10 mujeres que promueven estilos de vida sustentable y consumo consciente
Varias mujeres, a través de sus cuentas de Instagram, lideran iniciativas que entregan diferentes consejos para ser aplicados en el cotidiano en términos a avanzar hacia un modo de vida sostenible, autónomo y de consumo responsable y consciente. Todas dicen que el encierro provocado por la pandemia puede ayudar a repensar nuestras decisiones de consumo y a crear escenarios más saludables cambiando levemente el eje de nuestras acciones sobre alimentación, ahorro energético, manejo de residuos, entre otras.
En tiempos de pandemia en que el acceso a las calles genera riesgo sanitario, cobra aun más relevancia mantener a salvo los hábitos de vida sustentable y de consumo consciente en las casas o departamentos. Así lo entienden estas 10 cuentas de Instagram, lideradas por mujeres, que a través de consejos y tips sencillos para todos y todas intentan impulsar modos más responsables social y ambientalmente para cohabitar en el planeta.
En País Circular hicimos una selección de cuentas de Instagram cuyas recomendaciones son leídas por muchos seguidores que quieren cambiar sus hábitos para favorecer al medioambiente. Todos estos espacios virtuales invitan a transformar la epidemia en una oportunidad para expandir el corazón y repensar nuestras decisiones de consumo, ya sea desde cómo ahorrar agua y electricidad hasta cómo reutilizar los objetos cotidianos que tenemos en nuestros propios hogares. También puede ser un estímulo para fabricar productos de comida con nuestras propias manos.
He aquí 10 ejemplos que contienen un set de consejos que pueden ser muy útiles para llevarlos a la práctica en la cotidianidad del hogar. Detrás de ellos, hay una historia de aprendizaje y conciencia permanente en el tiempo.
@vidasustentablechile: mirar el basurero
Desde reutilizar cilindros de confort hasta introducir pelos o pelusas a la compostera son parte de los consejos sustentables que brinda Francisca Lucero, educadora de párvulos y encargada de la cuenta @vidasustentablechile desde febrero de 2018. “Para mí llevar una vida sustentable es ser capaz de convivir con otras especies dentro de un ecosistema en base al respeto, entendiendo que los seres humanos no somos superiores a nadie”, cuenta Lucero. Ella invita a reflexionar sobre las decisiones de consumo, de dónde viene el producto, cuál es su huella y cuánto durará, ya que infelizmente “hay mucho desconocimiento a la hora de consumir algún producto o servicio, y hoy existen alternativas mucho más amigables que las tradicionales”. Según Francisca, “un hábito responsable en este encierro sería mirar mi basurero y empezar a buscar opciones de reemplazo para algunos residuos que pueden ser desechables o que no tienen gestión”.
@ser.sustentable: a salvo del planeta
Camila Siles, consultora en sostenibilidad en Birus y administradora de la cuenta @ser.sustentable, cree que promover la vida sustentable y el consumo consciente es importante porque “estamos viendo muchas de las consecuencias de no hacerlo: enfermedades físicas y mentales, destrucción de ecosistemas y biodiversidad, además de injusticia y desigualdad”. Entre los hábitos responsables que fomenta Siles se incluye preferir la comida saludable, llevar a la práctica las “R” del consumo sustentable y optar por la bicicleta, entre otros: “Es importante adoptar hábitos saludables como comer más sano al menos durante la semana, hacer deporte, meditar leer. Para cuidar el medioambiente, es relevante tratar de guardar el reciclaje, ya que está difícil llevarlo al punto limpio en pandemia; compostar, pues es el mejor momento para empezar; y darle una segunda vida o reutilizar lo que ya tenemos”.
@educambientalfm: el periodismo al servicio
“En tiempos de pandemia se ha abierto un gran ventanal hacia el corazón”, cree firmemente Yasmín Villagrán, periodista, ecologista y mediadora en conflictos socioambientales. Ella produce y conduce Educambiental (@educambientalfm), un programa difundido en la Región de Valparaíso que impulsa acciones concretas en torno a temáticas ambientales. Se transmite en Radio Quillota, La Calera Radio y ahora se está incorporando la señal FM del Colegio Marcelino Champagnant de La Pintana. “Es una invitación y desafío de regresar a la simpleza que nos enseña la naturaleza, la responsabilidad de hacernos cargo de lo que nosotros mismos generamos y la conciencia de que nuestras acciones tienen impacto”, prosigue Yasmín, para quien es necesario mirar hacia los ancestros con miras a cuidar la vida del planeta. Uno de los consejos que brinda ella, en pandemia, es compostar lo orgánico: “Yo vivo en departamento chico y las lombrices son las mejores recicladoras del mundo”.
