Alikum: una mueblería y una juguetería con economía circular aplicada
En Iquique se formó esta empresa que recupera pallets de la industria minera y portuaria para convertirlos en mobiliario personalizado y en juguetes de madera con realidad aumentada -tipo “Pokemon GO”- dirigidos hacia niños y niñas que quieran aprender del patrimonio paleontológico de la Región de Tarapacá.
Paulo Araya jugaba de arquero. Lo hizo en Deportes Iquique y Cobreloa, mas no alcanzó a debutar en Primera División. La pandemia frenó su incipiente carrera deportiva y fue finiquitado. Sin embargo, al mismo tiempo ya había entrado a la universidad y en el primer año formó su empresa de la que ahora vive: Aliküm, una mueblería y juguetería ecológica, con base y sustento en el modelo de economía circular.
La mueblería y juguetería Aliküm no nacieron al mismo tiempo. El primer modelo de negocios fue la mueblería, donde encontraron un nicho de mercado a medida que se iba suscitando lo que Araya denomina “proceso de verticalización” de la ciudad de Iquique, de la que es originario. “En ese proceso de verticalización existía demanda por un producto personalizado”, comenta el joven emprendedor de 23 años.
“Nuestro negocio empezó de forma bastante austera. Pero de a poco hemos adoptado una posición corporativa más ventajosa a partir del ámbito competitivo. La única exigencia que les hacemos a las mineras es que la logística la hagan ellos a través de un empresa externa. El pallet lo recibimos sin costo, pero la revalorización nos permite, por ejemplo, con 4 tablas comerciales de 4×1 hacer un sillón que vendemos en 50-60 mil pesos, y si a eso se le suman vidrios, cojines y pintura se arma un conjunto que puede llegar a 500 mil pesos, a partir de 4 pallets”, explica Paulo Araya.
El problema, más allá del esfuerzo que implicó ver nacer tan joven un emprendimiento, ha pasado por conseguir la resolución sanitaria. El proyecto se emplaza en el mismo espacio que su arrendador, cuya planta de tratamiento de aguas no está certificada.
Más allá de ello, Aliküm se hace cargo de un activo- de otra empresa y le ayuda en sus propósitos de gestionar dichos residuos para revalorizarlos. “Las empresas pueden reducir este activo a través de la donación del material o de una venta. En nuestro caso, recibimos dichas donaciones”.
En cuanto a los productos, Aliküm fabrica muebles como sillones, mesas y roperos siempre con la economía circular aplicada como horizonte. “Nos hemos ido ampliando con otros materiales, por ejemplo, usamos fierro verde que le compramos a AZA. Trabajamos también muebles a nivel industrial, apelamos al concepto de responsabilidad industrial. También fabricamos paneles de madera, a partir de proyectos personalizados”, agrega Paulo Araya.
“La mueblería apunta al segmento entre los 25-55 años y se venden en Iquique y Alto Hospicio, debido a los problemas de logística, por la distancia hacia otros centros urbanos del norte, aún no tenemos ese sistema logístico para sobrellevar el problema de vivir en una región donde está el desierto más árido del mundo”.
De la mueblería a la juguetería
A medida que iba fabricando los muebles que conforman el catálogo de Aliküm, se fue percatando de los grandes volúmenes de merma de material que iba a parar a los vertederos. Con ese material en algún momento se le ocurrió crear un juguete de madera, a partir de una pata de dinosaurio, inspirado en el patrimonio cultural y paleontológico de la zona de Pica, al interior de Iquique, que destaca por la existencia pasada de dinosaurios.
En ese momento se le ocurrió trabajar con el patrimonio de la región. A dicha pata de dinosaurio se le incluyó un diseño con un láser y vio la posibilidad de generar una realidad aumentada a través de un código QR, similar a lo que ocurrió en su momento con el juego “Pokemon Go”, en que niños, niñas y adolescentes salían coloquialmente a “cazar pokemones”. “Es una forma muy creativa de jugar porque para poder entender cómo era un dinosaurio, los niños tienen la posibilidad de googlear cómo eran, de meterse en Youtube, pero no existe la chance de conocer un dinosaurio. Con esta realidad aumentada que permiten estos juegos, sí pueden”, asegura Araya.
Por ejemplo, existe una línea en el catálogo de “cubos jurásicos”, entre los que destaca un puzzle simple hecho con cubos de pallets pintados y grabados en láser con siluetas de dinosaurios tarapaqueños. Todos los productos son muy versátiles y calzan a la perfección con contenido educativo para impulsar el desarrollo cognitivo de niños y niñas de los colegios.
La mueblería y la juguetería Aliküm apuntan a segmentos socioeconómicos distintos, por lo que cada una tiene su cuenta de Instagram por separado. De todas maneras, por ejemplo, en una alianza que mantienen con Collahuasi, ellos ofrecen 1000 pallets al año y Aliküm les vende juguetes y muebles que se usan en temas corporativos dentro de la minera.
“La mueblería apunta al segmento entre los 25-55 años y se venden en Iquique y Alto Hospicio, debido a los problemas de logística, por la distancia hacia otros centros urbanos del norte, aún no tenemos ese sistema logístico para sobrellevar el problema de vivir en una región donde está el desierto más árido del mundo. Mientras que la juguetería obviamente apunta al mundo infantil”, cierra Araya, ganador de varios premios gracias a su emprendimiento nortino.