Fernando Leanes: “El cambio climático plantea un desafío de adaptación para los sistemas de salud en todos los países”
El representante de la OPS/OMS en Chile, explica que el aumento de las temperaturas y la modificación en los patrones de lluvia, entre otros fenómenos, están provocando que algunos problemas sanitarios aumenten su frecuencia o aparezcan en lugares donde no estaban presentes. Esta situación es una de las preocupaciones del organismo internacional, junto a la prevalencia de enfermedades transmisibles, enfermedades crónicas, el envejecimiento de la población y la preparación frente a emergencias y desastres, entre otras.


Las modificaciones climáticas que están afectando al planeta, producto del calentamiento global, están provocando que algunos problemas de salud ya existentes aumenten su frecuencia o empiecen a aparecer en regiones donde no estaban presentes. Así lo explica el doctor Fernando Leanes, representante en Chile de la Organización Panamericana de la Salud/ Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS).
“Como son fenómenos usuales que cambian de frecuencia, es importante que los servicios de salud se vayan adecuando, y por eso los países están desarrollando planes de adaptación de los servicios de salud al cambio climático (en Chile fue elaborado en 2016), lo que implica estar mejor preparados para atender este tipo de problemática”, sostiene Leanes, médico veterinario y doctor en epidemiología, quien llegó a Santiago hace tres meses, después de tres años como representante de la OPS/OMS en Bolivia.
¿Qué situaciones de salud están vinculadas al cambio climático?
En el balance de los impactos del cambio climático en la salud, el daño es muy grande. Por ejemplo, hay veranos muy calurosos que provocan fallecimientos por golpes de calor; un caso extremo ocurrió en 2003 en Europa, donde murieron 70 mil personas. Asimismo, los niveles altos de temperatura generan un cambio en el ozono troposférico, un contaminante que está a nivel del suelo, y provoca problemas de salud en personas que tienen una condición previa. Además, el calor extremo hace que los alérgenos puedan incrementar dolencias como el asma.
Luego, está todo lo vinculado con los desastres naturales, asociados a la modificación en el patrón de las temporadas de lluvias. Eso trae una gran cantidad de dificultades, muchas veces con inundaciones, otras veces porque se exacerba la presencia de algunos vectores que transmiten enfermedades infecciosas, como los arbovirus (virus portados por artrópodos, como el Aedes aegypti) y también, aunque no se ve mucho, algunos como las leptospiras (un tipo de bacteria). Y todo lo que ocurre cuando tienes un desastre asociado a lluvias extremas, como pérdida de vivienda, sistemas de salud que salen de funcionamiento y, aunque parezca increíble, la principal dificultad que tenemos con las inundaciones es la provisión de agua potable, entonces hay una carga muy grande de enfermedades diarreicas, gastrointestinales, etc.
¿Puede afectar también la salud mental?
Eso está especialmente vinculado con las emergencias, por ejemplo incendios, inundaciones, terremoto, situaciones donde se pierden las casas, se pierde todo.
Me tocó vivir en Bolivia algo impresionante, un “tsunami de casas y edificios” en un basural. Se detectó a tiempo, se evacuó, pero las casas caían rodando y las personas veían cómo se perdía todo lo que tenían. Ahí un problema mayor fue la salud mental de esas personas.
En esos casos se realizan tratamientos colectivos y los profesionales hacen un trabajo impresionante. Es básico contar con este tipo de atención en los desastres, y con el cambio climático aumentan los desastres.
¿Está preparada la región para enfrentar los problemas de salud asociados al cambio climático?
Los servicios de salud se deben ir adaptando al cambio de frecuencia de estos fenómenos. Es bastante difícil, porque como no es una cosa nueva, hay que ir cambiando paulatinamente el perfil de los servicios para poder atenderlos. En algunos casos las instituciones están preparadas, pero por lo general, como están muy vinculados con la atención de emergencia, muchos países tienen problemas para hacerles frente, pero no es el caso de Chile.
¿Qué tan preparado está el sistema de salud en Chile?
En general, es común en todos los países que los hospitales de mayor complejidad estén bastante colapsados. Eso está vinculado con, primero, la falta de una red de primer nivel de atención, donde se dé una primera respuesta; y segundo, con la poca prevención, por los malos hábitos, entonces nos enfermamos más de lo que debiéramos, sobre todo enfermedades no transmisibles.
Comparado con otros países, Chile está muy bien preparado en sus servicios de salud, hay una capacidad relativamente alta. Listas de espera tienen todos los países; hospitales abarrotados, también.
