El Aeropuerto Internacional de Santiago se pone verde
Eliminación de las bombillas plásticas, iluminación eficiente, contratos de energía limpia y vehículos eléctricos forman parte de las iniciativas que durante el último año el principal terminal aéreo de nuestro país ha impulsado para proteger el medio ambiente y reducir su huella de carbono.
Desde comienzos de 2018, paso a paso, el Aeropuerto Internacional de Santiago -controlado por el consorcio Nuevo Pudahuel– ha ido sumando una serie de iniciativas sustentables orientadas a la protección del medio ambiente y a reducir su huella de carbono, en línea con lo que están realizando los principales terminales aéreos del mundo.
La iniciativa más reciente fue impulsada recientemente, con el anuncio en conjunto con el Ministerio del Medio Ambiente de eliminar el 90% de las bombillas plásticas que se usan en el terminal. A esta causa se sumaron la mayoría de los locales de comida y bebidas que se ubican al interior del aeropuerto Arturo Merino Benítez, lo que implica que se dejarán de utilizar 19 millones de ellas. Según Branko Karlezi, sugerente de comunicaciones de Nuevo Pudahuel, esto equivale a ocho toneladas de plástico que se dejan de utilizar cada año.
A esto se suma otro proyecto ya en marcha para un uso eficiente de la energía y reducir la huella de carbono. “Se cambiará la iluminaria actual por tecnología LED, lo que ahorraría sobre el 70% del uso eléctrico en este ítem”, agrega Karlezi. En el aeropuerto ya se han sustituido 997 luminarias convencionales.
También en la línea de reducir su huella de carbono, “hemos firmado con Engie el suministro de electricidad de origen limpio y renovable por 18 años para el aeropuerto Arturo Merino Benítez”, explica Karlezi. El acuerdo entrará en vigencia en enero para la entrega de energías provenientes de fuentes 100% renovables, lo que permitirá reducir 35.700 toneladas anuales de CO2 en el terminal.
Plantación de árboles, reciclaje y autos eléctricos
Otra de las iniciativas para reducir la huella de carbono causada por el aeropuerto es la de un sistema de donación de árboles a la comuna de Pudahuel que se enmarca en un compromiso con la red Vinci, que es una filial que integra a los aeropuertos del mundo y en el que tienen el compromiso de ser “competitivos y sustentables a la vez”.
En esencia, a los pasajeros se les ofrece donar un árbol entre siete especies ofrecidas como alternativa, para ser plantados en la comuna en que se emplaza el aeropuerto. Según Karlezi, hasta ahora “se han donado 600 árboles en lo que va de campaña, que se entregan a la municipalidad de Pudahuel y ellos deciden dónde plantarlos”.
Por otro lado, otro de los planes que se han realizado dentro del recinto, está la implementación de 50 automóviles híbridos que cumplen las funciones de un taxi para el transporte de pasajeros, los que gastan un 38% menos de combustible que un auto tradicional y emiten 7,1 toneladas menos de CO2 en la atmósfera. A esto se sumará la instalación de 10 electrolineras para abastecerlos de energía.
Respecto a los desechos que se producen dentro del terminal, en 2017 se reciclaron 160 toneladas de residuos, y en la medición del primer trimestre de este año (de enero a marzo de 2018) ya se habían reciclado 59 toneladas, entre ellos cartón, vidrio, aceite vegetal, plástico y latas.
Actualmente, el Aeropuerto de Santiago está siendo mapeado por el programa de ministerio del Medio Ambiente Huella Chile y Airport Carbon Acreditation (ACA), para monitorear la disminución de la huella de carbono, de la cual todavía no se tienen cifras concretas.
El terminal aéreo cumplió el primero de los cuatro niveles de exigencias certificados por el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI). La etapa ya resuelta del certificado es la del mapeo de emisiones de CO2, mientras que la etapa de reducción de emisiones aún se encuentra en proceso. Las etapas de reducción y optimización todavía no se han comenzado.
Aeropuertos sustentables del mundo
¿Qué ocurre en otros aeropuertos del mundo? Hay algunos terminales aéreos que llevan la ventaja en sustentabilidad a nivel global, y que representan un modelo a seguir en términos de certificación, muestran avances notables en materia de sostenibilidad.
Un aeropuerto que se destaca por su sustentabilidad es el Aeropuerto Ecológico de Galápagos en Ecuador. Su superficie es de 10 mil m2 y se ubica en un lugar ambientalmente protegido. Su sello de certificación es LEED de Oro.
Se destaca por ser un proyecto que busca lograr una solución de bajo impacto ambiental, acondicionada con protección solar total y ventilación natural. Tiene un bajo consumo de energía y agua potable, y las energías que utiliza son renovables o de bajo impacto. Contiene paneles fotovoltaicos y se produce agua caliente por colectores solares planos.
El tercer aeropuerto con el medio ambiente es el Terminal A del Aeropuerto Internacional Boston Logan, que tiene una superficie de 170 mil m2 y es el primer edificio LEED de Estados Unidos.
Sus techos y ventanas son reflectantes del calor, los grifos de agua son de bajo flujo, los WC no utilizan agua, las luces son de auto regulación y filtran el agua de las lluvias.
En cuarto lugar, se encuentra el Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de San Diego, EE.UU., con una superficie aproximada de 140 mil m2. El edificio de tres pisos tiene una certificación LEED Platinum y es el único aeropuerto comercial que ha recibido esa puntuación en el país.
El último de los terminales más sustentables del mundo es el Terminal 3 del Aeropuerto Internacional Indira Gandhi, ubicado en la India. Se abrió en julio de 2010 y obtuvo el certificado LEED Gold.
Su estructura está diseñada con una base de metal y cristal, tiene un jardín de 10 mil m2 y está equipado de energía eficiente para ahorrar recursos. La orientación del edificio de 20 mil m2 reduce el ingreso del sol y esto mejora la iluminación. Se caracteriza por tener espacios amplios, vanguardistas y muestras de la cultura india.