Escenarios Hídricos 2030 pone a disposición propuesta territorial de hojas de ruta para abordar de forma urgente la crisis hídrica
Producto de un trabajo de construcción colectiva y multisectorial con actores locales de las cuencas de los ríos Maipo y Maule, se elaboraron Hojas de Ruta para abordar la brecha y riesgo hídrico. Para cada territorio se seleccionaron más de 60 soluciones, considerando el aporte en volumen de agua, estimación de costos, tiempo aproximado de implementación, impacto social y ambiental.
“Las soluciones para enfrentar la crisis hídrica están en nuestras manos, están a nuestro alcance”. Esta es una de las principales conclusiones de un proceso de más de dos años, que acaba de culminar con la publicación de Hojas de Ruta para las cuencas de Maule y Maipo. Así lo manifiesta Ulrike Broschek, líder de Escenarios Hídricos 2030, iniciativa que dirigió este proceso, donde participaron más de 700 personas, la mayoría actores locales representantes del sector productivo, servicios públicos, Organizaciones de Usuarios de Agua (OUAs), Servicios Sanitarios Rurales (SSR; ex APR), comunidades y ONGs, municipios, academia, entre otros.
Las Hojas de Ruta contienen una serie de Medidas, Acciones y Soluciones (MAS) hídricas combinadas de forma óptima para asegurar el abastecimiento de agua para el consumo humano, los ecosistemas y el desarrollo productivo, es decir, alcanzar la seguridad hídrica. Estas MAS fueron seleccionadas y priorizadas en un trabajo de construcción colectiva con los actores territoriales y están agrupadas en tres ejes: Conservación y protección de ecosistemas hídricos; Eficiencia y uso estratégico del recurso hídrico; Migración e incorporación de nuevas fuentes de nuevas fuentes de agua.
Además del diálogo multisectorial, se realizaron diversos estudios técnicos que permitieron definiciones tan relevantes como la estimación de costos, aporte de volumen de agua, tiempo aproximado de implementación, impacto social y ambiental de todas las soluciones. En este sentido, Broschek destaca que “se demostró que al establecer un conjunto de soluciones, el aporte de agua de las medidas de eficiencia hídrica y de conservación y reparación de ecosistemas hídricos en la zona central tienen un peso específico de una magnitud mayor que soluciones definidas como nuevas fuentes de agua, de las cuales se habla habitualmente, como desalación o trasvase. Además, son soluciones que se demoran menos tiempo en implementar y cuyo costo-eficiencia es mayor”.
En la cuenca de Maipo se priorizaron 61 soluciones, que en conjunto aportan 52,44 m3/s, según el siguiente desglose:
- 30 de éstas son de eficiencia y uso estratégico del recurso hídrico (73% del agua que aporta el total de soluciones).
- 21 medidas de conservación y protección de nuestros ecosistemas hídricos (18%).
- 10 medidas de migración e incorporación de nuevas fuentes de agua (9%).
En la cuenca de Maule, en tanto, fueron seleccionadas 63 soluciones, cuyo aporte conjunto es de 457 m3/s, de la siguiente forma:
- 21 soluciones de conservación y protección de nuestros ecosistemas hídricos (53% del agua que aporta el total de soluciones)
- 29 soluciones de eficiencia y uso estratégico del recurso hídrico (46%)
- 13 soluciones de migración e incorporación de nuevas fuentes de agua (1%)
“Se demostró que al establecer un conjunto de soluciones el aporte de agua de las medidas de eficiencia hídrica, así como aquellas de conservación y reparación de ecosistemas hídricos, tienen en la zona central un peso específico de una magnitud mayor que soluciones definidas como nuevas fuentes de agua -de las cuales se habla habitualmente-, como desalación o trasvase”.
Eficiencia y conservación
Respecto a estos resultados, la coordinadora para Maule y líder de Estrategias Hídricas de Fundación Chile, Claudia Galleguillos, comenta que “es notable el volumen de aporte de agua que representan las medidas de eficiencia hídrica 73% en Maipo y 46% en Maule-, lo que quiere decir que los sectores productivos que son grandes consumidores de agua, en particular la agricultura, tienen el potencial de hacer un enorme aporte”.
Otro hallazgo de este proceso fue el aporte de las medidas de Conservación y protección de ecosistemas hídricos (Soluciones basadas en la Naturaleza): con un 53% en el Maule y 18% en Maipo. “En ambas cuencas de la zona central existe un enorme potencial de las Soluciones basadas en la Naturaleza, con una contribución de agua muy relevante, es especial en Maule, porque en Maipo están más limitadas por la importante reducción de precipitaciones”, sostiene Galleguillos.
Todo este trabajo y sus resultados en detalle están contenidos en la publicación Cuencas regenerativas: de la crisis a la seguridad hídrica, Hojas de ruta para Maipo y Maule, que fue presentada en un seminario desarrollado hoy 18 de agosto.
En la oportunidad, Pablo Zamora, presidente de Fundación Chile destacó que la información presentada en las Hojas de Ruta constituye un bien público. “Hacemos un llamado abierto y amplio a todas aquellas instituciones y sectores que tengan la voluntad y el interés de comprometerse y colaborar con la implementación de estas hojas de ruta que nos permitirán alcanzar la seguridad hídrica en gran parte del territorio de estas dos cuencas. Las soluciones están en nuestras manos, debemos poner el ciclo del agua en las cuencas por delante, como pilar base para la seguridad hídrica”.
Según explican desde EH2030, “el enfoque de Cuenca Regenerativa es un concepto que amplía las fronteras de las cuencas sustentables, porque sugiere mejorar la relación humana con la naturaleza buscando que las acciones y/o prácticas realizadas en los territorios tengan una visión integral, sistémica y adaptable, pero por sobre todo, que generen el escenario idóneo para que los ecosistemas utilicen su potencial sustentable y capacidad regenerativa para adaptarse a los cambios actuales y futuros”.
La Ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, en un saludo al inicio del seminario afirmó que “debemos transitar hacia la seguridad hídrica, y para ello tenemos que planificar nuestras inversiones a nivel de cuenca, de forma coordinada, participativa e integrada. No podemos seguir enfrentando la sequía como un evento coyuntural o como una emergencia, basado solo en el despliegue de recursos de corto plazo para dar respuesta a la urgencia. La evidencia científica es enfática: la sequía es un elemento estructural y debemos tratarlo como tal”.
En el seminario se realizó, además, un conversatorio sobre la forma de avanzar en la implementación de estas hojas de ruta que fue moderado por Marina Hermosilla, gerenta de Sustentabilidad de Fundación Chile y en el cual participaron el gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego; el consejero de Sofofa, Matías Concha; la embajadora del Acuerdo de Escazú y representante de Protege los Molles, Bárbara Astudillo, y la gerente general Cono Sur y representante BID, Florencia Attademo-Hirt.
El Gobernador Orrego señaló que “el tema de la seguridad hídrica es el principal desafío medioambiental para nosotros como GORE. Estamos sobre-diagnosticados, la evidencia está a la vista. No es suficiente una iniciativa en particular. Se requiere una revolución institucional, ya que tenemos una dispersión que atenta contra las buenas soluciones en torno a la crisis hídrica. Más de 40 instituciones vinculadas a la gestión del agua no nos ayuda. Tenemos que avanzar, necesitamos un modelo de gobernanza y un plan de acción con sentido de urgencia”.