Prima: en San Fabián de Alico nace inédito laboratorio de innovación de residuos con base comunitaria
En la comuna precordillerana del Ñuble germinó este proyecto que busca democratizar la economía circular y acercarla a nivel territorial. A partir de un trabajo con la comunidad, Prima tiene como horizonte ser un sistema de gestión de residuos alternativo dentro de la Ley REP en todo Chile, recuperando residuos y transformándolos en materia prima de la cual nacerán nuevos productos que ofrecerán soluciones a problemáticas socioambientales, y generarán beneficios económicos a las y los involucrados. Actualmente buscan financiamiento de otras empresas para fortalecer el proyecto.
En San Fabián de Alico, comuna enclavada en la precordillera de la Región de Ñuble, sopla cada tanto un viento puelche que suele espantar la calma de sus habitantes. No es infrecuente que se caigan árboles o se vuelen techumbres. Radicada hace dos años en la tierra natal de Nicanor Parra, la creadora del proyecto Prima, Amanda Ortúzar, sabe de los desaguisados que provoca el viento, y ha pensado en fabricar agarres hechos de plásticos o latas recicladas para impedir la voladura de los techos, y amarres de cinta reciclada para sostener a los árboles.
En estas ideas que circulan por la cabeza de Amanda -se autodefine como maestra chasquilla- siempre hay dos elementos irreductibles: la gestión de residuos y la participación comunitaria para resolver problemáticas locales como, en este caso, la del viento puelche. Es precisamente ese el espíritu del proyecto que lidera y que está dando sus primeros pasos: se trata del citado Prima, el primer laboratorio de innovación en residuos con enfoque comunitario.
“Prima es un proyecto que lleva craneándose hace varios años, siempre con las organizaciones territoriales y a través de las economías locales, para dar solución viable a los problemas ambientales”, explica Ortúzar, directora del proyecto, que empezó en 2018 con algunos talleres hasta que llegó la pandemia y cercenó toda posibilidad de gestionar los residuos. No obstante, la obtención de un Corfo Semilla Inicia Empresa Liderada por Mujeres, en noviembre de 2022, le brindó al proyecto un nuevo y grandioso impulso.
La propuesta -que recién lleva tres meses de ejecución- consta de varias etapas: la primera de ellas consiste en un plan de educación ambiental y gestión de residuos, por medio del cual se habilita la recolección de residuos domiciliarios de 30 familias aledañas al taller que funge como centro de operaciones. Estas mismas personas pueden luego transformarse en educadores ambientales a través de talleres. Luego, los residuos recolectados pasarán a una fase de desarme, y tras ingresar a máquinas -que aún están en fase de diseño- estas piezas se convertirán en materia prima. “En vez de chipear el plástico, lo transformamos en materia prima con menor impacto, a través de un método mecánico y replicable”, explica Amanda Ortúzar.
“Una de las falencias que observamos en la economía circular es que no considera a las personas. O, dicho de otro modo, las considera solo para entregar residuos. Pero podemos darles una oportunidad en la regeneración del tejido social a través de la gestión de los residuos”.
El ejemplo más ilustrativo de este proceso es extraer el hilo de las botellas PET y transformarlo en productos de cestería. Lo que no se alcanza a acopiar como materia prima, comenta la directora de Prima (cuya cuenta de Instagram se puede seguir aquí), se va a la red de recicladores con los que tienen convenios. Con respecto a las máquinas, añade Ortúzar, la idea es que éstas “se puedan replicar en cada territorio para que cada persona pueda abrir su propio modelo Prima y gestione residuos. Vamos a ir creando máquinas a medida que vamos entendiendo la materialidad de cada residuo. Por eso nos consideramos un laboratorio de innovación”.
Dicha materia prima obtenida sirve para alimentar dos áreas claves en el espíritu de Prima: el área productiva y el área de innovación. Para la primera, se crearán capacidades para vender los productos resultantes asociados a un territorio. Por ejemplo, se pretenden convertir las cámaras de bicicletas usadas en huinchas para adosar a las parrillas, bolsos y otros adminículos. El primer capítulo de esta área productiva se escribirá este sábado, cuando comience el primer taller, solo integrado por mujeres, quienes fueron las que más se interesaron.
En cambio, el área de innovación va un paso más allá: en esta línea se les enseña a las personas a usar herramientas básicas, desde el cautín hasta el alicate, para crear productos innovadores desde el territorio. “Se les enseña sobre la materialidad de los residuos y a jugar con eso, además de instruirles sobre economía circular y la educación ambiental”, narra Ortúzar, quien conforma equipo en Prima con Carmen Mejías (periodista y encargada del área de marketing) y Carlos Aliaga (ingeniero mecánico y encargado de hacer las máquinas). Dichos talleres serían de oficios que trabajen con material reciclado. ¿Ejemplo? Talleres de costura, pero con ropa rescatada.
“Prima es una forma de democratizar el acceso a capacidades en economía circular y recuperación de residuos”, expresa la directora del proyecto, cuyo financiamiento de Corfo dura 10 meses y por lo mismo se encuentra buscando otras fuentes de financiamiento que crean en la propuesta.
Según Ortúzar, “si a la persona que toma los cursos se le ocurre hacer algún producto con las materias primas recolectadas, nosotros le ayudaremos a salir a la venta a través de convenios colaborativos, siguiendo el patrón de la naturaleza”.
“Prima es una forma de democratizar el acceso a capacidades en economía circular y recuperación de residuos”.
Prima: un sistema de gestión alternativo dentro de la Ley REP
En esa idea de “democratizar” la economía circular subyace una crítica de Amanda Ortúzar a cómo ha sido concebido este cambio de paradigma. “Una de las falencias que observamos en la economía circular es que no considera a las personas. O, dicho de otro modo, las considera solo para entregar residuos. Pero podemos darles una oportunidad en la regeneración del tejido social a través de la gestión de los residuos. Se dice comúnmente que a la gente se les da trabajo, pero nuestro objetivo es darles autonomía”, subraya ella.
En consonancia con ello, el objetivo de Prima es comenzar a extender sus redes y formar sedes en cada comuna de la región, como San Carlos de Ñuble, y después comenzar a trepar por todo Chile. “Queremos ser un sistema de gestión alternativo dentro de la Ley REP. Si llegamos a formar varias Prima, podemos formar un sistema de gestión, ya que recuperamos y valorizamos, y tenemos triple impacto ambiental, social y económico. Tenemos que romper ese paradigma de la economía circular que es más elitista y que no considera el conocimiento territorial”, critica Ortúzar.
Para materializar sus propósitos, Prima busca apoyo especialmente a través de la Ley de Donaciones Culturales, es decir, invita a algunas empresas con vocación filantrópica a que puedan ayudar a financiar el proyecto. “La idea es que ojalá sean empresas del territorio”, apunta Amanda Ortúzar, cuyo mail para recibir información de las empresas interesadas es contacto@primasanfabian.cl.
“Lo importante es que las comunidades sean protagonistas de este cambio de paradigmas hacia una economía circular y sostenible”, cierra la directora de Prima, criada en Santiago, pero que vive apaciblemente rodeada de los ríos y montañas de San Fabián de Alico. Y no se queda atrás en el ingenio para explicar el origen del nombre del proyecto Prima: “Cuando lo ideamos, pensamos que podía remitir a materia prima. Pero a la vez si desglosamos las iniciales, podría ser ‘proyecto de innovación medioambiental’, ‘proyecto de integración medioambiental’, es un poco jugar con las palabras”.