de descarbonización, en términos de sustitución de la matriz energética, de cambios en los patrones de transporte, de carbono neutralidad, en cosas bien concretas. Pero China da pasos muy pequeños comparado con lo que representa en términos de emisiones. Entonces, todavía hay una gran duda, creo que después de esta COP va a ser muy difícil decir “lo logramos”, porque los compromisos todavía son muy blandos por parte de algunos grandes emisores, en particular India y China. Nosotros como país podemos tener compromisos muy sólidos, muy concretos, pero no representamos nada en términos de emisiones. Al final, da un poco lo mismo si no hay un compromiso efectivo de los grandes emisores. Y ahí hay otro punto, que uno de los grandes temas de esta COP iba a ser el artículo de transparencia y ahí es donde China sigue trabando la negociación. Este mecanismo es la única forma en que el mundo le pueda representar el problema, mientras no haya un estándar de transparencia que permita conocer realmente las emisiones de China va a ser todo un poco especulativo.
“Después de asumir la presidencia de la COP25, Chile adquirió un cierto liderazgo en temas como océanos, que ya se está introduciendo con más potencia dentro de las discusiones paralelas, y también en lo que se denomina “Santiago Network”, que es la red para analizar el tema de pérdidas y daños como consecuencia del cambio climático. Entonces, el trabajo de Chile ha ido por la vía de diversificar las temáticas vinculadas al tema climático”
Esta es la semana de los delegados, de hacer los ajustes y tratar de cerrar las negociaciones. ¿Cómo ves el escenario para los días que quedan?
En este minuto estamos en plenas negociaciones. Hay sesiones formales e informales, donde hay facilitadores y reuniones de todas las partes en cada uno de los ítems de la agenda que tienen que ver con los artículos del acuerdo -cada artículo es un clúster-, y hay reuniones de pasillo entre los delegados para ir acelerando la negociación. Pero aún veo difícil que al menos en estos primeros días podamos decir que se cerró el libro de reglas del Artículo 6. Si eso ocurre, va a pasar hacia fines de esta semana, donde continúan las negociaciones pero también hay reuniones de alto nivel, entre ministros, donde eventualmente se pueden superar las diferencias que existen.
Como país, y como grupo de países de Latinoamérica y El Caribe ¿cuáles son nuestros principales focos de negociación en esta cumbre?
Chile tiene posiciones bastante progresistas, va en la línea de lo que se pide en el acuerdo. Entonces, en vez de trabar las negociaciones tratamos de que avancen más rápido, pero hay que entender que tenemos pocos intereses comprometidos en las reducción de emisiones, porque no representamos nada y ya tenemos un plan de descarbonización y otras iniciativas en curso. A mi juicio, después de asumir la presidencia de la COP25, Chile adquirió un cierto liderazgo en temas como océanos, que ya se está introduciendo con más potencia dentro de las discusiones paralelas, que no forman parte del Acuerdo de París pero hay iniciativas en esa materia. Y también en lo que se denomina “Santiago Network”, que es la red para analizar el tema de pérdidas y daños como consecuencia del cambio climático, y eso también se está impulsando fuertemente. Entonces, el trabajo de Chile ha ido por la vía de diversificar las temáticas vinculadas al tema climático, y de hecho nuestra última NDC va más allá de los clásicos compromisos de reducción de emisiones y de bosques, hay otras temáticas bien diversas y componentes de integración. Hoy la delegación nacional es probablemente la más grande de Latinoamérica, está presente con delegados en prácticamente todas las discusiones de la agenda.
Como Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático ustedes están en la negociación de los mecanismos de transferencia tecnológica para el cambio climático. ¿Cuál es la importancia de esta discusión?
Es importante porque es el mecanismo tecnológico del Acuerdo de París. El Climate Techology Centre & Network (CTCM) es el que transfiere recursos para desarrollar planes de transformación tecnológica. Por ejemplo, nosotros acabamos de ganar un Technology Needs Assessment (TNA, proceso que identifica las prioridades de desarrollo de un país en esta materia) en que los recursos se van a emplear para levantar las necesidades de transformación tecnológica del país en agua, agricultura y energía. Esto es parte de la estrategia de transferencia tecnológica de largo plazo que presentó Chile acá en la COP26. Entonces, es clave, porque es el aterrizaje concreto, la implementación de las decisiones que se toman en la cumbre. Esta transferencia de tecnología tiene los dos focos, la adaptación y la mitigación. En el caso de la energía, por ejemplo, estamos trabajando en Chile en lo que se denomina la transición justa, y para eso obviamente se requieren se requieren ciertos cambios tecnológicos en la generación de energía, y ahí hay que levantar las necesidades tecnológicas.