André Laroze, CEO de PEFC Chile: “Queremos que esta certificación forestal permee a los medianos productores, porque sería una ganancia mayor”
Esta asociación sin fines de lucro que promueve una gestión forestal sostenible organiza la tercera versión de la Feria de PEFC de Sostenibilidad, evento que se realizará mañana martes a partir de las 09.00 horas en Metropolitan Santiago (ex CasaPiedra). La feria está dirigida a marcas productoras de impresos y packaging de papel y cartón certificadas, así como también consumidoras. Tiene por objetivo crear oportunidades de encuentro entre ambas partes. En esta entrevista con País Circular, Laroze explica qué deben cumplir las empresas para certificarse bajo este estándar forestal.
PEFC es una organización sin fines de lucro que promueve una gestión forestal sostenible y que cuenta con la certificación más presente en el mundo en cuanto a superficie: más de 320 millones de hectáreas. Más de 120 mil empresas en el planeta están certificadas bajo este estándar que, además, está presente en 55 países, entre ellos Chile. En nuestro país el 59 por ciento de las empresas certificadas son del sector impresión y packaging, y el 9 por ciento son comercializadores de papel y cartón.
La importancia de la certificación PEFC en el planeta será uno de los variados temas que se abordarán mañana martes en la tercera edición de la Feria PEFC de Sostenibilidad – Papeles y Packaging, que está dirigido a marcas consumidoras y productoras de impresos y packaging de papel y cartón. Con este evento se busca crear oportunidad de encuentro entre partes interesadas, con la oportunidad de generar alianzas estratégicas para conducir a la reactivación sostenible de esta industria.
El encuentro, fijado entre las 09.00 y 18.00 horas en Metropolitan Santiago (ex CasaPiedra), contará con paneles, talleres y charlas magistrales de especialistas (para los cuales ya las inscripciones están agotadas). Por otra parte, y en lo que constituye la parte esencial del evento, habrá una exposición de marcas certificadas de papel, impresión y packaging, donde mostrarán su oferta de productos y servicios innovadores, con oportunidades de negocio in situ.
Otra arista que explorará la feria es el aumento de un 7,5 por ciento del mercado de packaging de cartulina y cartón a nivel global, luego de dos años y medio del inicio de la pandemia por coronavirus. Esta situación ha generado un problema con la oferta de papel para impresión, por lo que el evento abordará este tema, cubriendo sus ventajas y desventajas para la industria.
Luego de la apertura de la feria con registro de asistencia, a partir de las 10.00 expondrán el presidente de PEFC Internacional, Eduardo Rojas, quien dictará la charla magistral “De los bosques certificados PEFC a la bioeconomía sostenible”; mientras que, a continuación, dará una charla magistral la directora ejecutiva de Red Pacto Global Chile, Margarita Ducci, cuya exposición se titula “Pilares de la sostenibilidad corporativa y reportabilidad ESG”.
A las 11.30 horas, en tanto, se llevará a cabo el panel “Vinculando la producción y consumo responsables”, moderado por el exministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier. En él expondrán Tomás Saieg, jefe de la Oficina de Economía Circular del Ministerio del Medio Ambiente; Marcela Bravo, gerenta general de Acción Empresas; y Nicolás Gordon, gerente de Sostenibilidad Empresas CMPC S.A. Para las 15.00 horas, finalmente, está programado el taller “La economía circular y el ecodiseño aplicados en el ciclo de vida del packaging de cartón”, dictado por el director de Ecodiseño.cl, Alejandro Chacón.
De cualquier modo, el evento servirá para vincular a empresas responsables en el rubro forestal con consumidores responsables, dice el CEO de PEFC Chile y PhD en Recursos Forestales, André Laroze, quien en esta entrevista con País Circular detalla los alcances de esta certificación que llegó a Chile el año 2004 y, además, adelanta los contenidos de la Feria PEFC de Sostenibilidad.
-¿Cómo surge esta certificación y qué busca fomentar en la industria forestal?
-La certificación forestal nace de las preocupaciones de la Cumbre de Rio 1992, donde se define la sostenibilidad en general. Ese año la sociedad civil empieza a definir mecanismos que permiten hacer promoción de la sostenibilidad, específicamente de la forestal, y se hace a través de instrumentos de mercado. A fines de los 90 y a principios de los 2000 surgen las primeras certificaciones que consisten en un sistema de mercado voluntario por el cual una empresa se compromete a realizar una gestión de sus recursos forestales que cumpla con los requisitos definidos en una norma o estándar. Este estándar tiene criterios o indicadores que si se cumplen, es decir, si ese recurso forestal está bien manejado o tiene una buena gestión, puede ser certificado. La certificación la hace un organismo de tercera parte que tenga credibilidad. Cuando la obtiene, la puede colocar en el producto, que es la gracia. Y entonces el consumidor responsable lo diferencia, sabe reconocer un sello y lo valora de que tiene una garantía. Sabe que la materia prima incorporada en ese producto proviene de bosques gestionados de forma sostenible, porque lo está diciendo un organismo de tercera parte. Eso produce una retroalimentación positiva y deriva en que más productores quieran tener más acceso al sello, y que más superficie forestal sea bien manejada. Y, además, que el producto puede ser consumido con la seguridad de que tiene un origen sostenible.
“Será importante para las empresas certificadas interactuar con un público que viene a ver los productos. Habrá productores y consumidores responsables; en el caso de los consumidores, marcas que están buscando productos de origen más sostenible para atender las necesidades de sus clientes”.
