Actores del sector público y privado movilizan soluciones innovadoras para convertir a Concepción en una ciudad circular
Múltiples iniciativas lideradas, entre otros, por la Universidad de Concepción, Essbio, el Banco de Alimentos Biobío Solidario, CityLab Biobío y emprendedores locales, son ejemplos de que es posible tener un modelo de desarrollo bajo en emisiones contaminantes y con territorios más eficientes y sostenibles. El estudio ´Ciudades Circulares para Chile’, desarrollado por Enel con el Centro de Extensión de UC Davis y el patrocinio del Ministerio del Medio Ambiente, entregó insumos relevantes para avanzar en esa dirección en tres grandes urbes chilenas, entre ellas Concepción.
Una adecuada planificación urbana es vital en el proceso de diseño y crecimiento de las ciudades. En Andorra, Hamburgo, Ho Chi Minh, Guadalajara, Shanghai, Taipei y Toronto estudian cómo avanzar hacia ese objetivo a partir de la simulación de escenarios urbanos que permitan mejorar y acelerar la toma acertada de decisión asociada a proyectos de ciudad como la edificación en altura, uso de suelos y movilidad, al tiempo de determinar el impacto en la calidad de vida de sus habitantes.
Estas grandes urbes son parte de la red global de ´CityLab´ o laboratorios de ciudad del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), que incorpora su metodología y tecnologías como la inteligencia artificial para realizar diagnósticos dinámicos que resultan del cruce de información proveniente de distintos actores del sistema.
Concepción forma parte de este grupo desde octubre pasado, cuando el Gobierno Regional del Biobío, Corporación Ciudades, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) de Concepción y el Media Lab City Science del MIT formalizaron en Boston, Estados Unidos, el acuerdo de trabajo para crear el primer laboratorio de ciudad de Sudamérica en la Región del Biobío, con el apoyo de las universidades de Concepción, del Desarrollo y del Biobío y poder integrar la data existente a nivel local.
La iniciativa, que contempla una serie de intervenciones a ejecutarse en un período de cuatro años, se encuentra en la fase de definir el barrio piloto del Gran Concepción donde partirán investigando un problema puntual.
“En concreto, vamos a realizar un catastro de todas las zonas comerciales, estudiaremos cómo se abastecen, cuáles son eventualmente las flotas de transporte que abastecen estos lugares y en base a esa información podríamos pensar en generar un sistema más eficiente de reparto y de abastecimiento de ciertos locales comerciales de escala menor y de escala mayor, lo cual, de paso, contribuirá a mitigar la huella de carbono”, explica Fernando Pérez, director de proyectos de Corporación Ciudades.
Los primeros resultados, estima, deberían estar a finales de 2023 y adelanta que el alcance del CityLab Biobío podría abarcar a otras doce comunas de la región en temáticas diversas, generando espacios para la participación ciudadana de manera que los habitantes tomen conciencia de los procesos de toma de decisión asociado a las ciudades.
Según Pérez, “la lógica de entrecruzar datos que generalmente no conversan unos con otros puede ayudar a que algunos procesos que hoy se generan en la ciudad sean más eficientes, más equilibrados, más sustentables y, de una u otra forma, más sostenibles en el tiempo”.
En ese contexto, un estudio que busca levantar indicadores de circularidad y proponer intervenciones que hagan viable la integración de los principios de la economía circular en ciudades estratégicas como Concepción, Santiago y Antofagasta, replanteando el modelo lineal de producción y consumo, es ´Ciudades Circulares para Chile´, que desarrolló la Gerencia de Sostenibilidad de Enel en conjunto con el Centro de Extensión de UC Davis Chile y el patrocinio del Ministerio del Medio Ambiente.
El documento analiza tres sectores económicos, dado su peso en las emisiones globales de gases de efecto invernadero y la importancia de los servicios que entregan a las urbes: energía, construcción y alimentos. Para el caso de Concepción, precisa que las emisiones generadas por estos rubros analizados alcanzan las 2,5 toneladas métricas de dióxido de carbono equivalente (Mt CO2e), y el transporte terrestre es el principal emisor (cifras anuales en base a 2017 y 2019).
