Chile en el mapa de las finanzas verdes globales
“Durante el reciente Congreso RedLAC 2025, Chile abrió sus puertas al mundo, y en ese cruce de ideas y voluntades quedó conectada una comunidad que entiende que la vida no conoce fronteras. La naturaleza nos invita a cooperar, a regenerar y a actuar con visión de futuro. Que los debates y acuerdos nacidos en este encuentro sigan inspirando políticas, alianzas y decisiones transformadoras, por un país y un planeta donde la prosperidad de las personas dependa, como siempre ha sido, de la salud de la Tierra que habitamos”.

 
				Hace unos días, Chile tuvo el honor de acoger el Congreso RedLAC 2025, un encuentro global que situó al país en el corazón de la conversación internacional sobre la inversión verde. Organizado por la Red de Fondos Ambientales de América Latina y el Caribe (RedLAC) y Fondo Naturaleza Chile, reunió a representantes de organismos internacionales, filántropos de la talla de Bezos Earth Fund, la banca, inversionistas, autoridades, sociedad civil, sector privado y medios de comunicación. Todos compartieron un mismo propósito: encontrar caminos concretos para movilizar recursos financieros hacia la restauración y conservación de la naturaleza, base de toda actividad económica y del bienestar humano.
Los anuncios y el propio encuentro demostraron que Chile tiene las condiciones para ser parte activa de programas globales que generan beneficios locales, fortalecen la salud de los ecosistemas y garantizan, en última instancia, la prosperidad de las personas. Este hito confirma, además, el rol clave de los fondos ambientales, como Fondo Naturaleza Chile, en movilizar recursos para la restauración y conservación del Capital Natural.
Porque la naturaleza no es un recurso: es el sistema que hace posible la vida. El Capital Natural —ese conjunto de activos y servicios ecosistémicos que sustentan el agua, el clima, los alimentos y la energía— está en riesgo, y con él, nuestra prosperidad. Cerca del 50% del PIB mundial depende directamente de la naturaleza. En Chile, esta relación es aún más evidente: nuestra economía, cultura y calidad de vida están profundamente entrelazadas con la salud de los ecosistemas. Sectores como la minería, la agricultura, la pesca y el turismo —que representan aproximadamente un 80% de nuestras exportaciones— se sostienen en la vitalidad del suelo, los mares, los bosques y la provisión de agua.
Proteger y restaurar la naturaleza no es solo un deber ético, sino una condición para el desarrollo sostenible. Por eso nació el Fondo Naturaleza Chile, el instrumento oficial que el país ha definido para movilizar, de manera confiable y a largo plazo, los recursos necesarios para restaurar y conservar nuestro Capital Natural. Inspirado en modelos exitosos de RedLAC, con décadas de impacto en América Latina —como Costa Rica, México, Brasil o Perú— el fondo se ha consolidado en poco más de tres años como una herramienta innovadora y confiable. Su éxito se debe a una visión clara y a la fuerza de sus alianzas estratégicas con socios como CAF, BID, Teck, OceanKind, WWF, TNC, WCS y Oceana, que han hecho posible una movilización inédita de recursos para la conservación en Chile.
El Congreso RedLAC 2025 fue, además, una vitrina privilegiada para abrir nuevas conversaciones y proyectar soluciones. Más de cien panelistas y 700 participantes exploraron temas clave para el futuro: el valor del Capital Natural y su integración en las decisiones económicas; la innovación financiera como motor de conservación; la restauración de cuencas para asegurar el agua; la prevención de incendios forestales; y el impulso de un enfoque Nature Positive, que propone una relación regenerativa entre las personas, el mundo corporativo y la naturaleza. También hubo espacio para abordar el papel de las nuevas tecnologías, la comunicación y las soluciones basadas en la naturaleza como ejes del cambio.
Durante esos días, Chile abrió sus puertas al mundo, y en ese cruce de ideas y voluntades quedó conectada una comunidad que entiende que la vida no conoce fronteras. La naturaleza nos invita a cooperar, a regenerar y a actuar con visión de futuro. Que los debates y acuerdos nacidos en este encuentro sigan inspirando políticas, alianzas y decisiones transformadoras, por un país y un planeta donde la prosperidad de las personas dependa, como siempre ha sido, de la salud de la Tierra que habitamos.

 
			 
			 
			 
			 
			 
								