-¿De qué hablamos cuando hablamos de un manejo sostenible de los bosques?
-En el caso de Chile, el estándar de gestión forestal sostenible tiene varios principios. Por ejemplo, preocuparse de que lo que se está cosechando hoy, se pueda replantar o renovar, es decir, dar garantías de que lo que estoy produciendo, se puede producir en 5, 10 años más. Lo otro es que las empresas deben tener en cuenta que están operando en un territorio, es decir, que las operaciones que ejecutan no segmenten los cursos de agua, protejan la biodiversidad y no produzcan daños en el suelo.; la idea es que cosechar sea en armonía con la generación de servicios ambientales. Otro principio es que la relación con el territorio también implica relacionarse con las comunidades vecinas locales, que hay que tener cuidado de no dañar propiedades de terceros, pero también contemplar elementos amigables con la comunidad: no levantar polvo en el camino, que los camiones no pasen a horas indebidas para no afectar la calidad de vida de los habitantes de las zonas rurales; también debe haber acceso a la comunidad a esos servicios, es decir, se les debe permitir el acceso a la cosecha de productos forestales no madereros: hongos, miel, acceso a plantas medicinales en el caso de las comunidades mapuche. La certificación también es muy estricta en las condiciones de seguridad laboral para los trabajadores forestales: tener todos los pagos contractuales al día, las imposiciones, la mutualidad, servicios de alimentación y, en fin, trabajo digno. Y, respecto de las comunidades mapuche, un concepto de buenas relaciones mutuas. Las empresas les tienen que brindar asistencia técnica cuando las comunidades impulsan prácticas tradicionales. Si se quiere plantar en predios de comunidades, tiene que siempre respetar el Convenio 169 de la OIT, tiene que ser convenido previamente.
-¿La certificación PEFC es a empresas completas o es por predios forestales? Se lo pregunto porque algunas grandes empresas tienen conflictos latentes con las comunidades mapuche. Y, añadida a esa pregunta, ¿cuántas empresas están certificadas?
-Se certifican empresas en tu totalidad. No pueden dejar aislado donde tienen problemas. Tiene que ser una gestión del patrimonio completo y se hace difícil. Si no, no contribuye a la sostenibilidad en su conjunto. Y con respecto al número, tenemos certificadas a cinco grandes empresas, y lamentablemente la certificación forestal no ha logrado penetrar a los pequeños y medianos productores forestales.
-Ahí, para crecer, entra a tallar, imagino, el interés que pueda surgir de los clientes en reconocer y validar este sello.
-Partamos con que el 65 por ciento de la superficie de las plantaciones forestales en Chile están en manos de dos o tres propietarios. Es una industria altamente concentrada, pero responde a un tema global. No es distinto Chile a cómo es en el mundo. La celulosa requiere de una economía de gran escala y tiende a la concentración. Eso crea una generación vertical muy grande, pero no es malo desde un punto de vista de la certificación, porque tienen la mejor gestión, las mejores prácticas, la mejor tecnología y los mejores usos del recurso forestal. Pero el punto central es que queremos permear a los medianos productores, porque eso sería una ganancia mayor. No ha funcionado en Chile no por falta de esfuerzo, sino porque el factor limitante ha sido la asociatividad. Se requiere de una cierta capacidad de gestión para administrar la certificación y controlar su cumplimiento. Eso deriva en que un propietario individualmente no pueda lograr el objetivo porque es demasiada carga administrativa para una superficie pequeña; si se asocian, es perfectamente posible lograrlo. En otras partes del mundo, los pequeños y medianos productores participan en gran medida, porque son parte de asociaciones forestales. Son las asociaciones las que se certifican y luego incorporan a todos los socios. Acá hay impedimentos prácticos para la asociatividad en Chile.
-¿Cómo abordará la feria lo que ha ocurrido en los últimos dos años y medio con el crecimiento de un 7,5 por ciento del mercado de packaging en cartón y cartulina? ¿Qué tan ventajoso y problemático es?
-Efectivamente hay una presión en el consumo para envases y embalajes de cartón y cartulina. Eso es notorio. También se ha dado el reemplazo de bolsas plásticas por las de papel, lo que es muy favorable para los productores de packaging de papel, pero eso genera una presión sobre la disponibilidad de celulosa para otros usos. Se ve que hay escasez. Es importante decir que las plantas de más rápido crecimiento son los eucaliptus, cuyas edades de rotaciones son de 14 años. Desde que se decide reaccionar a una mayor demanda, primero tengo que pensar 14 años en la oferta. Si puedo echar mano a algunos que crecen por 13 años, esa materia prima no va a estar disponible en un año más. Tiene que ser una producción regulada; la respuesta a este crecimiento repentino de la demanda es muy complicada para el sector forestal.
-¿Cuál será el eje principal de la Feria PEFC de Sostenibilidad?
-Será importante para las empresas certificadas interactuar con un público que viene a ver los productos. Habrá productores y consumidores responsables; en el caso de los consumidores, marcas que están buscando productos de origen más sostenible para atender las necesidades de sus clientes. Es importante que venga el presidente de PEFC Internacional, que esté Margarita Ducci de Pacto Global y el panel con participación del Ministerio del Medio Ambiente, Acción Empresas y CMPC. Es importante cómo vincular un productor responsable a un consumidor responsable.