@ciudadanab: de Valdivia para el mundo
Avecindada en el sur indómito de Valdivia, Anita Rivera fundó la cuenta de Instagram @ciudadanab después de vivir seis años en Inglaterra, donde conoció el mundo de la sustentabilidad alimentaria. “Intento entender de dónde vienen nuestros alimentos, quiénes son los productores y cómo ayudar a que nuestras decisiones de consumo tengan un impacto positivo”, dice Rivera, quien junto a su pareja administran la consultora en gestión de sustentabilidad Bosque Frío. “Respetar los ciclos naturales es muy importante para nuestro equilibro y bienestar como especie, ya que la sociedad de consumo nos ha hecho creer que estamos por sobre la naturaleza”, agrega. “En este encierro deberíamos partir por darnos cuenta sobre lo mucho que nos hacen falta hoy las relaciones humanas más que las cosas materiales para estar bien y disfrutar la vida”, dice, y recomienda aprender algún oficio que entregue “autonomía de consumo”como “tejer, coser tu ropa, hacer una huerta, hacer pan, etcétera”.
@vayaconsumismo: un pequeño cambio hace la diferencia
La cuenta @vayaconsumismo procura un estilo de vida sin basura, entregando consejos simples al alcance de todos y todas. Impulsada por la ingeniera en medioambiente Alejandra Kopaitic y el psicólogo organizacional Agustín Orozco, este espacio busca “extrapolar el pensamiento sustentable a cada esfera o actividad de la vida”, de manera que el “consumo sea reflexivo y consciente sobre el impacto que tiene sobre el entorno”, dicen. Para Alejandra, la pandemia es un escenario que permite repensar nuestros hábitos de consumo: “Podemos promover el uso de mascarillas reutilizables en vez de desechables y hacer cosas en vez de comprarlas. Nosotros hemos aprendido a hacer pan, germinados de legumbres, cultivar plantas comestibles o hacer cosas como galletas, queques u otras que en otro momento quizás se comprarían”. Entre los tips destacan también acciones cotidianas que pueden contribuir al ahorro de agua, por ejemplo, depositar el agua de la ducha en un balde, antes de que esté caliente, para regar nuestras plantas.
@nomedalomismo: una postura ética y política
Con cuatro años de vida, esta cuenta de Instagram creada por Camila Silva se esmera en la difusión y el activismo en temas socioambientales. Cuenta, además, con una tienda de productos (@mantitaprimavera) para facilitar el camino hacia la sustentabilidad. “El año 2016 en que creé la cuenta me propuse disminuir drásticamente mi basura e ir documentando mi camino por este canal”, revela Camila, para quien la sustentabilidad y el consumo consciente son “posturas éticas y políticas”, pues “de los cambios que hagamos en nuestras formas de cohabitar el planeta dependerá nuestra permanencia en este lugar”. Los hábitos más importantes de llevar a la práctica, según Silva, son “reflexionar, cuestionar y dejar de normalizar”. En otras palabras, “siento que ese ejercicio, que parece complejo, es en realidad muy simple y nos puede llevar a generar grandes cambios en nuestros estilos de vida y como sociedad”.
@closetsustentable: qué hacer con la ropa
En atención a que la industria de la ropa es una de las más contaminantes del mundo, la diseñadora Alejandra Cuevas se animó a crear en 2016 su cuenta @closetsustentable para intencionar un cambio de paradigmas en lo que refiere a lo textil. En cada post se encarga de promover, justamente, el uso sostenible de la ropa. De hecho, según Alejandra, la pandemia es una gran oportunidad para repensar qué hacer con toda la ropa acumulada en nuestros roperos. “Es importante revisar nuestro clóset, ordenar y analizar lo que tenemos, qué no usamos. Nos daremos cuenta de que podemos consumir menos y mejor. Es un excelente momento para rescatar y repensar esas prendas abandonadas”, dice Cuevas, para quien la cuarentena ha servido para “conectarse con habilidades manuales, desde tejer hasta coser un botón. Yo recomendaría reparar todas las prendas posibles de arreglar, desde la que necesite un botón o renovarlas a través de un bordado”. Su otra consigna es: “Normalicemos la repetición de ropa”.
