Padre e hijo protagonizan documental que expone la crisis del sobreconsumo de agua en Hijuelas y Llay Llay
“Desde el río, hasta el fondo de las palabras”, dirigido y producido por Natalia García y Paolo Vargas, es un cortometraje de no ficción que muestra los contrastes entre la historia de Jovel, fruticultor independiente de 80 años que ve cómo el río Aconcagua se seca indefectiblemente, y su hijo Juan, joven trabajador encargado del riego de un fundo de paltos. El documental será estrenado mañana jueves 1 de diciembre, a las 19.00 horas, en el Centro Cultural Municipal de Quillota, con entrada liberada.
“Padre, decidme qué le han hecho al río que ya no canta/resbala como un barbo muerto bajo un palmo de espuma blanca”, reza el inicio de la visionaria canción ecológica “Pare” (Padre) de Joan Manuel Serrat, grabada originalmente en catalán en 1973. Si bien lejanos en el tiempo, estos versos, quizás, le harían sentido a Jovel, un floricultor independiente de 80 años de la zona de Romeral, en la comuna de Hijuelas, que figura como uno de los dos personajes de “Desde el río, hasta el fondo de las palabras”, cortometraje documental que se estrenará mañana jueves 1 de diciembre a las 19.00 horas en el Centro Cultural Municipal de Quillota, con entrada liberada.
Dirigido y producido por Natalia García y Paolo Vargas (el teaser se puede ver aquí), dos jóvenes estudiantes del último año de la carrera de Cine y Comunicación Audiovisual de la Universidad de Viña del Mar, el documental muestra efectivamente los contrastes entre la vida de Jovel, el octogenario trabajador rural que ve cómo el río Aconcagua ha bajado dramáticamente su caudal, y la de su hijo Juan, quien trabaja cumpliendo labores de riego en un fundo de paltos en Llay Llay donde abunda el agua. El trabajo de uno pone en riesgo el trabajo del otro.
Mientras Jovel intenta establecer a su familia en un nuevo hogar buscando que algún familiar haga el relevo correspondiente en su oficio, Juan vive en el fundo de paltos trabajando casi 24 horas, con poco tiempo de descanso y sometido a precarias condiciones laborales. Esta situación desencadena confrontaciones entre padre e hijo, y son expuestas de algún modo en este trabajo audiovisual que tiene como telón de fondo la crisis hídrica provocada por el sobreconsumo de agua de la industria agroexportadora en ambas comunas pertenecientes a la zona norte de la Región de Valparaíso.
País Circular conversó con ambos realizadores que pertenecen al equipo de la productora audiovisual Códice Estudios, integrada por otros tres estudiantes, respecto de la película que esperan exhibir, luego de su presentación en sociedad en Quillota, en colegios y comunidades de la comuna de Hijuelas, además de estudiar la posibilidad de exhibirlo en algunos festivales.
“La trama de la sequía queda como una subtrama al final, y es un tema más por debajo que llega al inconsciente del espectador porque nunca lo nombramos de una forma tan denunciante. No es como decir: “ellos, los del fundo, nos están robando el agua”, sino que el mismo espectador haga su propio juicio de valor”.
-¿Cómo se conectaron ustedes con esta historia para que fuera su proyecto de título?
-Paolo: Bueno, yo he vivido toda mi vida en Hijuelas y he visto cómo ha cambiado el entorno, cómo se ha ido secando el valle, cómo ha bajado el caudal del río Aconcagua, perdiendo los recursos verdes. En el verano de este año estuvimos dándole vueltas a la idea sobre qué podíamos hacer como proyecto de título, lo propuse al grupo y los profesores nos dijeron que era una idea muy viable.
-Natalia: Bueno, Paolo está vinculado a los personajes, porque los protagonistas son tío (Juan) y abuelo (Jovel) de él. Entrar a esta historia de vida se nos hizo más simple porque eran familiares de él, y ya teníamos casi la investigación hecha de los personajes.
-¿Por qué les interesaba hablar de este tema? ¿Acaso porque en la zona, cuando se habla de usurpación de aguas, hay más referencias a Petorca?
-Paolo: Bueno, está claro que la desertificación está avanzando desde el norte hacia el centro. Y ya podemos decir que la cuenca del Aconcagua podría transformarse en un futuro Petorca si sigue el avance de estas formas del sobreconsumo de agua.
