Investigación determina los desafíos escolares para lograr un reciclaje eficiente
Más de 1.600 colegios de Chile fueron parte del Primer Estudio Nacional de Reciclaje en Establecimientos Educacionales, en el que se puede observar cómo son desarrolladas las diferentes técnicas de gestión de residuos y qué tan factibles son de llevar a cabo. La encuesta y su análisis fueron liderados por Kyklos, con el apoyo de Tetra Pak, y dados a conocer en un semanario web donde participaron representantes del MMA, ANIR y ReSimple.
La preocupación por el medioambiente y cómo generar políticas y una cultura que permita tener su cuidado como una prioridad es un tema que hace años está en la discusión pública. Por eso, una de las instancias donde más esperanzas se tiene para generar un cambio es entre los niños, niñas y adolescentes, por lo que la implementación de actividades en colegios es indispensable.
Si bien lo anterior podría parecer obvio, recién este año se pudo tener más certeza de cómo es el impacto que tienen las medidas de cuidado medioambiental en escuelas a través del reciclaje, gracias al Primer Estudio Nacional de Reciclaje en Establecimientos Educacionales. La investigación consideró a más de 1.600 colegios de todo el país, tanto municipales como particulares subvencionados y particulares.
A pesar de que más del 75% de los colegios encuestados está de acuerdo con que el reciclaje debiese ser obligatorio en Chile, solo el 50,8% recolecta envases y embalajes para reciclar. De los establecimientos que no gestionan residuos, más del 60% indica que es por dificultades con la logística para retirar el material, por lo que uno de los primeros grandes desafíos a superar es cómo gestionar el reciclaje desde los puntos en que se recolecta. En el caso de los que sí separar materiales valorizables, cerca del 40% gestionan ellos mismos los residuos llevándolos a un punto limpio.
Respecto a qué tipo de reciclaje se realiza en los colegios, en su mayoría corresponde a residuos inorgánicos, como envases y embalajes de plástico, papel y cartón, que provienen casi en su totalidad de las colaciones que los estudiantes llevan desde sus hogares. En el caso de los establecimientos que cuentan con casino, la mayoría de los almuerzos se preparan ahí y el 66% de los residuos que se generan no son gestionados.
El estudio observó que existen efectos positivos del reciclaje dentro de los establecimientos, sobre todo en la comunidad y en el ambiente en general. Entre otros beneficios, destaca el generar un ambiente más respetuoso, ver menos basura en salas y patio y mejorar la motivación escolar. No obstante, se observa una deficiencia en cómo las familias entienden qué es reciclaje y cómo hacerlo de forma correcta, con casi un 50% indicando que no existe conocimiento al respecto. Además de que las políticas sobre reciclaje que se dan en los colegios no están llegando de forma efectiva a las familias, se suma que un 71,4% de los establecimientos no suman a vecinos en sus iniciativas de reciclaje.
Desafíos
El estudio fue liderado por Kyklos, con el apoyo de Tetra Pak, y fue presentado en un seminario web que contó con la presencia de Tomás Saieg, jefe de Economía Circular del Ministerio de Medio Ambiente (MMA); Antonia Biggs, gerente general de la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR); e Isidro Pereda, Gerente de Proyecto ReSimple, Gransic (Gran Sistema de Gestión Colectivo) en conformación. La instancia fue moderada por Javier Peró, director de Estudios de Kyklos.
Peró comentó que el estudio incluyó colegios de 305 comunas (de las 346 que tiene el país) y que, además de las encuestas, se realizaron varios focus group para profundizar en aspectos más cualitativos.
Sobre cómo la forma de reciclar cada vez se irá haciendo más cotidiana, el representante del MMA indicó que “a medida que se vayan desplegando sistemas de reciclaje mucho más masivos que los que conocemos, los mismos sistemas de gestión que se van a ir desplegando en el territorio van a ir diciendo ‘mira, en este lugar operamos así, y lo que a mí más me sirve es así o asá’, y esa parte se va a ir facilitando. Todo lo que se puede hacer en un colegio respecto a medioambiente es muchísimo más allá que el reciclaje, es una súper buena puerta de entrada”.
En tanto, Isidro Pereda indicó que una de las formas en que la separación de materiales valorizables puede hacerse más sencilla y cercana a las personas es a través de etiquetado, que permita identificar fácilmente si un envase puede ser reciclado o no.
“Para que esto se vuelva re-simple tenemos que contar con un ecoetiquetado, tenemos que tener un sello que diga que el envase en reciclable, porque eso va a facilitar todo. Si decimos ‘separe o recicle los envases que tiene este sello’ va a ser mucho más sencillo para que todos reciclen de tres formas: limpio, seco y aplastado. Con eso estamos listos”, estimó el gerente de Proyecto de ReSimple.
Antonia Biggs, en tanto, destacó cuáles son los desafíos para descentralizar el proceso, ya que los problemas para reciclar se intensifican en regiones: “Tenemos que identificar cuál es la infraestructura que se requiere en regiones, y lo que hemos comentado con nuestros socios que están en ellas es que son puntos limpios con buena logística de retiro, o ser centros de acopio o plantas de tratamiento, lo que da mayores posibilidades de acopiar, enfardar y compactar, para contar así con volúmenes interesantes para enviar a valorización. Si hay buenos volúmenes por supuesto que habrá interés en mayores infraestructuras propias en las regiones”, destacó.
El seminario completo se puede ver aquí: