Por un tema cultural, según explican los expertos, se acostumbra a relacionar el pasto con jardines, parques y plazas. Sin embargo, esta especie es propia de ciudades europeas lluviosas, donde crece sin necesidad de riego, algo que no ocurre en algunas zonas áridas de Chile, donde se insiste en su uso para embellecer los paisajes. Pero mantener estas carpetas verdes existe una alta demanda de agua, un recurso que por estos días es escaso.
Para ser más precisos de lo que esto significa, Pablo García-Chevesich, miembro del Programa Hidrológico Internacional de Unesco y asesor científico de la International Erosion Control Association, explica que “en zonas mediterráneas como Chile central, el césped promedio puede necesitar hasta 7 litros/m2 diariamente durante los meses de calor. En otras palabras, si se tiene un jardín con 200 m2 de césped, dicho jardín requiere de 1.400 litros en un día”.
“Si consideramos que generalmente la gente riega durante todo el año -agrega- con sistema automático y la misma cantidad, estamos hablando de 500 mil litros de agua que se derrocha sólo por el lujo de tener césped, un lujo totalmente innecesario”.
En el mismo punto coincide Carlos Bonilla, académico de ingeniería hidráulica y ambiental de la Universidad Católica, quien aclara que “no es nada en contra del pasto, porque el pasto es parte de los proyectos paisajísticos, pero debe ser controlado porque exige una mayor proporción de agua en comparación a cualquier otra especie. En Chile hay un gusto por los jardines exóticos, de mucho verde y suelo cubierto por plantas, no tenemos una cultura de cuidar el agua, y eso radica en que por mucho tiempo este recurso fue abundante. Hoy ya no lo es y no solo ocurrió por fenómenos climáticos, también se debe a una mayor demanda, por ejemplo, de regadío”.
En este sentido Bonilla, también investigador del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus), propone como solución los jardines xerófitos o xerófilos, que usan el agua de manera racional.
“Nuestro clima apunta a un tipo de vegetación que no es exuberante. La gente entiende mal este concepto y cree que esto se refiere a un patio lleno de cactus. Aquí hay n manejo de suelo que ayuda a bajar la presión de agua, y eso significa incluso un beneficio económico para las personas”, afirma.
Manejo de aguas lluvias y de especies
Ahí es donde aparece la xerojardinería, una técnica creada en 1981 en la ciudad de Dénver, Estados Unidos, debido a una fuerte sequía que azotó a la zona y que generó problemas de abastecimiento municipal.