WWF llama a los países a sumarse a la lucha contra la contaminación plástica en los océanos y alcanzar un acuerdo global
Cuarenta y cuatro países, incluido Chile, conforman el recientemente lanzado Grupo de Amigos para Combatir la Contaminación Plástica Marina, que buscará soluciones colectivas a esta amenaza para la biodiversidad y los seres humanos.
Se estima que cada año 8 millones de toneladas de desechos plásticos ingresan a los océanos del mundo, y se prevé que estos números aumenten cuatro veces para 2050, con efectos devastadores en el frágil equilibrio del ecosistema marino y también para los seres humanos.
Ante este escenario, un importante paso en la lucha por la salud de los océanos se ha dado nivel mundial con la conformación del Grupo de Amigos para Combatir la Contaminación Plástica Marina.
La iniciativa, integrada por 44 países, fue lanzada durante el Día Mundial de los Océanos, que se celebró esta semana.
La organización de conservación WWF, uno de los miembros fundadores del Grupo, realizó un llamado a todos los gobiernos a unirse a esta instancia con el fin de establecer acciones y soluciones globales efectivas y coordinadas para abordar el crítico problema de los plásticos en el mar.
“Las imágenes de tortugas comiendo bolsas de plástico flotando en el mar, las ballenas muertas de hambre por varios kilogramos de desechos plásticos en sus estómagos y los delfines enredados en redes de pesca abandonadas se han convertido en símbolos icónicos del impacto de la contaminación plástica oceánica. Pero la contaminación plástica marina también afecta seriamente la pesca, la acuicultura, las actividades recreativas y el turismo, y se estima que da como resultado una disminución del 1 al 5% en los beneficios que los humanos obtienen de los océanos, un costo anual de hasta $2.5 billones. Los efectos del micro y nano plástico en la salud humana aún se están investigando, pero son muy preocupantes”, señala Marco Lambertini, Director General de WWF Internacional.
“Esta crisis requiere una respuesta global integral y coordinada. Los países deben unirse y establecer un nuevo acuerdo global para abordar de manera efectiva la contaminación plástica marina, que ya cuenta con el apoyo de más de 1.7 millones de personas. El Grupo de Amigos representa una alianza de países que se toma en serio detener la contaminación plástica y contribuir a la salud de los océanos, para un planeta sano y una sociedad saludable”, agrega.
Chile también es parte de esta iniciativa, lo cual fue valorado por Mariann Breu, coordinadora senior de Huella Ecológica y Mercados de WWF Chile. “El país posee una de las mayores costas del mundo y depende, en muchos aspectos, de la salud de los océanos, por tanto es muy relevante que participe de este grupo, lo cual se suma a otros esfuerzos que viene realizando Chile, como ser la primera nación latinoamericana en suscribir un Pacto por los Plásticos, una iniciativa voluntaria público-privada. Creemos que en la lucha contra la contaminación plástica es clave la colaboración entre países, pero también se deben sumar los privados y los consumidores, que tienen una responsabilidad relevante en este problema”, indica la experta.
El actual contexto de pandemia ha dejado en evidencia nuevas fuentes de contaminación de los océanos, en este caso con materiales sanitarios, como mascarillas y guantes que no son desechados de manera adecuada. Según datos de WWF Italia, incluso si solo el 1% de las mascarillas se desechara de forma incorrecta y se dispersara por la naturaleza, esto provocaría que hasta 10 millones de mascarillas cada mes contaminarían el medio ambiente, lo que equivale a unos 40.000 kilos de plástico en la naturaleza. A esto se suma que una mascarilla quirúrgica puede tardar hasta 400 años en desintegrase, lo que complica la situación hacia el futuro.