En 2021 se vendieron un total de 3.348 vehículos de cero y baja emisión en Chile, según el último informe del mercado automotor entregado ayer por la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC), más del triple de las unidades que se vendieron en 2020, en que la cifra alcanzó a los 1.012 vehículos. Si bien el último año estuvo marcado por la pandemia de Covid-19, un indicador de este incipiente despegue de la electromovilidad es que las ventas sobrepasaron con creces la mejor cifra registrada hasta ahora para este tipo de automóviles, las 1.244 unidades vendidas en 2020.

Las cifras se dan en un año que se consolidó como el segundo mejor registro de ventas históricas para el mercado automotor en el país, con 415.581 mil unidades vendidas, muy cerca de las 417.038 unidades vendidas en 2018 y con un crecimiento de 60,6% respecto de 2020. En lo que respecta a los vehículos de cero y baja emisiones, las cifras estuvieron marcadas principalmente por la venta de vehículos híbridos, que alcanzaron las 1.796 unidades vendidas. Estos automóviles combinan un motor de combustión tradicional con un motor eléctrico. Con 696 vehículos vendidos le siguen los denominados microhíbidos, o Mild Hybrid, que a diferencia del primero no puede impulsar el vehículo con un motor eléctrico, sino que apoya al motor de combustión interna con energía eléctrica para mejorar su eficiencia.

Más atrás se ubican los vehículos eléctricos, que alcanzaron los 556 autos vendidos en 2021. La cifra más que duplica el mejor año de ventas de este tipo de automóviles, el año 2019, en que alcanzaron las 217 unidades. Finalmente, los automóviles híbridos enchufables se ubican en el cuarto lugar de ventas con 300 unidades, también muy por sobre su mejor año, 2019, en que se vendieron 85 unidades en el país.

Los 3.348 automóviles de cero y bajas emisiones que se vendieron en 2021 en el país representan también un salto importante respecto de lo que ocurría apenas cinco años atrás, en que las unidades vendidas alcanzaban las 540 dominadas principalmente por los autos híbridos, que llegaban a las 400 unidades, mientras que los autos eléctricos sumaban 125.

El alza en este tipo de vehículos del que da cuenta el reporte de ANAC se alinea con una serie de acciones para fomentar la electromovilidad en Chile, como el importante incremento de la capacidad de carga pública tanto en ciudades como en carreteras, la creación de un centro especializado en acelerar la adopción de la electromovilidad en Chile, y la electrificación del transporte público en Santiago, entre otras.

Además, el año pasado se desarrolló una iniciativa piloto liderada -entre otros- por ANAC, el Ministerio de Transportes y Corfo para la adopción de la electromovilidad en la cadena logística del país, utilizando camiones eléctricos, que demostró una reducción del gasto e combustible de un 70% en la flota al comparar diésel versus electricidad, y de un 64% en el caso de los furgones eléctricos.

De hecho, hoy parte importante de los vehículos eléctricos que se venden en el país son adquiridos por empresas para flotas comerciales y de logística, pero tanto los ahorros que se generan en combustible como sus características de sustentabilidad están permeando hacia los clientes particulares, pese al alto precio que aún tienen estos automóviles. Y esto forma parte de una tendencia global que se aceleró tras la pandemia por Covid-19.

La pandemia impulsa compra de autos, pero también que sean sostenibles

Ya en 2020, pese a la pandemia, las ventas de vehículos eléctricos se habían disparado sobre un 40% a nivel global, y Europa desplazó a China como primer mercado de este tipo de automóviles. Según el informe anual sobre el mercado global de vehículos eléctricos que entregó en 2021 la Agencia Internacional de Energía (AIE), si los gobiernos ponen en marcha las medidas adecuadas de apoyo, para 2030 podría haber hasta 230 millones de autos eléctricos rodando en el mundo (un 12 % del total), frente a la cifra de 145 millones que apunta el ritmo actual (7 % del parque).

