El 9 de marzo de 2018, la Torre Bolueta de Bilbao desplazó oficialmente a The House at Cornell Tech de Nueva York como el edificio residencial Passivhaus (PH) más alto del mundo. Con sus 20 pisos y 88 metros de altura, la obra considera 361 viviendas bajo este estándar de máxima eficiencia energética originado en Alemania. Pero no son departamentos en los que prime la opulencia: son viviendas sociales, a precios muy convenientes y dirigidas hacia personas con escasos recursos.
“El primer bloque tiene 171 viviendas y están funcionando. De esas, 108 son sociales en venta a precios muy económicos, entre un tercio y la mitad de un precio real. Y hay 63 que son sociales en alquiler, para personas con renta reducida o problemas de reinserción social. Es algo muy habitual en el norte de España: en Navarra hay 1.000 viviendas que se están construyendo bajo estándar PH y todas son sociales en alquiler”, explica Germán Velázquez, socio de VArquitectos, el estudio a cargo de ese rascacielos y de otros numerosos proyectos Passivhaus en España.
Velázquez, precisamente, se encuentra preparando las maletas para visitar Chile: el próximo jueves 8 de agosto, el arquitecto español participará como expositor en el seminario “Estrategia Passivhaus contra la pobreza energética”, organizado por el Instituto Passivhaus Chile, la primera filial latinoamericana de la matriz radicada en la ciudad alemana de Darmstadt.