–Natalia: Nos interesaba revelar que había dos realidades vinculadas familiarmente, entre Jovel y Juan, pero la relación entre ambos nunca ha sido demasiado cercana. Jovel vive en su terreno, vive de vender flores, pero su hijo es encargado de riesgo en un fundo de paltos. Queríamos reflejar, aparte de la metáfora de la sequía entre los personajes, la sequía del contexto en el que estamos.
-¿Cómo se aborda desde su mirada de realizadores el conflicto entre los dos personajes?
-Natalia: Jovel ha visto de primera mano las consecuencias de la sequía: ha vendido menos flores y cada año su meta es vender para el 1 de noviembre para el Día de Todos los Santos y así mantenerse. Pero, por otra parte, nuestra idea tampoco era hacer un juicio sobre el encargado de riego del fundo de los paltos. No plantearlo en términos de buenos o malos. La idea era mostrar ambas realidades, no es que uno sea más bueno que el otro, porque Juan está obligado a trabajar para mantener a su familia, pero es un trabajo que lo absorbe mucho, muy demandante, tiene libre como dos días a la semana, vive y trabaja en el mismo lugar, casi las 24 horas del día y vigilado por cámaras.
-Paolo: Como un esclavo de su trabajo.
-¿Sienten que pudieron reflejar la realidad ambiental de la zona?
-Paolo: Muy someramente. La trama de la sequía queda como una subtrama al final, y es un tema más por debajo que llega al inconsciente del espectador porque nunca lo nombramos de una forma tan denunciante. No es como decir: “ellos, los del fundo, nos están robando el agua”, sino que el mismo espectador haga su propio juicio de valor. En una parte del río el agua está acumulada; donde trabaja Jovel no hay casi nada de agua.
“Nos interesaba revelar que había dos realidades vinculadas familiarmente, entre Jovel y Juan, pero la relación entre ambos nunca ha sido demasiado cercana. Jovel vive en su terreno, vive de vender flores, pero su hijo es encargado de riesgo en un fundo de paltos. Queríamos reflejar, aparte de la metáfora de la sequía entre los personajes, la sequía del contexto en el que estamos”.
-¿Cómo lograron penetrar en la intimidad de los personajes? ¿Se dejaron grabar?
-Natalia: Desde el primer semestre empezamos a grabar y a visitar a los personajes. Empezamos a conocerlos en mi caso, e íbamos aprendiendo de la rutina de cada personaje para grabar y que se fueran acostumbrando a que habría cámaras observándolos, pero también que pudieran actuar naturalmente. Sabemos que con una cámara es difícil que vaya a ser 100 por ciento original, pero ambos se fueron acostumbrando a que estuviéramos ahí. Y como no somos un equipo muy grande, solo cinco personas, no fue tan difícil relacionarnos. Paolo además es familiar, había convivido con ellos.
-Sin afán de spoilear, ¿en algún momento los personajes se cruzan?
-Paolo: Sí, hay de todo, se juntan y se muestra esa separación entre padre e hijo.
-¿De dónde surge el título de la película?
-Paolo: Fue un proceso de varios días de pensarlo. Fue Gonzalo, nuestro montajista, que sugirió el título apelando a un juego de palabras. Eso de “desde el fondo de las palabras” es porque son personajes callados, que casi no hablan y así queda reflejado en su relación.
-¿Quiere decir que veremos un documental de más imágenes y silencios que palabras?
-Natalia: Sí, desde un inicio, la idea no era hacer un documental periodístico donde entrevistáramos a los personajes y someterlos a preguntas. Fue mucho más observacional, de grabar su rutina en diferentes contextos, en las juntas familiares. Hubo entrevistas, pero aparecen como voz en off en cuñas de ellos, hablando de lo que hacen, de su conflicto y de sus objetivos que nos ayudaron a fortalecer la trama.
-Por último, ¿qué enseñanza dejó para ustedes el desarrollo de este documental?
-Paolo: Bueno, que hoy la gente no está muy preocupada respecto de lo que está ocurriendo con el clima, con el agua, está muy pasiva. En el 2019 hubo activismo entubaron el río para llevar agua al embalse Los Aromos, pero ahora la gente no está haciendo mucho.
–Natalia: Siempre quisimos hacer cine no solo para entretención, sino que dejara algo o concientizara a la gente o le hiciera pensar en eso. Y respecto de la realidad de la zona, lo de los paltos es en todo el valle del Aconcagua. Es impactante ir allá y ver los cerros verdes repletos de paltos, y en esos fundos ver unos estanques enormes desde lo más alto de los cerros, pero del otro lado está la otra realidad, la de Jovel, solo trabajando ahí y casi sin agua.