Julieta Martínez: “Tenemos la posibilidad de poner a las niñas y adolescentes en el centro de la agenda”
La joven activista chilena acaba de participar en el Foro Generación Igualdad, organizado por ONU Mujeres, donde pudo plantear sus puntos de vista respecto de la incidencia política que debiesen tener niños, niñas y adolescentes en la lucha contra el cambio climático y las otras crisis. En esta entrevista detalla el encuentro en París, y cuál es el presente y futuro de la plataforma Tremendas, de la cual es fundadora.
La foto más viralizada de Julieta Martínez en los últimos días es aquella en que aparece junto a la ex secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton. En el marco del Foro Generación Igualdad, organizado por ONU Mujeres, la joven activista chilena tuvo la oportunidad de charlar brevemente en París con la ex candidata demócrata a la presidencia, donde abogó por mayor participación de niños, niñas y adolescentes en la toma de decisiones, a la luz de la crisis climática.
Hoy con 18 años recién cumplidos, Julieta comenzó a tener reconocimiento público en 2019, cuando creó la plataforma Tremendas, cuyo objetivo es conectar los talentos de niñas, jóvenes y adolescentes que no cuentan con una vitrina de expresión. En 2018 ya era embajadora de la Fundación Ashoka, organización internacional que promueve el emprendimiento social.
Entre los hitos de su vida también se cuenta su participación como una de las cuatro jóvenes oradoras en la COP 25 que finalmente se celebró en Madrid, España. Ahí, en representación de Chile, dictó la charla “Acción para el Empoderamiento Climático”, que le valió múltiples elogios. Además, la líder juvenil es actual embajadora de ONU Mujeres y sueña con participar en la próxima COP 26 de Glasgow, Escocia.
-¿En qué consistió tu participación en París junto a tantos y tantas líderes mundiales y de la sociedad civil?
-Para mí fue una experiencia inolvidable compartir junto a líderes mundiales, gobiernos, filántropos, sector privado. El objetivo de este Foro Generación Igualdad era pasar desde lo ambicioso a lo factible. En el fondo, era responder a los compromisos pensando en que todo esto se basaba en lo que pasó en la cuarta conferencia de la mujer en 1995, lo que hoy se conoce como Plataforma Acción Beijing, la iniciativa más ambiciosa en torno a la igualdad de género, donde se identificaron las problemáticas principales que estaban afectando a la mujer: mujer y medioambiente, mujer y toma de decisiones, mujer y pobreza, etcétera. Cómo afecta de manera distinta a la niña y a la mujer, ya que también enfrentamos las cosas de forma distinta. Queríamos que no fueran solo palabra ni discursos bonitos, sino generar compromisos.
Este es un foro que tiene mucho alcance, que dio la vuelta al mundo y que ojalá pueda tener un seguimiento. Yo participé en un panel intergeneracional, donde tuve la oportunidad de conversar con la ex secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton. Ella tuvo un rol icónico en la cuarta conferencia de la mujer. Dijo una frase que la cito: “Los derechos de las mujeres son derechos humanos”. Marcó todo un hito en todo lo que ha sido el liderazgo feminista en el pasado y en el presente.
La gran finalidad de esta convención era empezar a ver cómo esta frase llega más allá, que no quede solo en palabras. Que comencemos a trabajar en un diálogo intergeneracional e interseccional. Y al mismo tiempo era súper simbólico, en el sentido de que como generaciones mayores no le puedes pasar la batuta a generaciones más nuevas. Las niñas quieren estar presentes en los ámbitos de incidencia y tienen un rol principal en tanto agentes de cambio. Esa es la voz que quería levantar. Tuve la pequeña oportunidad de decir: no quiero ser solo Julieta, esta es la oportunidad para levantar la voz de niños, niñas y adolescentes (NNA) en el mundo, que se están reconociendo como sujetos de derechos; como sujetos críticos que entienden que estamos en un punto crítico, pero que tenemos la posibilidad de resideñar nuestras cosas, y una de ellas es poner a las mujeres y a las niñas en el centro de la agenda.
“Tuve la pequeña oportunidad de decir: no quiero ser solo Julieta, esta es la oportunidad para levantar la voz de niños, niñas y adolescentes (NNA) en el mundo, que se están reconociendo como sujetos de derechos”.
-¿Sientes que esta experiencia te ha servido para mutar los objetivos que te trazaste al principio en Tremendas?, ¿se van añadiendo elementos que a ti te gustaría relevar dentro de la organización?
