Midas Chile renovó certificación R2 en su nueva versión con más exigencias para el reciclaje sustentable de residuos electrónicos
La empresa de minería urbana Midas Chile logró por tercera vez la certificación R2, que avala su compromiso con el reciclaje sustentable de aparatos electrónicos. En 2016 fue la primera empresa en Chile, y segunda en Latinoamérica, en obtener esta validación, que en su versión 2023 aumentó sus exigencias. “Estamos permanentemente innovando y desafiándonos para ser mejores, para brindar un mejor servicio a nuestros clientes, mejorando con esto la sociedad completa a través de un desarrollo sostenible, que promueva un progreso del país”, comenta Mitzy Lagos, gerenta de economía circular de la compañía.
En 2016, cuando la Ley Marco para la Gestión de Residuos, la Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje (Ley REP, 20.920) recién era promulgada en Chile, y la legislación en torno a estas materias estaba recién comenzando a tomar fuerza en el país, la empresa de minería urbana Midas Chile decidió someterse a todas las evaluaciones para obtener la Certificación R2, que avala la sustentabilidad de los procesos de reciclaje, recolección y reutilización de productos electrónicos. Ese año Midas Chile se convirtió en la primera empresa chilena, y la segunda en Latinoamérica, en tener la Certificación R2 (The sustainable electronics reuse & recycling standar).
Mitzy Lagos, gerenta de economía circular de Midas Chile, explica que, a diferencia de aquella certificación a la que accedieron en 2016, este año la norma tuvo importantes cambios debido a la creación de una nueva versión, que permite certificarse de forma más especializada en los ámbitos que más le compete a cada empresa postulante.
Al igual que en otras certificaciones, la R2 debe ser renovada para que tenga validez. Así, tras obtenerla en 2016, Midas Chile logró su renovación por un segundo ciclo de tres años, y este 2023 renovó nuevamente la certificación que garantiza que sus prácticas de reciclaje son responsables con el medio ambiente, la salud y la seguridad. Si bien en las dos primeras oportunidades fue un gran desafío, este tercer ciclo va un paso más allá, porque está basada en una nueva versión de la norma, la R2v3, que se adapta a los cambios registrados la última década.
Según relata la gerenta de economía circular, Midas Chile concluyó el proceso de auditoría a fines de junio y el 10 de julio recibió su certificado para este tercer ciclo, que incluye desde el 26 de enero de 2021 al 25 de enero de 2024.
“Tras diez años con la misma norma, la organización que lidera esta certificación, SERI, hizo una renovación, porque en 10 años la tecnología evolucionó mucho en comparación a cuando se creó la primera edición de la R2, que es como un equivalente a ISO, pero exclusivamente para el reciclaje de aparatos electrónicos”, explica Lagos.
La certificación R2v3 avala, entre otros aspectos, el buen manejo de la información almacenada en los equipos que se valorizan (computadores, celulares, impresoras, decodificadores, etc.), así como la manipulación y tratamiento seguros de los residuos peligrosos contenidos en ellos, como por ejemplo el plomo, mercurio y arsénico, por mencionar algunos.
“La norma pone mucho énfasis en que no basta con reciclar con respeto y cuidado al medio ambiente y a las personas, sino que también considera al usuario de este aparato electrónico que será reciclado, garantizándole que los datos que contiene su equipo no van a ser difundidos. Hace años había empresas financieras, por ejemplo, que remataban sus equipos electrónicos sin tratar la información sensible”.
Entre los principales cambios, detalla la gerenta de economía circular de la compañía, se encuentra una flexibilización para las empresas que se dedican al reciclaje, porque hay módulos a los que cada empresa postula. En el caso de Midas Chile, accedieron a la certificación en los Apéndices A: Downstream Recycling Chain (cadena de reciclaje aguas abajo), B: Physical Data Sanitization (seguridad y limpieza de datos) y E: Materials Recovery (recuperación de materiales).
“La norma pone mucho énfasis en que no basta con reciclar con respeto y cuidado al medio ambiente y a las personas, sino que también considera al usuario de este aparato electrónico que será reciclado, garantizándole que los datos que contiene su equipo no van a ser difundidos. Hace años había empresas financieras, por ejemplo, que remataban sus equipos electrónicos sin tratar la información sensible. La norma R2 pone en relevancia este tema y nos pide a nosotros, como empresa de reciclaje, que tengamos mucho cuidado y eduquemos también a nuestros clientes”, detalla Lagos.
La ejecutiva de la principal empresa de minería urbana en Chile destaca que contar con esta certificación es de suma importancia no solo porque verifica sus procesos, sino porque los obliga a mantener un estándar que siempre debe ir mejorando en el tiempo.
“Estamos permanentemente innovando y desafiándonos para ser mejores, para brindar un mejor servicio a nuestros clientes, mejorando con esto la sociedad completa a través de un desarrollo sostenible, que promueva un progreso del país. Esto lo logramos a través de esta norma, pero también a través de otras acciones, como la implementación de nuestros paneles solares. En ese caso, también fuimos la primera empresa de reciclaje en el mundo que tiene 100% de energía eléctrica compensada”, precisa Mitzy Lagos.
“Tras diez años con la misma norma, la organización que lidera esta certificación, SERI, hizo una renovación, porque en 10 años la tecnología evolucionó mucho en comparación a cuando se creó la primera edición de la R2, que es como un equivalente a ISO, pero exclusivamente para el reciclaje de aparatos electrónicos”.