Elementum convierte los plásticos en eco-combustible y solventes orgánicos
Fundada inicialmente como EcoFuels, este emprendimiento de base científico-tecnológica logra transformar casi cualquier tipo de residuos plásticos, mediante un proceso termoquímico que no emplea combustión ni deja huella hídrica, en subproductos líquidos de múltiples aplicaciones. Hasta ahora han logrado procesar hasta media tonelada de material, y cuya metodología tiene la ventaja de recibir plásticos que no necesariamente deben venir lavados, pero sí secos.
Mientras cursaban un doctorado en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, Ariel Crespo y José Duguet se propusieron en 2015 crear un diseño experimental propio que pudiera procesar residuos plásticos de una manera diferente a los métodos convencionales. Así, a principios de 2018, dieron vida a la empresa Eco-Fuels, que logró producir un eco-combustible a partir de distintos plásticos por medio de un proceso termoquímico que no usa combustión y deja cero huella hídrica.
En un intento por insertar la marca en Europa, Crespo y Duguet -este último año se incorporó Moisés Godoy- recibieron no tan buenas noticias: al año 2020, año de la máxima expansión de la pandemia, el Jurado Europeo estaba muy seguro de que todo el parque automotriz iba a cambiar a electricidad, y que los motores a combustión iban a desaparecer. Sin embargo, “la crisis energética está mostrando lo contrario”, dice Ariel Crespo, ciudadano boliviano de nacimiento y de padre chileno. Y decidieron junto a su socio Duguet abrirse a nuevos clientes y mercados.
“Creemos que el potencial es grande, pero luego le dimos una vuelta al emprendimiento y nos dimos cuenta de que podíamos obtener distintos subproductos de distintos plásticos. Nunca teníamos el mismo producto del mismo plástico. Los plásticos vienen con distintos grados de reciclaje. Fuimos afinando ese tema y llegamos a la conclusión de que podíamos obtener un producto intermedio: un solvente orgánico que puede ser usado como materia prima para fabricar lubricantes o solventes de pintura”, agrega Crespo.
De esta manera, nació Elementum, pyme de base científico-tecnológica que “está basada y usa toda la tecnología de EcoFuels; lo que cambia son las condiciones termodinámicas con el seteo de éstas se modifican/ajustan las características del producto final”, explica el director ejecutivo de la empresa. Lo otro que tuvo un viraje fue el modelo de negocios: pasaron de tratar directamente con los municipios a vincularse con las empresas, con el fin de colaborar en esta transición que ellas deben hacer con sus residuos en el marco de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP).
“Habíamos partido con una mezcla de plásticos procedentes de los municipios que se podían setear; luego llegó el estallido social de 2019 y dejaron de estar interesados porque se abocaron a atender las demandas sociales. Nos dimos cuenta de que cada empresa tenía un dolor particular”, agrega el emprendedor, quien es candidato a doctor en la referida facultad de la Universidad de Chile.
La ventaja del sistema es que cualquier residuo plástico es apto para ser procesado por Elementum y convertido en eco-combustible o solvente orgánico. “Solo tienen que venir secos, no importa si no están limpios”, acota Crespo, quien podría procesar todo tipo de plásticos, salvo los PVC que contienen dioxinas. Tampoco trabajan con el plástico PET, puesto que éste ya tiene un mercado consolidado.
“Elementum es una pyme de base científico-tecnológica que “está basada y usa toda la tecnología de EcoFuels; lo que cambia son las condiciones termodinámicas con el seteo de éstas se modifican/ajustan las características del producto final”.
Lo que sí se encuentran procesando en estos minutos son el polietileno de alta densidad (bidones de aceite, de químicos, de detergente), polipropileno (plástico flexible) y poliestireno expandido (plumavit) y hasta cartuchos de tinta de impresoras, a los que se les extrae el metal.
Actualmente Elementum realiza pilotajes con empresas ajustándolas a sus necesidades y a los tipos de residuos plásticos que dispongan. Es el caso de Química Maguey, una empresa de producción de artículos de limpieza que trabaja mayoritariamente con polietileno de alta densidad. Con ellos están ajustando un proceso para generar como subproducto un líquido que servirá para la producción de lubricantes de mantenimiento mecánico, tipo WD-40.
“Es una empresa que queda en Buin y que con sus propios residuos y otros logran producir un solvente orgánico que luego convierten en este lubricante”, explica Ariel Crespo. Explica también que Elementum puede tratar aquellos plásticos específicos que trabajan con productos químicos. “Por lo general, esos plásticos no se pueden reciclar para consumo humano, porque pueden haber residuos de químicos anteriores, y básicamente terminan en vertederos”, aduce.
Cada kilógramo de plástico procesado, añade el emprendedor, se puede convertir en hasta 750 ml de solvente. Hasta la fecha suman media tonelada de plásticos transformados en solventes orgánicos. “No utilizamos agua porque queremos ser lo más eco-amigables posible”, complementa Ariel Crespo. “De los distintos tipos de plásticos y sus características, sacamos un producto final que dependerá de lo que requiere el cliente final”.
Elementum ocupa uno o varios equipos portátiles para desarrollar su propósito. Sin embargo, no podrán cumplir con la meta que se propusieron de incrementar la reciclabilidad y/o aprovechamiento de los plásticos, para que estos no terminen en vertederos y océanos. Debido a ello, diseñaron nuevos equipos escalados “cuya capacidad de procesamiento estaría entre los 50 a 200 kg/día de plásticos”, asegura.
Cabe consignar que en 2020, Elementum postuló a Know Hub Ignition, el programa de apoyo al crecimiento y maduración de emprendimientos de base científico-tecnológica de Know Hub Chile, y fue uno de los equipos ganadores. Desde entonces, son parte del portafolio de la corporación, que los ha acompañado en su camino como emprendedores de base científico-tecnológica. “Elementum desarrolló un sistema de reciclaje de plásticos que logra una verdadera circularidad, lo que lo convierte en un emprendimiento que aplica la ciencia y la tecnología para resolver un problema que es urgente hoy no solo en Chile, también para el resto del mundo”, destaca Javier Ramírez, director ejecutivo de Know Hub Chile.