Incendio forestal en Tierra del Fuego supera las 600 hectáreas afectadas y ya alcanzó las turberas
El fuego avanza sin control en la zona del Parque Karukinka, administrado por la ong WCS Chile, devastando los bosques más australes del mundo y amenazando las turberas que absorben enormes cantidades de carbono en la lucha contra el cambio climático. “No vamos a poder recuperar las turberas, ese carbono que habíamos capturado, lo vamos a perder”, dice Daniela Droguett, directora para Magallanes de WCS Chile. CONAF, ONEMI, el municipio de Timaukel, bomberos de Porvenir, brigadistas y privados trabajan intensamente para combatir el siniestro en esta zona de difícil acceso.
“Yo llevo 40 años viviendo en la comuna y nunca habíamos tenido una emergencia tan grande como la que hoy estamos viviendo”, dice, con un hilo de voz, el secretario municipal de Timaukel y encargado comunal de emergencia ante la magnitud de la catástrofe que ha significado el incendio que se inició en esa comuna de la Isla Grande de Tierra del Fuego el 25 de enero pasado, y que se expandió hacia la zona del Parque Karukinka, administrado por la ong conservacionista WCS Chile.
A una semana del inicio del siniestro, el fuego no da tregua y continúa sin control en esa zona de la isla, marcada por su geografía accidentada y escarpada, donde existen los bosques más australes del mundo, colmados de lengas, ñirres y coigües. De acuerdo al último reporte de CONAF, registrado anoche, el incendio originado en los terrenos de la Forestal Russfin supera las 600 hectáreas afectadas.
En esas 600 hectáreas afectadas, existe un dato que vuelve aun más sombrío el panorama: hay un porcentaje aún no determinado que corresponde a las turberas. Tanto la WCS Chile como CONAF confirmaron que el fuego ya llegó a estos humedales que tienen un gran valor ecosistémico por su gran capacidad de retención de agua, y por su extraordinaria calidad para capturar carbono de la atmósfera que ayuda significativamente en la lucha contra el cambio climático.
Sin ir más lejos, aproximadamente una cuarta parte del Parque Karukinka corresponde a turberas, lo que desata, sin duda, la inquietud de WCS Chile, pues éstas se encuentran protegidas de explotación minera desde 2015. “Lo principal es controlar el fuego, y luego veremos cómo será la restauración del territorio, del bosque específicamente. Las turberas ya no la vamos a poder recuperar, se van a perder. Es importante que quede bien apagado el fuego, pero ya el carbono que habíamos capturado, lo vamos a perder”, dice Daniela Droguett, directora para Magallanes de WCS Chile, quien asume que las pérdidas serán considerables porque los bosques nativos de esta zona austral demoran muchos años en crecer.
“En Tierra del Fuego no estamos preparados para las catástrofes, no se aprendió mucho del incendio de Torres del Paine de 2011. Se siente el centralismo contra las regiones”.
El mismo pesar invade a Aliro Hernández, para quien “es penoso ver cómo los bosques milenarios se van consumiendo producto del incendio. Hay una zona a la que no se puede acceder vía terrestre; la única manera de frenar las llamas es desde el aire”.
Sobre el origen del mismo, Daniela Droguett señala que CONAF “está haciendo las pericias para determinarlo. Ese día la forestal no tenía presencia en el lugar, por lo que las primeras conjeturas son de algo intencional de personas que andan dando vueltas. Mucha gente se mete a bagualear, hay algunos más osados y caminan por sitios privados. Tierra del Fuego igual es como el Lejano Oeste, se meten por cualquier lado”.
Las dificultades en el combate al fuego
Apenas se decretó alerta roja en la zona, CONAF comenzó a movilizar sus equipos para intentar controlar el incendio, a pesar de no tener una oficina en Tierra del Fuego, sino en la zona continental de Magallanes. Al esfuerzo de CONAF se han unido brigadistas del Ejército de Chile, la ONEMI, bomberos de Porvenir, funcionarios municipales de esa comuna que colaboran en alimentación y alojamiento de los brigadistas y también algunas estancias aledañas al sector del siniestro.
Según informó anoche CONAF, ayer aterrizó a Magallanes un helicóptero Superpuma, que se unirá a otras cuatro naves que combatirán el fuego desde el aire: un avión Hércules C-130, dos Air Tractor modelos 502 y 605 y un helicóptero del Parque Nacional Torres del Paine. Juntos permitirán una carga de lanzamiento de agua de 27 mil litros.
Ayer, según señaló el director regional de CONAF Magallanes, Mauricio Véjar, el avión Hércules -que tiene una capacidad de carga de 15 mil litros de agua- realizó cuatro lanzamientos desde el aire, a pesar del fuerte viento que asoló ayer la zona. Este jueves, los pronósticos prevén viento de baja intensidad, lo que permitirá intensificar el combate aéreo y apoyar la labor terrestre.
“Es penoso ver cómo los bosques milenarios se van consumiendo producto del incendio. Hay una zona a la que no se puede acceder vía terrestre; la única manera de frenar las llamas es desde el aire”.
Sin embargo, la complejidad del terreno vuelve difícil el término de la emergencia en un plazo breve. “Es una zona aislada, lo que facilita que el incendio se haya desparramado. Hemos tenido mucho viento y eso hace que cambien las condiciones del incendio. Además, el territorio está bastante seco, hay muy poca agua y ha llovido muy poco. La delegación presidencial ha movilizado dineros; el gobierno regional también. El sector de turberas es el más complejo y es lo que más nos preocupa”, indica Daniela Droguett de WCS Chile.
En tanto, Aliro Hernández, encargado comunal de emergencia de Timaukel, dice que pese a todos los apoyos desplegados, se necesita ayuda en la logística. Todas las dependencias municipales están ocupadas para disponer de alojamiento, baño y alimentación para los brigadistas.
“Tenemos entre 90 y 100 brigadistas trabajando y ocupando todas las instalaciones municipales acá en Villa Cameron, donde se emplaza la Municipalidad de Timaukel. Todos los días vamos a terreno a la zona del incendio, que está ubicado a 40 kilómetros de donde estamos nosotros, para llevar colaciones. Se requiere mucho más apoyo”, cuenta Hernández.
Según Daniela Droguett, de WCS Chile, la situación actual demuestra cuánto se siente el centralismo, ya que los recursos demoraron mucho en llegar a puerto: “Sabemos que las autoridades locales estuvieron presionando, pero parece que por burocracia a nivel central no se decretaron rápidamente las alertas amarilla y roja. De otra manera, con esas horas de diferencia, otro sería el panorama”. Droguett cree, de hecho, que “no estamos preparados para las catástrofes, no se aprendió mucho del incendio de Torres del Paine de 2011”.
Para la representante de WCS Chile en la Región de Magallanes, es importante que “los recursos se mantengan en el tiempo y no sea sólo una inyección de recursos cuando pasa el incendio. Las pérdidas son cuantiosas. Estamos hablando de los bosques más australes del mundo no fragmentados. Más al sur sigue habiendo bosque, pero en islas. El daño ecológico es irreparable”. Por último, Droguett recuerda que quienes quieran ofrecer apoyo, desde fuera de Tierra del Fuego para el combate del incendio, pueden depositar dinero a la cuenta corriente Banco Estado N° 92100025100 Cuerpo de Bomberos de Porvenir Rut: 70.892.200-5.