Como dato interesante, Chile es piloto para la implementación del Plan de respuesta ante olas de calor de OPS/OMS, para lo cual en agosto realizamos una reunión de coordinación con el Minsal y la Dirección Meteorológica.
“Los niveles altos de temperatura generan un cambio en el ozono troposférico, un contaminante que está a nivel del suelo, y provoca problemas de salud en personas que tienen una condición previa. Además, el calor extremo hace que los alérgenos puedan incrementar dolencias como el asma”.
Emisiones y COP25
El doctor Leanes hace ver la preocupación que existe a nivel global por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y considera que, si bien es indispensable para frenar el cambio climático, también debe ser una prioridad debido al efecto directo que la contaminación del aire tiene en la salud de las personas. “La OMS plantea que, siendo la quema de combustibles fósiles una de las fuentes más importantes de emisiones, sobre todo en las ciudades, también está asociada a los problemas respiratorios por la polución del aire”.
Por esta razón, en el marco de las discusiones para la COP25, el organismo internacional ha puesto énfasis en que se incluya un párrafo que establezca un compromiso de reducción de las emisiones para disminuir la contaminación del aire, más allá del acuerdo en este tema para evitar el cambio climático. “Es algo ineludible, debe ser un objetivo primario reducir la contaminación del aire de las ciudades”.
El representante de la OPS/OMS cuenta que para llamar la atención sobre este tema, en la pasada reunión de alto nivel sobre la acción climática, el 23 de septiembre -con motivo de la 74 asamblea general de la ONU en Nueva York-, se realizó una instalación artística que permitía a las personas experimentar altos niveles de polución. Llamada Pollution Pods, consiste en seis domos, conectados entre sí, en cuyo interior se replican diferentes zonas climáticas, y contaminantes como ozono, material particulado, dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono, entre otros.
“Son unos domos geodésicos creados por el artista británico Michael Pinsky, donde se simula la calidad del aire de varias localidades del mundo”, explica Leanes y comenta que la intención de la OPS/OMS es traer la instalación a Chile para la COP25.
“Chile no es un país donde las enfermedades transmitidas por vectores tengan una incidencia alta, pero sin duda es un problema emergente de salud en el norte y en Rapa Nui”.
Cooperación de dos vías
¿Cuáles son las prioridades de la OPS/OMS en Chile?
Tenemos cinco categorías sustantivas: enfermedades transmisibles, enfermedades no transmisibles, salud en el curso de la vida, sistemas de salud, y emergencias y desastres. En la primera categoría son prioritarios el VIH y el control de la tuberculosis. Chile no es un país donde las enfermedades transmitidas por vectores tengan una incidencia alta, pero sin duda es un problema emergente de salud en el norte y en Rapa Nui, y también está la circulación de algunos virus zoonóticos, como por ejemplo el hanta virus o la rabia entre murciélagos insectívoros.
En enfermedades no transmisibles, para nosotros Chile es la punta de lanza en el control de los factores de riesgo del principal problema de salud que hoy tiene la humanidad. Esto es, las enfermedades crónicas, básicamente distintos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, enfermedad renal, muchas de las cuales están vinculadas con el tabaco, el alcohol, la alimentación no saludable, uso de sustancias y adicciones. Chile nos puede ayudar con su experiencia, por ejemplo, en el caso de alimentación saludable. También para nosotros es ejemplar lo que acá se está haciendo en materia de vigilancia de enfermedades agudas asociadas al uso de cigarrillos electrónicos.
En cuanto a curso de vida, en el país las necesidades materno-infantiles están bastante satisfechas. Por otra parte, hay una población que está envejeciendo y se está haciendo un énfasis muy grande en la preparación para una vejez sana, por lo que esperamos que Chile sea uno de los líderes en la próxima Década del Envejecimiento Saludable de la OMS (2020-2030).
Por otra parte, respecto a los sistemas y servicios de salud, el país está muy avanzado en un objetivo mundial: la cobertura universal de salud, que todas las personas estén cubiertas para todos los servicios y con protección financiera. Aunque sabemos que los chilenos pueden tener críticas al respecto, el Auge es un proceso ejemplar.
Finalmente, en lo que es preparación frente a desastres, hay países donde la cooperación internacional lo hace absolutamente todo cuando hay una emergencia, en cambio Chile no requiere mucho apoyo, porque está bastante preparado.
En general, podemos decir que la cooperación con Chile es de dos vías, es decir, Chile es un actor muy importante en salud y cooperamos juntos con el plan global de la OMS, de la OPS y con el plan Nacional.