@fundacionplanea: desde Viña hacia un consumo consciente
Definida como promotora de la cultura para una vida sustentable, Fundación Planea se ha encargado de compartir “tutoriales de acciones fáciles y accesibles para que nuestra audiencia pueda aprender a reutilizar textiles, a iniciar una huerta o a preparar ciertos alimentos importantes para nuestra salud, todo con un enfoque de cero residuos y utilizando lo que se tenga en casa”. Domiciliada en Viña del Mar, la fundación procura fomentar el consumo consciente a través de sus publicaciones, aun sabiendo que “el consumo más consciente es el que no se hace, porque cada año gastamos aproximadamente el doble de recursos naturales de los que el mundo es capaz de regenerar en ese periodo de tiempo.”, dice Carolina Hornauer, cofundadora del proyecto. Entre las recomendaciones, ella fija su atención en el tema alimentario: “Al aprender a hacer nuestros alimentos, por ejemplo algo tan recurrente como el pan, valoramos mucho más toda la cadena de nuestro alimento, desde que se pone la semilla hasta que la cocinamos, y así podemos cuestionarnos con qué nos estamos alimentando a diario”.
@loquemaspuedo: desde talleres de cocina hasta reparar
La mirada que tiene Francisca Amenábar sobre la sustentabilidad es holística, según dice. En tanto educadora socioambiental, ella señala que ser sustentable involucra el cuidado por su propia vida, la familia y también “de quienes nunca vas a conocer”. Fundó en 2018 la página web y cuenta de Instagram @loquemaspuedo, donde comparte todos sus conocimientos con los seguidores. “Es importante no comprar a tontas y a locas, preguntarse si es lo que necesitamos, porque habitualmente confundimos el ‘yo quiero’ con el ‘yo necesito’. Hay que ver si el producto se hizo bajo estándares laborales y precios justos”, comenta Amenábar, para quien hay muchas pequeñas acciones que se pueden implementar desde el encierro de los hogares. Destaca, por ejemplo, usar los cítricos sobrantes de nuestras comidas para hacer un limpiador. Reparar los objetos que no usamos también. Y otro punto relevante, según ella, es aprender a cocinar con los tallos y hojas que normalmente se van al tarro de la basura. “Por eso es que hacemos talleres de cocina”, cuenta Francisca, quien destaca también la oportunidad “para informarse y abrir los ojos a la realidad que este sistema neoliberal nos invisibiliza”.
@granja.lapachamama: seguridad energética y alimentaria
El matrimonio de Macarena Valdés y Marco Aceituno mantiene en el sector alto de Los Molles (comuna de La Ligua), muy afectado por la sequía, la Granja La Pacha Mama, un proyecto familiar autosustentable, apoyado por INDAP, que les permite generar su propia provisión de energía, agua y alimentación sin moverse de su casa. “La vida autosustentable nos da libertad y tranquilidad, además de seguridad, ya que sabemos que tendremos alimento disponible en todo momento. Esto es algo sumamente importante sobre todo en estos tiempos donde la escasez se ha vuelto pan de cada día con la escasez provocada por la pandemia”, dice Macarena. Aparte de hacer sus propios huertos, aplicando los principios de la eficiencia hídrica, la pareja alimenta a sus animales de la granja con forraje hidropónico producido ahí. Desde su vereda, Valdés cuenta que son muchas las iniciativas sustentables que se pueden desarrollar en estos tiempos de coronavirus: “Lombricultura, compostaje, huertos urbanos, reciclaje. Nosotros ahora estamos haciendo ahora tierra con cartón y guano de cerdo que cumple varios propósitos. Estamos reciclando y potenciando el recurso del agua al máximo ya que con este tipo de tierra no necesitamos tanta agua para mantener y producir nuestras verduras, pero es un mundo muy amplio lo que podemos hacer con tiempo, ganas y voluntad”.