Gadol recupera las lonas de camiones para convertirlas en bolsos y otros artículos
La empresa rescata los grandes volúmenes de estas telas de PVC para fabricar productos de distintos usos como estuches, fundas para notebook, bolsos, pecheras, entre otros. Al componente de economía circular involucrado en el proyecto, los emprendedores añadieron una dimensión social: gracias a un convenio con la Municipalidad de Lampa, jefas de hogar de la comuna colaborarán en la manufactura de los artículos, lo que le permitirá a Gadol aumentar la producción, además de brindar empleo.
De entrada, Héctor Morales dice que la génesis de su empresa Gadol está en la crisis en que se sumió el país durante el estallido social. Acto seguido, la pandemia de coronavirus prácticamente paralizó el mundo, y Morales, quien había tenido experiencia laboral en el área de distribución y transporte, no tuvo otra alternativa que reinventarse. Se vio forzado a cerrar el local en que ofrecía un servicio de lavado de vehículos en la comuna de Quinta Normal, y a planificar nuevas opciones en las que ganarse la vida.
Uno de esos días convulsos, alguien botó una lona de PVC que usan los camiones para cubrir sus productos. “Cómo la vai a botar acá, déjala acá”, le espetó Morales. En ese entonces, el emprendedor recordó su pasado como trabajador en el área de logística y empezó a fabricar una primeriza bolsa para llevar a los supermercados. Sin embargo, Morales recuerda que “nunca miré esto con una perspectiva de negocios, sino como algo más doméstico”.
La dimensión ambiental de lo que sería prontamente la pyme Gadol llegaría a medida que él -junto con su socia y esposa Ivonne González, encargada del área comercial y de relaciones públicas de Gadol- iba experimentando con colores, diseños, hasta llegar a nuevos productos. “La raíz de este emprendimiento no es que íbamos a ayudar al medioambiente; después supimos nuestro rol medioambiental y de economía circular”, explica Morales, cuya formación fue absolutamente autodidacta para sentarse por primera vez frente a una máquina de coser, aprender costura y diseñar productos nuevos a partir de esa materia prima que inexorablemente partía al vertedero. Fue, al mismo tiempo, una forma de romper los estereotipos de género. “Mi señora sólo ve el área comercial y yo soy el que cose”, aclara.
“Había que hacer algo con la crisis”, agrega el emprendedor, para quien el hecho de ayudar al medioambiente se volvió una prioridad conforme iba acumulando más lonas de camión en su bodega. “Cuando sabes que algo puedes colaborar o puedes evitar ser dañino, no te puedes quedar inmóvil”, cuenta Héctor Morales.
Cuando hizo la primera bolsa con este material ignífugo, resistente y duradero, tras hacer una vasta limpieza con desengrasante industrial, Héctor aprovechó los contactos que tenía en sus años como trabajador en logística y empezó a llamar a jefes o gerentes de empresas que estuvieran interesados en este servicio sustentable. “Todo ese material que ellos botaban, ahora yo los retiro. Al final les resolví un problema”, cree.
“La raíz de este emprendimiento no es que íbamos a ayudar al medioambiente; después supimos nuestro rol medioambiental y de economía circular”.
El convenio con las empresas proveedoras implica donación del material o venta. Este último aspecto, Morales espera que se corrija en el futuro cuando él pueda recibir un pago a cambio de retirar la lona. Para las compañías -de mediano alcance, pero de alto reconocimiento- que les proveen las telas de forma gratuita, Gadol les ofrece regalos corporativos. Al retail aún no llegan, pero es uno de sus objetivos. “Lo bueno es que quienes trabajan con nosotros tienen gerencias con una mirada nueva, acorde a los tiempos”.
Dos veces a la semana, Gadol pasa a retirar las lonas de PVC que ya los camiones no utilizan. El grueso de las empresas con las que trabajan pertenece al rubro de la tecnología. Si hasta hace un mes contaban alrededor de 40 toneladas de lonas recuperadas, actualmente suman 50, con lo cual se puede hablar -calcula Morales- de 140.000 kilos de CO2 que se dejan de emitir al medioambiente.
Actualmente Morales cuenta con dos colaboradores ocasionales que le ayudan cuando hay pedidos específicos. En general el abanico de productos abarca desde bolsos hasta estuches, desde fundas para notebook hasta pecheras. “También diseñamos bolsos para deportistas, vamos a desarrollar un bolso de viaje con ruedas y estamos avanzando para un bolso para deportes náuticos”, añade. Para él es importante decir que no solo rescatan lonas, sino también, por ejemplo, “los cinturones de seguridad de los vehículos que están botados en los aparcaderos”. Vale decir, “estamos insertando más materias primas secundarias para que el producto sea íntegro”.
“Vamos a hacer talleres en los cuales les vamos a traspasar habilidades, ya que se montará un laboratorio donde estas mujeres (de Lampa) harán gran parte de la manufactura de Gadol. Tenemos mucho apoyo del alcalde en esta iniciativa”.
Lampa, la dimensión social de Gadol
Al componente ambiental, Morales y González le sumaron una perspectiva social a su emprendimiento. Este año firmaron un acuerdo con la Municipalidad de Lampa para apoyar a jefas de hogar en su inserción laboral. Sin ir más lejos, el convenio implica que en 2023 un grupo de mujeres trabajará en la manufactura de los productos a partir de las lonas rescatadas, lo que, naturalmente, permitirá el crecimiento de Gadol a mayor escala y les brindará a ellas la posibilidad de acceder a empleo.
“Vamos a hacer talleres en los cuales les vamos a traspasar habilidades, ya que se montará un laboratorio donde estas mujeres harán gran parte de la manufactura de Gadol. Tenemos mucho apoyo del alcalde en esta iniciativa”, comenta Morales, quien podrá aumentar considerablemente la producción. “Actualmente yo puedo hacer diariamente 10 a 12 productos, pero con este convenio podemos crecer”, complementa Héctor, quien tiene su taller de costura en su domicilio particular.
Con respecto al sistema de ventas, solo se realiza vía e-commerce, en especial, a través de la página de Instagram. También lo hacen a través de su página web y, en menor medida, por Facebook. Estuvieron en el Drugstore de Providencia durante un tiempo, y es una experiencia que les gustaría reeditar, aunque con otro formato. “Uno de nuestros proyectos para 2023 es tener una tienda física. Porque cuando el cliente ve los productos por foto, le resultan atractivo. Pero cuando lo toma, toca y observa, se convence y es como una venta segura”, cierra Morales. Gadol se encuentra, hasta el 20 de noviembre, con un stand en la Feria Internacional de Santiago (FISA).