El cambio climático y el incremento de los fenómenos climáticos extremos impactarán con mayor fuerza a los países y a las personas más vulnerables. Este hecho, denunciado permanentemente por Naciones Unidas y una serie de organizaciones por todo el mundo, es uno de los principales argumentos para llamar a la acción climática urgente. Y en Chile, y en particular en la Región Metropolitana, la situación no será distinta.
Así se desprende del reciente “Informe de riesgos climáticos para la Región Metropolitana”, elaborado para el Ministerio del Medio Ambiente por la consultora GeoAdaptive, cuyo informe final fue entregado en enero de este año y puesto a disposición pública, y que revela que las comunas del sector poniente de la región son las que presentan el mayor índice de riesgo climático, encabezadas por Cerro Navia, Lo Espejo y La Pintana.
El estudio recoge una serie de trabajos previos e información de diversos organismos públicos -así como datos estadísticos comprendidos entre 1990 y 2019- para determinar tanto las principales amenazas de origen climático para Santiago, así como análisis de exposición, vulnerabilidad y riesgo a nivel regional y comunal, y cómo los fenómenos de origen climático podrían impactar en la infraestructura y los sectores productivos de la región que concentra la mayor población urbana del país.
Sumando capa tras capa de información, se va revelando el riesgo climático y la exposición a fenómenos climáticos de las 52 comunas de Santiago. Por ejemplo, una de las comunas que presenta mayor riesgo considerando solo el índice de amenaza y exposición de la población es La Reina, mientras que Lo Barnechea y Colina aparecen entre las comunas con mayor superficie de su territorio expuesta a incendios. Sin embargo, al sumar otros indicadores como infraestructura expuesta, pobreza multidimensional, grupos etarios vulnerables y materialidad de las viviendas -entre otros-, las comunas del sector poniente de Santiago se sitúan en el top del índice de riesgo climático.
Al evaluar el riesgo, y considerando este en función de la amenaza, la exposición a esta de personas y bienes, y las condiciones de vulnerabilidad de la población y de los bienes expuestos, se consideraron cinco amenazas prioritarias para la Región Metropolitana: inundaciones, remoción en masa, incendios forestales, sequías y olas de calor.
Las primeras son un fenómeno habitual en Santiago, al punto que entre 1990 y 2014 se han registrado más de 50 eventos ligados a inundaciones, entre ellas la registrada en 1993 cuando 18 comunas de Santiago fueron declaradas zona de catástrofe por este fenómeno causado por lluvias intensas y prolongadas que -principalmente en invierno- impactan a zonas aledañas a cauces naturales y quebradas.
De acuerdo con el informe, las zonas con alto peligro de inundación se encuentran principalmente en el piedemonte, las zonas bajas del área urbanizada de Santiago y a lo largo de los cauces y planicies aledañas a los ríos Mapocho y Maipo, con un área que suma 37.407 hectáreas, el 2,4% de la superficie de la región.
“Cinco comunas presentan un alto porcentaje de superficie amenazada por inundación (22% a 38% de su superficie comunal), y corresponden a las comunas de Quilicura (38%), Cerro Navia (26%) y Quinta Normal (28%) en la parte baja de Santiago, y Vitacura (30%) y Macul (22%) en el piedemonte y precordillera”, señala el informe.