Quedan pocos días para participar en consulta pública sobre normas de clasificación, requisitos y otros aspectos generales para áridos no naturales
En 10 días concluye el proceso digital para realizar observaciones a dos proyectos de norma que impulsan la economía circular en la construcción, relacionados con el reemplazo de áridos naturales por áridos que sean reciclados o artificiales. Se trata de un tema sensible, por cuanto la extracción de áridos naturales (principalmente grava, gravilla y arena) genera un impacto negativo en los ecosistemas y aumenta el riesgo de desastres socionaturales. Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, y Matías Contreras, gerente general de EcoAZA, valoran positivamente que se avance en estas normativas y destacan la relevancia de que diversos sectores, sobre todo especialistas, participen en la consulta.
La relevancia de la industria de la construcción en el desarrollo de la economía es innegable, tanto como la necesidad de avanzar en procesos que la hagan más sustentable, habida cuenta de la enorme cantidad de recursos que consume y de la gran magnitud de residuos que genera.
En ese sentido, Chile está realizando importantes esfuerzos para transitar hacia una economía circular en la construcción, con diversas iniciativas, entre las que destaca el reemplazo de áridos naturales por áridos artificiales o reciclados, lo que permitirá no solo reducir la extracción de áridos naturales, sino además disminuir pasivos ambientales tanto de este como de otros sectores de la economía.
En ese contexto se enmarcan las consultas públicas para las normas prNCh3851 “Áridos-Áridos artificiales en base a escorias del proceso siderúrgico – Clasificación y requisitos”, y prNCh3849 “Áridos-Áridos reciclados en base a residuos de construcción y demolición (RCD) inertes no peligrosos – Clasificación, ensayos y requisitos de caracterización, y directrices de trazabilidad”, ambas abiertas de manera digital hasta el viernes 8 de diciembre en el sitio del Instituto Nacional de Normalización (INN).
En términos generales, los áridos no naturales son los reciclados, provenientes de hormigón y otros residuos de la construcción ya usados, y los artificiales, que pueden incluir múltiples materialidades provenientes de procesos industriales; en el caso de la prNCh3851, se refiere específicamente a áridos desarrollados a partir de escorias del proceso siderúrgico.
Para dar cuenta de la necesidad de incorporar nuevos tipos de áridos a la construcción, la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, Alejandra Tapia Soto, entrega algunas cifras elocuentes: La construcción es el mayor consumidor de materias primas y otros recursos, utilizando alrededor del 50% de la producción mundial de acero y más de 3 mil millones de toneladas de materias primas (World Economic Forum, 2016). El segundo material más utilizado, después del agua, es el hormigón, siendo los áridos entre un 65% y 75% del volumen total de éste (Ministerio Obras Publicas, 2015). A nivel mundial, los RCD representan cerca del 35% de los residuos sólidos y, en Chile, el 34% (Conama 2010).
“Cada año se publica el día de la sobrecapacidad de la naturaleza (www.wwf.es), donde la demanda de recursos y servicios de la humanidad en un año supera lo que la Tierra puede generar, es decir, necesitamos 1,75 planetas anualmente para satisfacer nuestras necesidades”, añade la especialista de Construye2025, programa de Corfo creado hace ocho años con el propósito de transformar al sector construcción desde la productividad y la sustentabilidad. Entonces, dado que los recursos son finitos -añade Tapia- surge la necesidad de asegurarlos no solo para las generaciones futuras, sino que también para las actuales.
“Existe un enorme desequilibrio en la distribución de los recursos, donde los áridos son claves para toda nuestra vida, desde la construcción de edificios donde habitamos hasta la infraestructura por donde nos desplazamos, autopistas, puentes, aeropuertos, acueductos y todo lo relacionado a obras civiles”, comenta la especialista de Construye2025, quien este jueves será una de las expositoras del seminario “Cambiando la forma de construir: Transformando residuos en áridos para construcción”, organizado por el INN y Corfo .
Tapia, quien es arquitecta y magíster en Arquitectura, entrega una mirada crítica sobre los efectos de la falta de productividad en la construcción de edificios en Chile: “Se pierden casi dos pisos de materiales por cada edificio de 17 pisos (Matrix, 2020), los desechos van a vertederos -en el mejor de los casos, autorizados-, o bien, a quebradas, bordes de ríos y al espacio público de comunas periféricas donde, paradójicamente, las personas ni siquiera cuentan con veredas, como es el caso de Bajos de Mena en Puente Alto”.
Es por esto que -dice- el surgimiento de nuevos tipos de áridos, “ya sean reciclados a partir de los desechos de hormigón o los artificiales, provenientes del procesamiento de otros residuos como la industria siderúrgica o relaves mineros, son una oportunidad para el aseguramiento y distribución de los recursos, con el fin de responder no solo a la demanda de nuevas obras, sino que también poder atender las necesidades de las personas más necesitadas”.
