No hay vacuna contra la crisis ambiental
Este Día Mundial del Medio Ambiente nos encuentra en plena crisis sanitaria, y si bien hoy la pandemia se debe abordar de manera urgente, no debemos olvidarnos de seguir avanzando en la protección de la naturaleza, porque conservar la biodiversidad y recuperar los ecosistemas degradados no es sólo un tema ambiental, es también un asunto de supervivencia.
Si bien hoy el coronavirus y sus efectos son considerablemente más evidentes en este momento que la crisis ambiental, el llamado de expertos de todas las disciplinas es el mismo: no podemos descuidar el medio ambiente por la pandemia, ya que si seguimos avanzando sin cuidar nuestro planeta, viviremos problemas donde no habrá cuarentena posible ni vacuna que nos permita hacerle frente.
Esta semana, el gobierno solicitó suma urgencia al proyecto de ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP). Ya vamos a cumplir una década en su tramitación y si bien hemos avanzado logrando con éxito la aprobación de este proyecto en el Senado, para moverse a la Cámara de Diputados, necesitamos la pronta aprobación e implementación de un servicio especialmente relevante para enfrentar las tres crisis que hoy nos aquejan: la de biodiversidad, la climática, y la social producto de la pandemia.
Estamos en medio de un proceso de extinción masiva de especies, tal como nos dijeron los científicos en la evaluación de IPBES de 2019: seguimos siendo el único país de América Latina que no cuenta con un sistema nacional de áreas protegidas bajo el resguardo del Ministerio del Medio Ambiente, por lo que implementar un sistema bajo criterios aunados, junto con una regulación sólida y mayores recursos humanos y financieros, es la mejor manera de dar protección a nuestro patrimonio ambiental y de paso a nosotros como seres humanos.
Debemos avanzar en el fortalecimiento de nuestra institucionalidad ambiental también porque es un organismo clave para enfrentar la crisis climática: el SBAP es fundamental en la implementación de las soluciones basadas en la naturaleza, permitiendo una gestión efectiva de nuestras áreas marinas protegidas, fomentando la restauración de los ecosistemas y protegiendo los humedales, cuyos servicios ecosistémicos nos permiten mitigar y hacer frente al cambio climático.
Estas acciones resultarán en potenciar una “recuperación verde”, generando condiciones habilitantes para encausar recursos hacia las comunidades aledañas a las áreas protegidas, así como redes de trabajo en torno a actividades como el turismo sustentable, acciones imprescindibles para mejorar el estado de salud de la naturaleza y que conllevan un aumento de las posibilidades laborales a la vez que seguimos protegiendo nuestro patrimonio natural.
Este esfuerzo por aprobar el SBAP requiere del compromiso de todos, desde el Estado hasta la academia, sectores productivos y organizaciones de la sociedad civil y, por supuesto, cada habitante del país, todos actores que tenemos un rol importante que cumplir en la situación ambiental actual, promoviendo estas iniciativas que nos permitan avanzar en el cuidado del medio ambiente.
*Juan José Donoso es Jefe de la División de Recursos Naturales y Biodiversidad del Ministerio del Medio Ambiente