Una cifra, además, -los 230 millones- que se considera como el piso mínimo necesario para el cumplimiento el Acuerdo de París contra el cambio climático. A fines de 2020 había en todo el mundo poco más de 10 millones de automóviles eléctricos, que impidieron la emisión de casi 50 millones de toneladas de CO2.

Los fabricantes, al menos, ya se están alineando con estos objetivos. Un ejemplo de ello con los dos mayores fabricantes de autos del mundo. El grupo Volkswagen, que agrupa a una docena de marcas, anunció en diciembre la asignación de 100 mil millones de dólares al desarrollo de vehículos eléctricos y software durante los próximos cinco años. Solo durante los 10 primeros meses de 2021 vendió más de 320 mil autos eléctricos. El grupo

Toyota, por su parte, pretende lanzar 30 modelos de vehículos eléctricos para fines de esta década, y vender 3,5 millones de unidades al año a esa misma fecha. Ya anucnió un plan de 70 mil millones de dólares para la electrificación en ese lapso, la mitad de ellos para el desarrollo de autos completamente eléctricos.

Aún queda resolver el tema del alto costo actual de estos automóviles, pero según un estudio de Bloomberg New Energy Finance publicado en 2021, la construcción de autos y vehículos utilitarios eléctricos costará menos que la de los vehículos con motor de combustión a partir de 2025 y 2027, respectivamente, por lo que se estima que podrían constituir en 100% de las ventas en la Unión Europea en 2035.

¿Y que pasa con los consumidores? Tras la pandemia por Covid-19 parecen haber surgido dos tendencias claras: que la conciencia ecológica y las cuestiones medioambientales se sitúan ahora como la influencia número uno para los compradores de vehículos eléctricos, y que cualquier auge de las ventas de vehículos eléctricos formará parte de un resurgimiento más amplio de la compra de automóviles, impulsado por los cambios en los patrones de movilidad y la percepción de riesgo por el coronavirus.

Así lo afirma un estudio realizado en 2021 por la consultora EY denominado “EY Mobility Lens Consumer Index”, que registra algunos de los mayores cambios observados tanto en las intenciones de compra como en las motivaciones de los consumidores de los 13 principales mercados internacionales.

“Nada menos que el 41% de los que dicen tener intención de comprar un auto nuevo están considerando la posibilidad de comprar un vehículo eléctrico, el 66% de ellos en los próximos 12 meses. Esto supone un aumento del 11% respecto a la cifra registrada durante la oleada inicial del año pasado, en la investigación Mobility Lens Consumer Index wave 1 . Además, por primera vez, la preocupación por el medio ambiente encabeza la lista de razones para considerar un vehículo eléctrico en todos los grupos de edad”, afirma el reporte.

También da cuenta de una tendencia que ya muestran las cifras de la venta global de automóviles en Chile producto -entre otros factores- del temor al contagio que ha traído la pandemia: un 50% de todos los encuestados afirman tener la intención de comprar un auto, nuevo o usado, en un futuro próximo, un 17% más que la cifra registrada al final de la primera oleada de la pandemia, y con más de un tercio de los que no poseen un vehículo ahora con la intención de comprar uno.

Ante este escenario, agrega el estudio, frenar el creciente parque automotor en nuestras ciudades “mucho depende de que la gente pierda el miedo al transporte público y esté dispuesta a volver a subirse a los autobuses, tranvías, trenes y redes de subterráneos. Un descenso permanente de la popularidad del transporte público sería un gran dolor de cabeza para los urbanistas de todo el mundo”.

“Pero el mensaje general de la encuesta -agrega- es claro: más consumidores que nunca están convencidos de las ventajas de la sostenibilidad de los vehículos eléctricos y están dispuestos a unirse al club. Los ganadores serán aquellos que puedan ofrecerles la afiliación en las condiciones más asequibles, fáciles de usar y tranquilizadoras”.