Iniciativa de colaboración entre Colombia y Chile permitirá potenciar la economía circular en ambos países
Las autoridades ambientales chilenas y colombianas han desarrollado un trabajo conjunto durante dos años, destinado a conocer aquellas iniciativas innovadoras y exitosas que puedan ser replicadas en el ámbito de la valorización de residuos. Producto de esa cooperación, en los próximos días se dará a conocer el “Portafolio para la innovación y el emprendimiento en economía circular: contexto de Chile y Colombia”, que contiene antecedentes de 18 emprendimientos.
Los últimos dos años, autoridades medioambientales de Chile y Colombia han estado en permanente comunicación y colaboración para avanzar en la elaboración del “Portafolio para la innovación y el emprendimiento en economía circular: contexto de Chile y Colombia”, un documento que recoge experiencias destacadas de ambos países, susceptibles de ser replicadas para implementar la economía circular.
Dicho portafolio, que será dado a conocer en los próximos días, contiene ocho iniciativas chilenas y diez colombianas, con su descripción y detalles que permitirán conocer los aspectos que las convierten en modelos para sus países y para Latinoamérica.
Según explica Paola Cofré, jefa del Área Economía Circular de la Seremi del Medio Ambiente de la Región Metropolitana, este proyecto ha propiciado una retroalimentación entre las autoridades ambientales de ambos países, con foco en las grandes ciudades, principalmente Bogotá y la Región Metropolitana de Santiago.
Como parte de la iniciativa se creó una Comisión Mixta de Cooperación Técnica Colombia-Chile, integrada por las siguientes instituciones: Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Ministerio del Medio Ambiente de Chile (MMA), Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá, y Secretaría Regional Ministerial de Medio Ambiente (Seremi) de la Región Metropolitana.
En ese contexto, a fines de septiembre estuvo en Chile una delegación colombiana que conoció en terreno varias experiencias interesantes relacionadas con recolección, reciclaje y reúso de materiales, en particular para envases y embalajes. Unas semanas antes, un equipo de la Seremi de la RM y del MMA estuvo a su vez en Bogotá, para conocer experiencias colombianas en estas materias.
Paola Cofré, quien ha coordinado este proyecto, explica que uno de los primeros objetivos es difundir las experiencias exitosas para impulsar la generación de iniciativas similares. “La idea fue revisar qué podemos replicar en ambos países, cuál es el estatus normativo, cómo es la infraestructura, cómo poder potenciar en las distintas empresas para hacer efectivamente circular sus procesos, cómo insertar el concepto de simbiosis industrial”, indica la especialista.
Sobre este concepto de “simbiosis industrial”, Cofré subraya que se trata de uno de los aspectos de los cuales el país puede aprender de Colombia, pues allá se encuentra más avanzado. Se trata, explica de un proceso relevante, por cuanto permite concretar procesos de economía circular a nivel industrial. Consiste -agrega- en una vinculación directa entre dos industrias, donde los subproductos y residuos que produce la empresa A, son insumos para la empresa B. “En Chile, esto podrí aplicarse, por ejemplo, en la industria de la construcción, que es la que genera más residuos sólidos, muchos de los cuales terminan en vertederos ilegales, y que podrían ser valorizados. Tenemos que dar un salto ahí”, comenta jefa del Área Economía Circular de la Seremi.
Aprendizajes
Otro de los puntos donde Colombia ha avanzado un poco más es el ecodiseño, algo que en Chile es necesario potenciar, relata Cofré. “En Colombia visitamos un laboratorio de ecodiseño que funciona en asociación con el ministerio y la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá para analizar cómo ecodiseñar ciertos productos de manera eficiente y que eso sirva para complementar y apoyar el aumento de las tasas de valorización en Colombia”.
La especialista señala que tanto el MMA como las seremis tienen un desafío en la promoción del ecodiseño como principio fundamental de la economía circular, para lograr que los productos efectivamente tengan circularidad, y para eso -dice- hay que avanzar en incentivos para que el regulado, es decir, el productor, avance en la materia.
Por otra parte, uno de los aspectos en los que Chile destaca es el marco regulatorio, particularmente con la Ley 20.920 “Establece marco para la gestión de residuos, la responsabilidad extendida del productor y fomento al reciclaje” (Ley REP). “En los aspectos jurídicos y normativos tenemos un marco robusto y ordenado, y nuestra contraparte colombiana ha podido aprender bastante al respecto”:
Sobre este punto, uno de los integrantes de la comitiva colombiana de visita en el país, el subdirector de Ecourbanismo y Gestión Ambiental Empresarial de la Secretaría Ambiental de Bogotá, Alejandro Gómez, subrayó que “nos hemos encontrado con unas plataformas de política pública y normativas que acercan mucho más al industrial a esos procesos de recuperación de materiales, a esos procesos de ecodiseño, de circularidad, y ha sido una experiencia muy grata para conocer también cómo esa normativa afecta, dinamiza los mercados, potencia la demanda de esos productos, y es muy interesante llevar esos aspectos relevantes diferenciales, en los que hay mucho aprendizaje y poder nutrir la experiencia colombiana también en política pública en mejora regulatoria para que los procesos tengan mucho más sentido”.
La delegación colombiana sostuvo en Chile una serie de reuniones y visitas a terreno para conocer e intercambiar experiencias. Por ejemplo, estuvieron en la fundación Revalora, en la región de Valparaíso, que elabora ecomadera con plástico reciclado; también conocieron la empresa valorizadora de plástico Comberplast; recorrieron la red de puntos limpios de la Seremi con el Gobierno Regional; así como la iniciativa EcoCarga, de reutilización de recipientes plásticos, entre muchas otras. Además, realizaron una visita a la empresa Garibaldi, destacada por la reconversión que realizó en materia de valorización de plástico, al pasar de elaborar zunchos de acero a unos de plásticos con material reciclado.