Plan Nacional de Protección de Humedales en Chiloé busca resguardar el hábitat de aves playeras migratorias
El Ministerio del Medio Ambiente, junto a organizaciones y municipios, han trabajado en la declaración de santuarios de la naturaleza para proteger humedales que albergan zonas de nidificación y alimentación de aves que viajan miles de kilómetros dentro del continente. En búsqueda de la protección de estas aves playeras migratorias, como el zarapito de pico recto, se han ingresado solicitudes para la creación de estas figuras de protección.
Las aves playeras (chorlos, pilpilenes, playeros, becasinas y zarapitos) se pueden encontrar, en diversas épocas del año, a lo largo de toda la costa del Pacífico del hemisferio occidental. Algunas de estas especies viajan desde sus zonas de reproducción en el Ártico, para pasar el invierno en las playas y planos intermareales lodosos de Chile. El zarapito de pico recto (Limosa haemastica) vuela cada año desde su zona de reproducción en la tundra de Alaska hasta la isla de Chiloé para su invernada, en un viaje que recorre una distancia estimada de 30.000 km. de ida y vuelta, donde se alimenta de organismos bentónicos existentes en los humedales costeros del archipiélago.
Parte de esta fauna es la que el Ministerio del Medio Ambiente, junto a entes públicos y privados, buscan proteger con la puesta en marcha del Plan Nacional de Protección de Humedales de la Provincia de Chiloé, a través de la creación de santuarios de la naturaleza en la zona. Con la implementación de estas políticas, se logrará conservar la biodiversidad que transita por estas áreas en distintas épocas del año, y, de paso, promover el desarrollo para las comunidades locales.
Juan José Donoso, jefe de la División de Recursos Naturales y Biodiversidad del Ministerio del Medio Ambiente, afirma que “los humedales de Chiloé son críticos para las aves playeras en la ruta del Pacífico, motivo por el cual han sido priorizados por el Plan Nacional de Protección de Humedales 2018-2022, que permitirá nuevas figuras de protección para garantizar su conservación y gestión a largo plazo”, explica Donoso, frente a las iniciativas que ya han comenzado su curso.
Actualmente, al menos seis proyectos se encuentran en desarrollo. La Fundación Conservación Marina en conjunto con la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (un programa de Manomet Inc.), y en articulación con los municipios locales, han ingresado solicitudes para la creación de dos nuevos santuarios de la naturaleza: Una para el humedal de la Bahía de Curaco de Vélez y otra para la Bahía de Villa Quinchao, que cuentan con el apoyo de numerosas organizaciones comunitarias de ambos municipios. Ambas organizaciones, junto al Municipio de Maullín, han logrado gestionar recientemente la declaración de un Santuario para los “humedales del río Maullín”, que abarca más de 8.117 hectáreas de hábitat para el zarapito de pico recto y otras aves playeras migratorias.
Para Washington Ulloa, alcalde de la Municipalidad de Quinchao, “la postulación de casi 96 hectáreas de humedales en la Bahía de Quinchao como Santuario de la Naturaleza nos llena de orgullo, compromiso y responsabilidad, y nos abre una oportunidad para la educación ambiental, el turismo de intereses especiales y el involucramiento de la comunidad local”, explica el edil frente a la posibilidad de proteger estos terrenos.
Por su parte, Cristian Vidal, alcalde (S) de Curaco de Vélez, señaló al respecto que “esperamos que el proceso de evaluación avance de manera positiva y que se logre concretar la declaratoria de Santuario prontamente, de modo de poder sumar un nuevo polo de desarrollo local para nuestra comunidad, asociado a la conservación de este valioso patrimonio natural”, asegura Vidal.
Otro proyecto que ya fue aprobado por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad (CMS), y está ad portas de ser publicado en el Diario Oficial, es el santuario de la naturaleza Humedales del río Chepu, ubicado en la comuna de Ancud, y que cuenta con una superficie de casi tres mil hectáreas. Junto a este, se encuentran en proceso otros tres humedales: Humedal Costero y Laguna Quilo en Ancud, y Lagos Huillinco y Cucao y Turbera El Púlpito en Chonchi.
La importancia de estas rutas migratorias para la protección de la biodiversidad también ha sido reportada por distintos investigadores, como Nathan Senner de la Universidad de Carolina del Sur, quien reportó en su cuenta de twitter que un zarapito de pico recto realizó un vuelo de seis días sin parar, desde Chiloé hasta el norte de Kansas (EE.UU.) completando una distancia de 9.350 km. Esto deja de manifiesto la importancia de los humedales de Chiloé en la ruta del Pacífico para las aves playeras migratorias.
Respecto a la protección de estos valiosos ecosistemas, en el marco del Plan de Humedales del Ministerio de Medio Ambiente, el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad se ha pronunciado favorablemente respecto de la declaración de 12 humedales como nuevas áreas protegidas, con un estimado de 190.500 hectáreas.