“Dado que nuestro modo de vida actual atenta contra nuestro modo de vida futuro, se hace evidente que ha llegado el tiempo de cambiar. Pero para cambiar es necesario conocer y entender cuál es el problema, y cuáles son las alternativas que tenemos”.
Esta idea, contenida en el inicio del libro “Cambio Climático en Chile: Mitigación y Adaptación” editado por el Centro de Cambio Global UC, da cuenta de los alcances que tiene esta publicación que será presentada oficialmente este jueves en el seminario internacional “Cambio climático en Chile: lecciones aprendidas y desafíos urgentes en mitigación y adaptación” en la Casa Central de la Universidad Católica, en el marco del décimo aniversario del centro.
En el libro se recoge la experiencia acumulada de diez años de cátedras y del trabajo de sus docentes, dando cuenta de la situación global y de cómo esta afecta a nivel local. Los escenarios previstos, los impactos en Chile, y también qué podemos hacer para enfrentarlos. Se trata de la primera publicación en el país que reúne en un solo volumen gran parte de la información disponible respecto del cambio climático, cómo mitigarlo y qué debemos hacer para adaptarnos a sus consecuencias.
“La información y el conocimiento son las herramientas más potentes para promover el cambio, y creo que en este tema hay mucho discurso y mucho eslogan fácil -y es natural, no podemos estar enterados de todo-, pero falta un poco más de educación. De ahí nace la idea de este libro, que tiene la estructura de los informes del IPCC, en cuanto a que hay capítulos con bases científicas y otros con las respuestas. Tiene la mirada global y la bajada a Chile, para que sirva además de fuente de información, no solo de contexto”, explica Sebastián Vicuña, director del Centro de Cambio Global UC.
Se trata no solo de comunicar el desafío global, sino de ver cómo mitigar lo que se puede mitigar, y adaptarnos allí donde no podemos hacerlo. Esto implica conocer cuáles son los probables escenarios futuros y los impactos del cambio climático sobre nuestra economía, la infraestructura, nuestra seguridad alimentaria, y el acceso a recursos fundamentales como el agua o las pesquerías.
¿Cuáles son los escenarios esperados para Chile? En lo que al clima respecta, existe una clara tendencia a la reducción del promedio de precipitaciones en la zona central y centro sur hacia el año 2050, de entre 5% y 15%. Y en cuanto a las temperaturas, se prevén aumentos significativos de al menos 1ºC en todo Chile continental para el mismo período. Ambos escenarios se intensificarían hacia finales de siglo, especialmente en escenarios de mayor severidad.
Mitigación en Chile
En este escenario, un primer movimiento es reducir las causas del cambio climático, principalmente las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Y en ese ámbito, Chile casi ha duplicado sus emisiones per cápita en los últimos 20 años, pasando de 2,49 toneladas de CO2 equivalente per cápita en 1993, a 4,7 tonCO2eq en 2013. Y para que esto cambie, se requieren cambios tecnológicos, culturales y ético-ambientales muy importantes.
En Chile, el principal emisor de GEI es el sector Energía, incluida la generación de electricidad y el uso de combustibles fósiles para el transporte. Para reducir las emisiones del primero, dice la publicación de Cambio Global UC, existen esencialmente tres estrategias: mejorar la eficiencia de la generación y la transmisión, reducir la cantidad de GEI en combustible, y reducir el consumo de electricidad.
En Chile se ha avanzado bastante hasta ahora en energías limpias. En 2018, el 18% de la generación provino de ERNC, principalmente solar fotovoltaica, gracias a una serie de políticas implementadas en el país. No obstante, aún existen desafíos respecto de su intermitencia y variabilidad en la generación de este tipo de energía.
Por otro lado, aún faltan avances en materia de transporte, un ámbito clave en la mitigación de emisiones para alcanzar un clima seguro. “En el corto plazo, es altamente probable que las emisiones de los modos aéreos y marítimos sigan creciendo, pero en los modos terrestres las tecnologías para mitigar las emisiones de GEI ya están disponibles, y con políticas públicas adecuadas debiéramos ver un fuerte despliegue de las medidas de mitigación necesarias para los próximos años, especialmente el fomento del transporte público, medios de transporte no motorizado, electromovilidad y eficiencia energética, entre otros”, concluye el documento.