Asumiendo que las fachadas de las casas solían mostrar grietas a partir de las lluvias, el matrimonio de Liliana Henríquez y Franco Paredes decidió fundar en 2019 la empresa Lumine Revestimientos en la localidad rural de Pencahue, en la Región del Maule, próxima a la capital Talca. La propuesta fue la fabricación de revestimientos para paneles SIP de construcción como productos decorativos que buscan entregar textura, belleza y protección contra agentes climáticos.

“Notamos que los productos del mercado no sólo no cubrían las necesidades, sino que a nivel estético no eran muy bonitos”, comenta Liliana Henríquez, enfermera de profesión pero que también estudió Técnico en Ventas, con lo que ya acumuló sobrada experiencia en el rubro. Junto con su esposo Franco (hoy encargado del Área Técnica) realizaron varias pruebas antes de lanzarse con toda la formalidad requerida, y dieron con una mezcla sustentable con la que lograron diferenciarse de sus competidores: “Nuestros revestimientos están elaborados con minerales de la naturaleza: piedras rústicas, escamas de rocas, unidas a una resina con un poder de adhesión fuerte”, agrega la encargada del Área Comercial de la empresa.

El resultado es un producto con una tecnología hidrorrepelente que, al ser aplicado en muros de construcciones livianas, lucen como si fueran sólidas y evitan la proliferación de hongos y grietas producto de las lluvias. “Lo que más nos diferencia es la resina de poder aditivo que le confiere a la estructura una apariencia sólida. En el mercado vas a ver pinturas texturadas que a veces le incorporan piedras de cuarzo, pero son muy pinchudas. Nosotros nos enfocamos en seleccionar piedras de distintas granulometrías”, explica Liliana.

La apuesta por la sustentabilidad de Lumine está dada porque usan parte de la riqueza mineral del país para desarrollar sus productos. Y no sólo por eso: los revestimientos no tienen compuestos orgánicos volátiles, no usan pigmentos (sino los colores de las mismas piedras), poca agua y baja huella de carbono. “Llevamos la naturaleza a las construcciones chilenas”, acota Henríquez.

Variedad de productos

En el portafolio de Lumine existen variados productos, en formato de tinetas: revestimiento texturizado creta, gres y preta; sellador acrílico, pasta niveladora, estuco SIP y hasta productos complementarios. “Nuestro producto estrella es el estuco SIP, ya que hace semejanza con un estuco cemento sobre las construcciones”, acota Liliana Hernández.

“Todos los productos están elaborados con cuarzo en arena y grano; y resinas acrílicas de naturaleza elastomérica (flexible, que no se agrieta) e hidrorrepelente. Estos ingredientes forman una pasta que se aplica brindando grandes beneficios de durabilidad y estética”, se señala en la página web. Paneles SIP OSB, SIP MGO, SIP aluminio, terciado estructural, placa de fibrocemento, placa yeso-cartón, ladrillo y concreto son algunas de las superficies en las que se puede aplicar el producto.

“En un principio vendíamos los productos con colores. Pensamos retomarlo. Eso está en evaluación. Lo dejamos de hacer porque es difícil abarcar la gama de colores que la gente quiere. Había mucha post venta, entonces lo dejamos de hacer”, agrega Liliana, quien recuerda que la tecnología no tiene un efecto término, sino hidrorrepelente.

Al principio usaron el garage de su casa en Pencahue para producir las primeras tinetas. Hoy cuentan en su domicilio con una fábrica con todas las de la ley. “Tenemos cobertura en todo Chile. Compramos un terreno acá en Pencahue y armamos la fábrica. Despachamos desde Talca, pero nunca nos proyectamos en Santiago. En todo caso, la mayoría de nuestros clientes está en Santiago. Nosotros vivimos felices en el campo”, añade la emprendedora.

Igualmente los despachos son a todo Chile. Un 60 por ciento de las ventas de Lumine es a empresas, agencias, constructoras y oficinas de arquitectos, y el otro 40 por ciento a personas particulares que los contactan por redes sociales o a través de la página web.

Liliana agradece el apoyo que desde un principio le dio Corfo a Lumine a través de diferentes fondos. Este respaldo fu muy importantes, junto al espíritu inquieto de Franco Paredes, quien “cual científico loco, viajaba a Santiago para buscar resinas, hablando con proveedores, probando, mejorando cada vez más”, indica la cofundadora. Ahora último, Corfo sigue ligado a la historia de Lumine: acaban de recibir el premio Gen Emprendedor, en la categoría “Género”, por ser un emprendimiento liderado por una mujer y por su impacto positivo que genera en el ecosistema nacional desde las regiones.

Liliana está consciente del valor que tiene ser mujer en un rubro en que prevalece el machismo. “El rubro de la construcción es muy machista. A veces los clientes prefieren hablar con Franco para cosas técnicas, siendo que una lo explica de forma bastante empoderada. Es una cuestión cultural que irá cambiando. Una sabe su valor. Para nosotros este premio es importante porque podemos destacar con un emprendimiento regional, y que las mujeres podemos liderar rubros tan machistas como éste”, cierra Henríquez.