Sobre este último punto, Natalia Correa, jefa de Economía Circular de Enel Chile, plantea que “como en todas las grandes ciudades, es prioritario avanzar hacia formas de movilidad más sostenibles, apuntando a reducir el parque vehicular privado y la necesidad de viajes”.
En el sector energía, el estudio propone explorar la posibilidad de recuperar calor industrial para la calefacción distrital y adoptar estándares de construcción con criterios de economía circular. Además, dada su ubicación y la aún baja aislación de las viviendas en Concepción, “las medidas de economía circular deberían apuntar a incentivar la mejora de la envolvente térmica y la adopción de tecnologías eficientes”.
Coronel: el calor se queda en casa
“En Coronel y en el sur del país está la cultura de la leña. Las casas tienen la chimenea prendida todo el año y en otoño e invierno es peor. Si caminas por las calles de noche te puede hasta molestar los ojos por el humo en el aire, o doler la nariz y todo. Entonces, nos dijimos que había que hacer algo”, relata María Isabel Faúndez, propietaria de Shalum Aluminios.
Su nieto Benjamín tuvo la idea de llevar al mercado ventanas de termo-panel y le ayudó a postular al fondo “Coronel Emprende” de Enel 2021, el cual ganó. “Gracias a eso pudimos comprar un equipo que le llamamos la ´máquina de los sueños´. ¡Con un movimiento queda la estructura lista! Lo que antes se tenía que hacer a mano y con mucho esfuerzo”, recuerda.
Los esfuerzos, dice, también deben venir de políticas públicas que mejoren los sistemas de calefacción en el hogar. “Hace poco comenzó un plan de recuperación ambiental donde van a destinar recursos para mejorar la calidad del aire y el sistema de calefacción de las casas, además de exigencias de construcciones regularizadas para que usen este tipo de ventanas” que, según explica, evitan la fuga de calor desde el interior de los hogares, debido a que mejoran el envolvente térmico; es decir, permite reducir el consumo de leña o usar otro tipo de calefacción.
Transición energética
Reemplazar el uso de leña y combustibles fósiles por otra fuente de calefacción distrital fue uno de los propósitos del estudio que realizó la Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT) de la Universidad de Concepción junto a los ministerios del Medio Ambiente, de Energía y ONU Medio Ambiente.
La UDT se dedica hace 26 años a la bioeconomía y economía circular, y desarrolla productos y tecnologías que puedan contribuir a un desarrollo económico más sustentable.
Se analizó el “potencial de aprovechamiento de energías industriales residuales en todas las comunas del Gran Concepción con resultados súper interesantes y terminamos con el estudio de un proyecto en particular de uso de esta energía para calefacción distrital que tenía un segundo objetivo: cómo desplazamos parte de la leña, que es responsable importante del material particulado, con sistemas de energía más eficientes y que en definitiva es utilizar una energía que hoy se pierde y que viene a reemplazar el combustible de leña y fósiles”, comenta Cristina Segura, investigadora de la UDT.
La académica, quien es doctora en Ciencias de la Ingeniería con mención en Ingeniería Química de la Universidad de Concepción, destaca lo valioso del proyecto desde el punto de vista de la evaluación técnica y económica. “Nos permitió entender una serie de barreras de implementación que tuvo la iniciativa, que se centró en San Pedro de la Paz, en la entonces empresa Papeles Biobío. Lo importante es que exista la tecnología para recuperar esas fuentes de calor”.
La comida no se bota
El citado estudio de Ciudades Circulares para Chile entrega algunas recomendaciones al sector alimentos de Concepción. “Se ha detectado un potencial de articular cadenas cortas y fomentar las huertas urbanas, junto con nuevos modelos de negocios para la valorización de nutrientes”, propone la investigación.
Además, sugiere potenciar plataformas de venta directa para productores en zona periurbana, con oferta de mermas o sobre stock de canales de venta retail, y conectar con demanda de consumidores, restaurantes y casinos.
