Hasta 2018, la Municipalidad de Providencia gastaba ingentes cantidades de dinero y agua en regar esa porción de la acera no pavimentada, conocida como “veredón”; vale decir, la franja de pasto dentro de la acera que divide la vereda y la calle. Era, sin duda, un despilfarro que debía ser abordado de algún modo, hasta que, por entonces, apareció en el horizonte el ingeniero forestal Cristóbal Elgueta, quien les mostró, a través de su inédita metodología de diseño de jardines que él mismo bautizó como “paisajismo ecosistémico”, que era posible sustituir ese pasto subutilizado por especies de bajo consumo hídrico.
Tras ese encuentro, el municipio dio un giro en su política hídrica para ciertas superficies verdes que no tenían uso y que, no obstante aquello, eran regadas sin ningún horizonte en la eficiencia. Eso se tradujo en la creación, al año siguiente, del programa Jardines Sustentables, que justamente abrevó del paisajismo ecosistémico formulado por Elgueta para trabajar inicialmente en dos proyectos piloto, en los que se atestiguara el comportamiento de las plantas ante un escenario de bajo o nulo consumo de agua.
“Los veredones tenían mucho pasto y se usaban como estacionamiento. Gastábamos mucha agua y mantención, por lo que empezamos a investigar para cambiar el paradigma en 2019. Cristóbal Elgueta tiene 20 años de experiencia en paisajismo sustentable, probando plantas que consumieran poca agua y que se adaptaran bien al clima. Y fuimos viendo en el diseño e implementación, qué plantas podíamos usar”, revela Valentina Vega, arquitecta y encargada del programa Jardines Sustentables de Providencia.
Los dos proyectos piloto fueron implementados en los bandejones centrales de calle Pocuro, a la altura de Los Pensamientos, y en calle Román Díaz entre la numeración 123 y 157, fuera de un edificio de viviendas. Seis meses después de la extracción del pasto y la plantación de especies, los efectos se hicieron notar: “La superficie estaba cubierta y empezaron a llegar abejas, mariposas y otro tipo de insectos. Le empezó a llamar la atención a la gente y demostramos que se podía hacer otro tipo de paisajismo”.
“No solo el proyecto reduce el consumo de agua por riego, sino que aumenta la disponibilidad de polen y néctar para moscas, abejas, mariposas nocturnas. Y es muy importante porque se está haciendo en el espacio público”, comenta Cristóbal Elgueta, quien colabora con la Fundación Abejas de Chile en la elaboración de proyectos inspirados en “paisajismo ecosistémico” que han podido presentar, sin la debida respuesta aún, en otros municipios de la Región Metropolitana.
En síntesis, según reseña el sitio web personal de Cristóbal Elgueta, en el paisajismo ecosistémico “el diseño de los espacios y la selección de las comunidades vegetales permiten transformar el jardín en un sistema biológico, donde es posible realizar conservación in-situ de especies en peligro o vulnerables a la extinción, disminuir a cero el requerimiento de pesticidas, entre otras cosas, y generar jardines y parques de aspecto silvestres de gran diversidad biológica, siendo además pionero en la masificación de sistemas de riego por goteo planta a planta, colaborando activamente en disminuir sustancialmente el consumo de agua”.