Fundación Terram pide un plan de acción urgente luego de intoxicación en Quintero y Puchuncaví
Luego del episodio de contaminación del aire por dióxido de azufre que se vivió el lunes en Quintero y Puchuncaví, y que provocó en más de cien personas síntomas atribuibles a intoxicación por emanaciones, la Fundación Terram emitió una declaración pública.


Luego del episodio de contaminación del aire por dióxido de azufre que se vivió el lunes en Quintero y Puchuncaví, y que provocó en más de cien personas síntomas atribuibles a intoxicación por emanaciones, la Fundación Terram emitió una declaración pública donde pide que se entreguen a la autoridad ambiental regional las atribuciones para paralizar las faenas durante episodios de emergencia ambiental.
Las personas afectadas, en su mayoría menores de edad, sufrieron ardor en los ojos, náuseas, vómitos, dolor de cabeza y de estómago, entre otros. Esto sucedió luego que una de las estaciones de medición de emisiones registró 1.300 microgramos de dióxido de azufre por metro cúbico, cuatro veces por sobre los 350 ug/m3 permitidos.
Desde Fundación Terram señalaron que “tenemos la convicción de que, para lograr terminar con las Zonas de Sacrificio en Chile, se requiere en forma urgente de un plan de acción. Junto con ello, el gobierno del presidente Gabriel Boric, a través de sus ministras de Salud y de Medio Ambiente, debe comprometerse a actualizar la normativa de calidad del aire con los mejores estándares internacionales, como son los de la Organización Mundial de la Salud. Además, como parte del plan de acción, es necesario que se lleven a efecto cambios drásticos en la institucionalidad ambiental, dotándolos de mayores competencias y capacidad de fiscalización en aquellas zonas donde existen poblaciones vulnerables y altos índices de contaminación”.
Agrega que “es imperativo que la autoridad ambiental de la Región de Valparaíso posea herramientas eficaces que la faculten a paralizar las faenas durante episodios de emergencia ambiental y que la Seremi de Salud, única instancia que puede solicitar esta medida con base en la salud infantil, se comprometa a cerrar las faenas. No es posible que frente a cada peak de contaminación se cierren las escuelas y las industrias sigan funcionando, viviendo el mundo al revés, con prioridades invertidas”.
“Los avances han ido lento y, a pesar de la ratificación del Acuerdo de Escazú y la reciente promulgación de la Ley Marco de Cambio Climático, dos potentes instrumentos legales para que nuestro país ‘haga las cosas de otra forma y dejar de considerar lo medioambiental como un eje sectorial y transversalizarlo en todas las políticas públicas del Estado chileno’, como aseguró el Presidente Boric en el lanzamiento de este último instrumento, esta realidad está lejos de concretarse, mientras los habitantes de Quintero y Puchuncaví, esperan en vano”, concluye la declaración.