Nowü: el “nuevo retail” de la madera moldeado por manos artesanas
Esta empresa, autodefinida como un proyecto de innovación social, compra madera de roble de demolición que artesanos contratados transforman en muebles de alta calidad. Los retazos de aquellas obras son donados a otros artesanos que los trabajan a menor escala, como en decoraciones. En el proyecto se trabaja bajo los parámetros de salario justo, paridad e integración social.


En 2017 el ingeniero Gabriel González tenía por misión amoblar un departamento, y no encontraba muebles de calidad a un precio justo. “Eran muebles muy caros, o muebles muy baratos de mala calidad”, recuerda González. Un día cualquiera un amigo le contó que había comprado unas bancas por 350 mil pesos, y que las había fabricado un maestro artesano de Recoleta. González había cotizado en Vitacura las mismas bancas por $1.300.000, y entonces asumió que ahí había una oportunidad.
Con ese propósito nació la empresa Nowü, que inicialmente fue creada como una intermediaria entre distintos artesanos/as y los clientes finales, normalmente personas del barrio alto de Santiago. En pandemia, sin embargo, el foco cambió y Nowü dejó de ser intermediario para tener un taller propio donde trabajar muebles de alta calidad a partir de la compra de madera de roble de demolición a empresas que, justamente, demuelen casas, acopian el material y los disponen a la venta.
“Esto quiso decir que los maestros que fabricaban muebles para nosotros pasaron a ser de planta: trabajadores de la empresa. Hasta el día de hoy seguimos dos ingenieros (se suma la próxima semana una ingeniera más) y 11 maestros”, explica Gabriel González, fundador de Nowü. El taller se encuentra en la comuna de Recoleta, en la calle Alfredo Rosende 761.
La compra de estas vigas de roble se hace al por mayor. De ahí que puedan ofrecer una “tercera vía” a la madera luego de que se fabrican los muebles, cuyo espectro cubre sillas, terrazas, productos de cocina, de dormitorio, de living comedor y, en fin, de todas las áreas del hogar. Los retazos de roble que quedan de los muebles, son donados a otros artesanos/as que trabajan en una escala menor, como por ejemplo, decoraciones.
“Gracias a que compramos muebles al por mayor, somos capaces de donar roble. En un año vendemos cerca de 1.000 muebles. Somos el primer taller en Chile que regala roble de manera masiva. Como que a todo el mundo le choca eso, porque la pulgada de roble cuesta 22 mil pesos. Para un artesano es carísimo”, agrega Gabriel González. “Cuidamos el medio ambiente a través de la reutilización y donamos estos retazos para continuar con la producción. Eso es parte de nuestro modelo de negocios”, complementa.

“Cada persona que trabaja con nosotros entiende que no sólo beneficia a nuestra empresa y tiene un sueldo justo, sino que saben que su pega ayuda a los demás. Es potente lo que nosotros hacemos: lo que donamos equivale a 65 millones de pesos en material”.
El foco de inclusión social de Nowü
Gabriel González se planteó desde un principio fundar una empresa que promoviera los valores del comercio y salario justo, la integración social y el impacto positivo ambiental. Él notaba que el retail, en general, “funcionaba de forma muy abusiva con los maestros y las personas”. De manera que Nowü se autodefinió como “el nuevo retail”, partiendo por el trato digno a sus trabajadores/as.
“Somos un equipo y nos ayudamos el uno al otro. Entre nuestros trabajadores tenemos a personas que estuvieron en la cárcel, que fueron alcohólicas, que se intentaron suicidar. Algunos fueron enfermeros, en nuestro caso, ingenieros. Tenemos trabajando a un muchacho con TEA. Entendimos que el trastorno del espectro autista no es una limitación, sino que es parte de la inspiración que queremos darle a la sociedad. Ojalá que este ejemplo se pueda replicar en otras empresas”, manifiesta González, quien agrega que Nowü no es una empresa en sí, sino “un proyecto de innovación social”.

“Gracias a que compramos muebles al por mayor, somos capaces de donar roble. En un año vendemos cerca de 1.000 muebles. Somos el primer taller en Chile que regala roble de manera masiva”.
Nowü cuenta, asimismo, con alianzas colaborativas con otras empresas socias como ferreterías. Y respecto al material que donan, González señala que, en promedio, 100 personas al mes pueden retirar los retazos de robles. De un viaje, agrega, pueden llevar hasta tres sacos de roble, además de viruta y aserrín: “Cada persona que trabaja con nosotros entiende que no sólo beneficia a nuestra empresa y tiene un sueldo justo, sino que saben que su pega ayuda a los demás. Es potente lo que nosotros hacemos: lo que donamos equivale a 65 millones de pesos en material”.
Del mismo modo, Nowü trabaja con internos del penal Colina 1, quienes fabrican tableros y sillas de pino oregón reciclado que viene de las mineras. “Por eso es que nos llamamos ‘el nuevo retail’, que se preocupa por la gente”.
González dice que las perspectivas de crecimiento de Nowü son altas. En 2023 el proyecto creció un 20 por ciento, y este 2024 quieren dar un gran salto hacia un 35%. “Ahora estamos trabajando con una incubadora de negocios que nos conduzca a un plan estratégico”. De aquí a cinco años, pretenden vincularse con empresas como Ikea, Paris o Falabella, para que sus clientes “conozcan todo el talento del artesano chileno”. Pese a que cumplen todos los requisitos para certificarse como Empresa B, aún no lo han realizado. En estos momentos Nowü está en plena mudanza. “Queremos pasar del romanticismo del taller a una empresa seria”, cierra Gabriel González.