Un planteamiento similar, con énfasis en los beneficios socioambientales, es el que realiza Matías Contreras Uribe, gerente general de EcoAZA, empresa creada hace casi tres años al alero de Aceros AZA para valorizar los productos secundarios originados en la producción de acero de alta calidad a partir de chatarra ferrosa. Una de las formas de valorización es, precisamente, la elaboración de áridos artificiales.
A juicio del ejecutivo, avanzar en las normas que están actualmente en consulta pública permitirá “promover el desarrollo de la construcción de manera más sustentable, ya que sustituyen a materiales extraídos naturalmente. Lo que se espera es que existan beneficios socioambientales en su uso ya que el hecho de dejar de intervenir ríos para extraer áridos tiene un impacto positivo en términos de CO2, afectación de flora y fauna, etc.” Para dimensionar el efecto del reemplazo, baste señalar que en el país se emplean anualmente más de 12 millones de metros cúbicos -más de un millón de camiones- de áridos naturales, de acuerdo con cifras del Instituto del Cemento y del Hormigón de Chile (ICH).
“Las normativas son una herramienta muy importante para definir estándares y los requisitos mínimos que deben cumplir los materiales y productos de acuerdo a su desempeño y aplicaciones; son fundamentales para generar confianza para su uso”.
Normas complementaras
Como parte de estos mismos esfuerzos, el INN también está trabajando desde 2021 en la revisión de la Norma Técnica NCh163 “Áridos para morteros y hormigones – Requisitos”, cuya actualización significará un cambio revolucionario en el país, al posibilitar el uso masivo de áridos que no sean naturales.
“Estas normas -prNCh3849 y prNCh3851– son complementarias a la NCh163, ya que en estos casos se está caracterizando a los áridos en función de sus orígenes y aplicaciones. Por otro lado, la NCh163 da cuenta de una aplicación particular que son áridos para morteros y hormigones. Es de esperar que tengamos nuevas normas con otras aplicaciones, como por ejemplo en caminos”, comenta Matías Contreras de EcoAZA, cuya empresa matriz Aceros AZA lleva más de 70 años desarrollando la economía circular en el ámbito siderúrgico.
Sobre nuevas aplicaciones, Alejandra Tapia, de Construye2025, cuenta que hay “otras dos normas que se relacionan a su uso en pavimentos, en bases y subbases, que son aplicaciones que son muy comunes en Europa”. Ambas están también en proceso de consulta, hasta el 14 de diciembre: prNCh3850 “Pavimentos – Áridos artificiales en base a escorias del proceso siderúrgico – Trazabilidad y requisitos para incorporar en bases y subbases de pavimentos”, y prNCh3848 “Pavimentos – Áridos reciclados en base a residuos de construcción y demolición (RCD) inertes no peligrosos – Trazabilidad y requisitos para incorporar en bases y subbases de pavimentos”.
A semejanza de esas dos normas, explica Tapia, “la norma NCh163 se focaliza específicamente en el uso de áridos en morteros y hormigón, mientras que las normas que se encuentran en consulta pública hasta el 8 de diciembre son generales, es decir, definen su clasificación, ensayos, requisitos de caracterización y sus directrices para la trazabilidad, ya que son recursos provenientes de residuos”.
De hecho, en ambos proyectos de norma sometidos a consulta -prNCh3849 y prNCh3851– no se establecen los requisitos que deben cumplir los áridos no naturales -artificiales y reciclados provenientes de RCD- para los distintos usos específicos.
La consulta pública está dirigida al público en general y, en ese contexto, ambos especialistas subrayan la importancia de que diversos sectores envíen sus observaciones para contribuir a lograr las mejores normas posibles. “Es una invitación abierta a participar, pero es de esperar que participen partes interesadas desde la investigación, ministerios y empresas que puedan aportar antecedentes para robustecer los cuerpos normativos”, señala Matías Contreras.
A su vez, Alejandra Tapia complementa diciendo que “es muy importante la participación de expertos en áridos, hormigón, y sus aplicaciones en vialidad y obras de infraestructura, que cuenten con conocimientos técnicos y, sobre todo, que conozcan el estado del arte internacional, ya que si alguna persona no está bien informada, podría ralentizar y complicar el proceso”.
“Estas normas promoverán el desarrollo de la construcción de manera más sustentable ya que sustituyen a materiales extraídos naturalmente. Lo que se espera es que existan beneficios socioambientales en su uso ya que el hecho de dejar de intervenir ríos para extraer áridos tiene un beneficio en términos de CO2, afectación de flora y fauna, etc.”