-Más que mutar, lo veo como evolucionar. Estos espacios te entregan muchos más conocimientos, es una experiencia distinta. Más allá del foro en sí, es importante también considerar a las personas a quienes les diriges la palabra: Parte de lo que me tocó intercambiar con el Presidente de Francia, fue que éste es un espacio que está generando historia, porque es primera vez que se invita a niños y niñas. Yo ya tengo 18 años, pero ya no podemos ser la parte inactiva de la sociedad civil. O te dicen que eres demasiado chica para estar en este tipo de cosas. Fue importante estar ahí presente y plantear fuerte y claro cuáles son nuestras exigencias, qué necesitamos para seguir avanzando y para hablar de igualdad y sostenibilidad. En el caso de Tremendas, postuló en un espacio para ser parte de las organizaciones aliadas del foro y quedó con otras ong. Lideró coaliciones de acción respecto de 12 problemáticas que son comunes a la mujer en Chile, en Japón, en Grecia. Los temas son los que te nombré anteriormente: mujer y pobreza, mujer y medioambiente. Y a partir de eso, se generaron estas coaliciones, que son equipos de trabajo enfocados en distintos temas para buscar espacios de diálogo y soluciones efectivas. Y Tremendas pudo liderar algunas comisiones como feminismo y justicia climática; autonomía y derechos sexuales reproductivos; tecnología e innovación con igualdad de género. Generamos compromisos externos e internos. Hay 1.200 adolescentes en 18 países a lo largo del mundo en Tremendas, conociendo el trabajo de niños, niñas y adolescentes.
-¿En qué proceso se encuentra hoy Tremendas?
-Si bien hoy en día Tremendas tiene áreas de acción distintas y las chicas se unen según sus intereses y banderas de lucha, hoy queremos llegar no solo un paso más allá, sino cien pasos más allá. En ese contexto nacen las academias. Partimos con Climáticas, trabajando siempre en colaboración, promoviendo la educación ambiental con perspectiva de género. No queremos quedarnos solo ahí, estamos preparando una academia por cada una de las áreas de acción que desarrollamos. Estamos preparando la próxima, que consiste en matemáticas, ciencias, robótica e innovación. No vamos a ser solas.
-¿Figura entre tus objetivos asistir a la COP 26?
-No estoy 100 por ciento segura aún si voy a estar en la Pre COP o en la COP 26 de Glasgow. Pero sí puedo confirmar que estaré en Milán, en el All4Climate de Italia, representando a Chile junto a otro compañero en este encuentro de 190 países. Aquí se juntan, se capacitan. Se habla de las grandes problemáticas y cómo poder levantar la voz desde los movimientos juveniles, desde un enfoque interseccional, porque no hay solo una mirada ni un norte. No queremos quedarnos solo en lo local; es importante que la juventud tenga espacios de incidencia, de poner los puntos sobre la mesa, porque la crisis climática nos va a afectar a todos. Pero nos afectará de forma distinta y las soluciones son también distintas. Y con respecto a la COP, ojalá tener un espacio en la Green Zone.
-Sé que te han comparado con Greta, de una forma un poco caricaturesca, pero ¿sientes que están llevando a estas cumbres la voz latinoamericana que responde a otras realidades frente a la crisis climática?
-Sí, pero no. Esa comparación ha venido sucediendo mucho, de una forma caricaturesca, como dices tú. Greta es una niña fantástica, que ha movilizado a muchas personas, pero también hay otras Gretas, Josefinas y Julietas que están haciendo cambios gigantescos, aunque no tienen las vitrinas para visibilizarlo. Pero por otro lado no quiero ser la voz, sino abrir el camino. Ese camino que permita levantar otras voces. Ser como un cable conductor y remarcar que hay migrantes, disidencias sexuales. Hay varios factores ahí que inciden, pero no soy una representante, sino quiero abrir un camino.
-Por último, te quiero llevar al proceso constituyente que se está llevando a cabo en Chile. ¿Crees que la Convención Constitucional debería pasar por un proceso de legitimación con los niños, niñas y adolescentes, de modo tal que ellos y ellas tengan incidencia en el debate?
-Sin duda. Chile está pasando por un proceso de cambio importante y marcará un antes y un después. Yo tuve la opción de conversar hace unos meses con el vicepresidente de la Convención, Jaime Bassa, y ahí le planteé cómo incluir a los NNA en el proceso, si bien no vamos a estar sentados en esa mesa. Queremos hablar de las cosas que nos aprobleman y cómo estas voces pueden generar un impacto en la nueva Constitución. Quién más que los NNA entienden los problemas de los NNA. Siento que todavía nos falta más hablar de justicia climática, medioambiente, sequía, privatización del agua, Escazú, biodiversidad. Esos procesos no se pueden hacer con un solo sector de la sociedad.