Primer plan de descontaminación para un lago en Chile costará US$ 104 millones, con foco en pisciculturas y aguas servidas
En 2017, las aguas del lago Villarrica fueron declaradas como saturadas por contaminantes como el fósforo, lo que activó la elaboración de inédita de un plan para mejorar la calidad de sus aguas. Ayer se dio a conocer oficialmente el anteproyecto de dicho instrumento, que busca reducir la contaminación en un plazo de 15 años, enfocado principalmente en límites de emisión para las pisciculturas, la conexión de sus viviendas al alcantarillado, la reforestación de riberas y la construcción de una planta de tratamiento de aguas servidas en Curarrehue. Se estima que sus beneficios serán de US$1.892 millones por mantener la calidad de las aguas de una de las zonas turísticas más visitadas del país.
Periodista
Declarado como “zona saturada” desde octubre de 2017, en el lago Villarrica se desarrolla desde hace más de dos años un trabajo para enfrentar su alta contaminación por “clorofila a, transparencia y fósforo disuelto”, que -entre otras cosas- incluyó la formación de una mesa técnica para establecer la procedencia de las emisiones contaminantes a la cuenca del lago. Un trabajo que tuvo finalmente resultados luego que el Ministerio del Medio Ambiente publicara ayer el anteproyecto del Plan de Descontaminación para la cuenca del Lago Villarrica, que en un plazo de 15 años y con un costo de US$104 millones, busca mejorar sustentivamente la calidad de sus aguas y sacarlas de su condición de saturación por contaminantes.
Se trata del primer plan de descontaminación elaborado para limpiar las aguas de un lago en el país, y entre sus principales medidas este instrumento -que será sometido a consulta pública una vez que se levante el estado de excepción constitucional por catástrofe-, contempla el establecimiento de un límite de emisión para las pisciculturas presentes en la cuenca, y que se estima son responsables de la emisión de 115,5 toneladas de fósforo al año, el 38,2% de las emisiones que afectan al lago, lo que las situa como la segunda fuente de emisión principal.
Para disminuir esta carga, el límite de emisiones se estableció en un rango que va desde las 80 kilos de fósforo total al año para las pisciculturas con una capacidad de producción menor o igual a 8 toneladas, hasta una emisión de 2.100 kilos de fósforo total anual para las plantas con una producción mayor a las 500 toneladas. Esta medida regirá de inmediato para las pisciculturas nuevas una vez que el plan entre en vigencia, mientras que para las ya existentes el plazo será de dos años para las más grandes, y de cuatro para las que tienen menor producción.
Esto implicará para las empresas una inversión cercana a los U$48 millones en medidas de control de emisiones, lo que representa un 46% del costo total del plan de descontaminación del lago Villarrica. Se trata de una medida fundamental, ya que la clorofila -considerada en el decreto de saturarción- es un parámetro indirecto de las algas que hay en el lago, pero es el nitrato y fosfato el que las alimenta.
Hoy los aportes más relevante de contaminación son los cauces que drenan hacia el lago, principalmente los ríos Trancura y Liucura, que forman el río Pucón, junto a otros cauces menores como el Molco, Correntoso, Huichatío y Lefún. En términos de carga, el río Pucón es el principal aportante en carga y arrastra los nutrientes provenientes tanto de fuentes puntuales como las pisciculturas, como de fuentes naturales, como son el uso de suelo del bosque, matorrales, praderas y uso agrícola.
De hecho, las coberturas de suelos de uso natural de la cuenca son los principales aportantes de fósforo por los procesos normales de precipitación y escorrentía, con 136,6 toneladas anuales, el 45,1% del total. Por ello, el plan de descontaminación también contempla la creación de un programa de reforestación y recuperación de 2.000 hectáreas dentro de la zona saturada para proteger la calidad de sus aguas.
Con menos de 30 mil habitantes, Pucón recibe cada año cerca de 3 millones de turistas. Su parque habitacional prácticamente se duplicó en 15 años, pasando de 9.500 viviendas en 2002 a 17.400 en el año 2017, casi la mitad de ellas segundas viviendas. Esto ha generado impactos sobre el territorio urbano y rural de la comuna, y también sobre la ribera del lago.
Para ello, Indap incluirá la forestación, reforestación y restauración de riberas con especies nativas dentro de sus instrumentos de fomento para apoyar a los usuarios en el financiamiento de estas actividades.
En los que respecta al uso de suelo por actividades humanas, que representa la tercera fuente de emisiones de fósforo con 34 toneladas anuales (11,2% del total), todo predio forestal, agrícola o ganadero con una superficie igual o mayor a 200 hectáreas que aplique fertilización de suelo dentro del área saturada, deberá inscribirse en un registro obligatorio que será administrado por la seremi de Agricultura de la Araucanía.
