Actualmente, Rapa Nui presenta una serie de negativos efectos ocasionados por el cambio climático. El aumento del nivel del mar ha provocado un negativo impacto en el borde costero donde se encuentra el 90% de las estructuras megalíticas llamadas ahu, y moai. (ahu es la plataforma donde están los moai) Esta condición ha provocado un aumento en el riesgo de derrumbe de las estructuras y con ello la posible pérdida de piezas completas en el fondo del mar. El sector más expuesto a este tipo de daño, se encuentra en la costa sur de la isla y es conocido como “Poike”. En este lugar existen 4 plataformas con sus moai. Tres de ellas presentan daños producto de la erosión.
Esta declaración fue parte de la exposición que brindó el presidente de la comunidad Mau Henua, Camilo Rapu, en el marco de la Zona Verde de la COP25 en Madrid. Los modelos predictivos del impacto de cambio climático apuntan a que las áreas afectadas por el aumento del nivel del mar serán las estructuras ubicadas en Tahai, Tongariki, Akahanga, Anakena (Ahu Nau Nau), el sector de Roiho y el más urgente de rescatar; el complejo de Ura Uranga Te Mahina. En este último lugar, la comunidad Mau Henua está realizando un muro de contención para mitigar los efectos negativos e impedir que sigan los derrumbes.
Al interior del sitio de Orongo ( tangata manu) hay un “macizo” donde se encuentran petroglifos del hombre pájaro. Este conjunto de piedras ya ha sufrido desprendimientos de valiosas piezas arqueológicas.
Como se sabe, algunos modelos climáticos prevén que los niveles del mar podrían aumentar hasta 1,5 metros para el año 2100. En este escenario varios moai con sus plataformas podrían quedar irremediablemente sumergidos en el agua.