La lucha no se puede detener por el COVID-19
“La biodiversidad está en un pronunciado declive, y las perturbaciones del clima se están acercando a un punto de no retorno”, advirtió el Secretario General de la ONU en su mensaje oficial para el Día.
Tanto para António Guterres, como para el líder de la Organización Metereológica Mundial, Petteri Talas, “se debe actuar con decisión para proteger al planeta tanto del coronavirus como de la amenaza existencial del cambio climático.
Aunque la pandemia ha llevado a una reducción transitoria de las emisiones de gases de efecto invernadero, no sustituye una acción climática continuada. Además, la situación hace que sea más difícil atajar los riesgos de desastres naturales, cuya gravedad no hace más que aumentar a causa del cambio climático.
“Si bien el COVID-19 ha provocado una grave crisis económica y sanitaria de alcance internacional, el hecho de no hacer frente al cambio climático puede poner en jaque el bienestar de las personas, los ecosistemas y las economías durante siglos. Tenemos que aplanar la curva tanto de la pandemia como del cambio climático”, afirmó Talas.
Para el jefe de la Organización Meteorológica es necesario mostrar la misma determinación y unidad contra el cambio climático que contra el coronavirus.
“Tenemos que actuar juntos en interés de la salud y la prosperidad de la humanidad, no solo durante las próximas semanas y meses, sino pensando en muchas generaciones futuras”, afirmó.
Los fenómenos meteorológicos extremos han aumentado, y no desaparecerán a causa del coronavirus.
“Y la pandemia no hace más que dificultar el reto que conlleva la evacuación de las personas para protegerlas de los ciclones tropicales, como evidenció Harold, el huracán de categoría 5 que azotó el Pacífico Sur. Y corremos el riesgo de que unos sistemas de salud saturados no puedan hacer frente a una carga adicional de pacientes debida, por ejemplo, a olas de calor”, señaló Talas.
El líder de la esa agencia pidió a los Gobiernos que redoblen sus esfuerzos para fortalecer los sistemas de alerta y así poder afrontar múltiples riesgos.
Para Guterres, es además esencial que los paquetes de estímulo posteriores a la COVID-19 ayuden a que la economía vuelva a crecer de forma más ecológica.
“Con frecuencia, las crisis económicas anteriores han ido seguidas de períodos de ’recuperación’ asociados con aumentos de las emisiones hasta niveles muy superiores a los previos a la crisis”, advierte la Organización Meteorológica.
Para fines de 2020, las emisiones globales de carbono deben disminuir un 7,6% y continuar disminuyendo en esa misma proporción cada año durante la próxima década para que se logre mantener el calentamiento global por debajo de 1,5˚C a fines de siglo, según el Informe sobre la Brecha de Emisiones 2019 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Mantener el calentamiento global a ese límite permitirá evitar una catástrofe, como han advertido los científicos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático.
Este año, no sólo se conmemoran los 50 años del Día de la Tierra, pero también el cuarto aniversario de la firma del Acuerdo de París.
La actual pandemia de COVID-19 es un claro recordatorio de la vulnerabilidad de los humanos y del planeta frente a amenazas de magnitud global. El daño descontrolado al medio ambiente debe ser abordado.