Sindemia global. Ese es el término acuñado por Boyd Swinburn y que está relacionado con la sinergía existente entre tres epidemias que coexisten, interactúan entre sí, y comparten causas comunas: la obesidad, la desnutrición y el cambio climático. “Son tres problemas fruto de los actuales sistemas alimentarios poco saludables y mínimamente regulados”, afirma este investigador y docente de la Universidad de Auckland, que estuvo nuevamente en Chile para exponer en el Congreso del Futuro.
Líder de la sección de Política y Prevención de la World Obesity Federation (WOF) y la Comisión de Obesidad de la Revista The Lancet, Swinburn ya había visitado nuestro país para interiorizarse sobre la Ley de Etiquetado vigente en Chile, de la que destaca el trabajo desarrollado por el senador Gido Girardi.
Según afirma, el aumento de fenómenos climáticos extremos causados por el cambio climático, y su impacto en la agricultura, incrementará la inseguridad alimentaria a nivel global y afectarña los precios de los alimentos básicos. Al mismo tiempo, afirma, está provocando que los alimentos sean menos saludables, porque el incremento del CO2 en la atmósfera está reduciendo considerablemente sus niveles de nutrientes.
Por ello, afirma, es necesario trabajar de manera más íntegra en las causas de los tres problemas que generan la sindemia global, donde la comúnicación científica y las políticas públicas son fundamentales para mejorar la salud de la población y la concientización de estos temas.
¿Cómo la producción agrícola, afectada por el cambio climático, puede tener consecuencias en los índices obesidad y desnutrición?
Hay un montón de evidencia allá afuera sobre lo que el cambio climático hará a la agricultura, especialmente en las zonas más tropicales. Las regiones más pobres y sus poblaciones van a estar en alto riesgo de inseguridad alimentaria, no tendrán suficiente comida y por ello la desnutrición se manifestará y muy probablemente aumentará.
La influencia del cambio climático en la obesidad es un poco incierta; si la inseguridad alimentaria se vuelve severa, la gente no tendrá suficiente para comer y la obesidad se reducirá, pero si no es tan severa, entonces hay mucha evidencia de que pasar por ciertos períodos sin comida de vez en cuando, puede incrementar los niveles de obesidad. Por ejemplo, la gente que vive marginalmente mes a mes, o semana a semana, tienen un índice de obesidad más alto que otros que tienen un acceso alimentos de forma más segura, lo que se produce por exceso de ingesta durante esos tiempos. Los efectos del cambio climático en obesidad no los conocemos, pero estamos bastante seguros sobre lo que provocará en agricultura y la desnutrición.