En este ámbito de acción aparece el Banco de Alimentos Biobío Solidario que hace ocho años viene rescatando frutas y verduras (Vega Monumental) -lidera el descarte en un 50%-, productos envasados (Megacentro de San Pedro de la Paz) y pescados congelados (Frigorífico Pacífico), una vez que dejan de ser comercializables, evitando que terminen en rellenos sanitarios o vertederos.
“Como Banco de Alimentos tenemos un promedio de rescate de 60 mil kilos al mes. Tenemos un propósito que es que aquel alimento que dejó de ser comercializable o que perdió valor comercial, puede ganar valor social cuando se pone a disposición de personas que están en situación de vulnerabilidad social”, cuenta Clahudett Gómez, gerenta del único banco de alimentos del sur de Chile, ubicado en Concepción.
Esta corporación sin fines de lucro abastece a unas 50 organizaciones sociales de la región del Biobío, las que a su vez entregan de manera gratuita los alimentos a más de 30 mil personas. Es el resultado de un trabajo colaborativo que involucra a distintos actores sociales, a la industria agroalimentaria, la academia, el Ministerio de Desarrollo Social y el gobierno regional y empresas de distintos rubros que aportan financiamiento y servicios.
De cara a los retos de 2023 “necesitamos que más empresas tomen la decisión de no botar alimentos que aún están aptos para el consumo humano. Aún hay resistencia, por ejemplo, trabajamos con una sola avícola, el resto de las avícolas aún no toma esa decisión. Dentro de los lácteos trabajamos con algunas empresas y las otras no están presentes, entonces queda mucho por hacer”.
Agua para la vida y el cuidado del entorno
Hace 17 años que Essbio abastece de servicios de agua potable, alcantarillado y tratamiento en casi el 100% de aguas servidas a los hogares urbanos de la región del Biobío. El proceso en sí es circular, ya que toma el agua de una fuente de captación, la que es llevada a una de sus plantas donde es potabilizada. Desde ese punto es distribuida a la ciudad y allí es usada tanto para uso doméstico, comercial, hospitales, colegios, entre otros destinos.
“Una vez utilizada, la recolectamos y la llevamos, en este mismo ciclo, a una planta de tratamiento de aguas servidas, donde la procesamos y posteriormente, sus principales salidas son dos. Por un lado, el agua tratada es devuelta a un afluente para volver a ser reutilizada y reincorporada al sistema en excelentes condiciones, en un nuevo ciclo productivo, que puede ser de uso agrícola, riego, industrial. La otra salida es a través de lodos sanitarios, los que usamos de dos formas: por una parte, como mejoradores de suelos degradados, aportando micro y macronutrientes, como también mayor capacidad para retener agua”, señala Marietta Montenegro, directora de Sostenibilidad de Essbio.
La otra forma, describe Montenegro, sucede en su Planta de Tratamiento de Aguas Servidas de Concepción. “Aquí los lodos pasan por un proceso donde cogeneramos energía a través de un biodigestor, que convierte el metano -gas natural que se produce debido a la descomposición o la digestión de materia orgánica- en energía que permite autoabastecernos”, precisa.
Hoy, la compañía sanitaria tiene un nuevo propósito, el que ha llamado ´Agua para la vida y el cuidado del entorno´, renovando su compromiso con el desarrollo integral de la sostenibilidad. Esto implica aumentar la capacidad de biodigestión anaeróbica para poder absorber los residuos orgánicos que se generan en la ciudad. “Actualmente, en el Biobío se generan unas 600 toneladas de residuos orgánicos al día. Podríamos tener la capacidad de tratar entre un 1 y 2% de esos residuos ¿y qué logramos con esto? Ser una solución innovadora pensando en nuestra comunidad. Nos permitiría dejar de tomar energía del sistema y cogenerarla, quisiéramos que esta iniciativa creciera en un futuro y que pudiéramos incluso inyectar energía al sistema interconectado”, proyecta.