Medidas urbanas: tratamiento de aguas y recuperación de áreas verdes
El plan de descontaminación del lago Villarrica contempla además una serie de medidas para el control de emisiones urbanas y domiciliarias. Esto resulta fundamental, ya que se estima que la falta de alcantarillado en la ribera sur del lago incide en la infiltración de aguas servidas, sobre todo en verano, ya que las viviendas aumentan en este período estival su tasa de ocupación y, por tanto, existe mayor colapso de estas fosas sépticas.
A esto se suma la falta de tratamiento de aguas servidas en Curarrehue y Catripulli. De hecho, se estima que cerca de 2 mil habitantes de Curarrehue vierten sus aguas servidas de forma directa al río Trancura, mientras que esgo afecta también a ciudades como Villarrica, donde se calcula que 3.900 viviendas no tienen conexión con alcantarillado, y los canales urbanos de Villarrica hacen aportes permanentes de nutrientes a la cuenca del lago.
Ante este escenario, el plan contempla que diversos organismos estatales dispongan alternativas de financiamiento para la construcción de un sistema de recolección y tratamiento de aguas servidas en la comuna de Curarrehue, el que deberá estar operativo en un plazo de 4 años desde su entrada en vigencia.
Adicionalmente, las plantas de aguas servidas que operen en la cuenca del lago deberán cumplir con un límite máximo de fósforo total cuya concentración promedio diaria sea menor o igual a 2 mg/litro, y al mismo tiempo se deberá levantar un catastro actualizado de las viviendas que no estén conectadas al sistema de alcantarillado. A un año de publicado el plan, en tanto, el gobierno regional y la Subdere “procurarán ofrecer financiamiento a las municipalidades de Villarrica y Pucón para implementar programas anuales de conexión de viviendas que se encuentren dentro del área de concesión”.
Junto con ello, el plan de descontaminación del lago Villarrica establece la creación de un “área de amortiguación”, dentro de la cual todas las viviendas nuevas tendrán prohibido el uso de letrinas, pozoso negros o fosas sépticas sin tratamiento posterior. Y en un plazo de cuatro años, todas las viviendas ya existentes dentro de esta área deberán implementar mejoras tecnológicas o conectarse al sistema de tratamiento sanitario.
El plan de descontaminaciónó de las aguas busca disminuir las emisiones de fósforo al lago de las 302 toneladas anuales de la actualidad a menos de 196 toneladas anuales. De los US$104 millones que cuesta el plan, el 83,46% corresponde a inversiones del sector privado y el 16,54% a costos para el Estado.
A nivel de planificación urbana, se deberán actualizar los planes maestros de aguas lluvias de las comunas de Pucón, Villarrica y Curarrehue, y además estas deberán considerar como áreas verdes o espacio público aquellas zonas que por sus características naturales retengan o filtren cargas de fósforo emitidas a los cuerpos de agua que forman parte de la zona saturada, para efectos de establecer las condiciones bajo las cuales podrán otorgarse los permisos de urbanizaciones o construcciones.
Junto con ello, se deberá implementar un sistema de alerta temprana a cargo del Ministerio del Medio Ambiente, para predecir el aumento de probabilidad de ocurrencia y la magnitud de un evento de florecimiento de algas en el lago Villarrica, lo que implica además la creación de un plan operacional para cuando ello ocurra.
Con estas medidas -más otras contenidas en el anteproyecto, se busca disminuir las emisiones de fósforo al lago de las 302 toneladas anuales de la actualidad a menos de 196 toneladas anuales, en un plazo de 15 años. Del costo de implementación de US$104 millones del plan, el 83,46% corresponde a inversiones del sector privado y el 16,54% a costos para el Estado. Las mayores inversiones que se requieren se concentran en el cumplimiento de límites de emisión para las pisciculturas (US$48 millones) y construcción de alcantarillado en la ribera sur del lago (US$33 millones).
En tanto, los beneficios por la implementación del plan de descontaminación del lago Villarrica se estiman en US$1.892 millones -superando en 18 veces los costos-, principalmente por la valorización del uso del lago si se mantienen las condiciones de calidad de sus aguas.
El anteproyecto del plan de descontaminación para el lago Villarrica fue presentado ayer por la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, a las autoridades de la Araucanía y a los alcaldes Carlos Barra, de Pucón Paulina Lavados (s), de Villarrica; Abel Painefilo, de Curarrehue; y Alfonso Coke, de Cunco.
“El plan del lago Villarrica, que será el primer plan de descontaminación de un ecosistema acuático en el país, establece acciones concretas de control de la contaminación por nutrientes al agua con un enfoque ecosistémico y de cuenca hidrográfica, entre las que contempla medidas que hacen las normas de emisión más exigentes a las actuales y una mayor participación e involucramiento ciudadano para ayudar en descontaminar el lago” afirmó la ministra Schmidt.