Cultura del reciclaje: Los municipios en marcha
“Programas como el de Reciclaje Inclusivo de la Municipalidad de Peñalolén, la entrega masiva de vermicomposteras por parte de las Municipalidades de Temuco y Providencia, la gestión de 90 Puntos Limpios en La Serena y las más de 200 comunidades del programa ReciclaFácil de la Municipalidad de Santiago, son una muestra de la diversidad de iniciativas que los municipios han implementado durante muchos años en relación directa con la comunidad”.
Esta semana se celebró en todo el mundo el día mundial del reciclaje. Establecido por UNESCO, como una forma de difundir la importancia del tratamiento de los desechos, a objeto de reintegrarlos a la cadena de producción y consumo, evitando su vertimiento, pérdida de materiales útiles, disminuyendo el consumo de energía y mitigando las emisiones que contribuyen al cambio climático.
Sin embargo, y aunque su instauración nació como una forma de contribuir a la concientización y la educación sobre las posibilidades de transformación de la ‘basura’ que hoy nos ofrecen las tecnologías, los movimientos ciudadanos han promovido una evolución más allá del reciclar, fomentando una cultura que busca hacer énfasis en minimizar. Evitando la compra y vertimiento de productos con materiales de un solo uso.
Esto ha sido tomado en sus manos por algunos países, que han comenzado a gravar o aumentar los costos que significa la producción de los materiales de rápido desecho, como envases, embalajes, plásticos desechables de todo uso, recambio habitual de partes de medios de transporte y maquinarias, etc, como una forma de incentivar también conductas ciudadanas y empresariales que puedan desafiar los actuales patrones de consumo. Entregando una vida útil mayor, y de paso, ojalá, promoviendo una vida más austera, de forma que el reciclaje sea una etapa posterior al esfuerzo ciudadano e industrial de minimizar desechos.
Mientras este cambio cultural se produce, los países han optado por asumir la realidad de combinar el funcionamiento de sus mercados, las políticas de residuos, y la acción local, para desarrollar legislaciones que fomenten el reciclaje, y como en el caso de Chile, también la responsabilidad extendida del productor. En esto, los municipios son un actor central, y ya lo están demostrando.
Ley REP
Casi coincidiendo con este día mundial del reciclaje, en Chile, se cumplieron, el mes pasado, 4 años de la promulgación de la Ley de Fomento al Reciclaje o Ley REP, y si bien sus reglamentos se encuentran en distintos estadios de desarrollo, llama la atención el consenso logrado por una legislación que involucra a tantos actores a la vez y que interviene tan directamente en nuestros patrones de producción y consumo.
Precisamente, el mismo año de su promulgación (2016), nuestra organización Adapt-Chile, estableció en un documento preparado para la Unión Europea las principales acciones municipales que se desarrollaban en esta materia, y destacó diversos esfuerzos comunales previos a la legislación señalada.
Modelos como los del Municipio de La Pintana o el de Ñuñoa, fueron pioneros en la valorización y gestión de residuos. Al mismo tiempo que instrumentos locales como las ordenanzas municipales de La Serena, Pucón y Valdivia, fueron sentando las bases para una nueva reglamentación local que fuera compartida también con la acción ciudadana.
Ya a esa fecha, las municipalidades integrantes de la Red Chilena de Municipios ante el Cambio Climático que coordina Adapt, identificaron en los costos de transporte y disposición sus primeras debilidades de gestión, pero también en el reciclaje y la separación en origen, la gran oportunidad. De esta forma, y teniendo por Ley la municipalidad la función privativa para la extracción, transporte y disposición de residuos, pero permitiéndole, además, la contratación de terceros para ello, cobra real sentido hoy al 2020, que la Ley REP promueva que las asociaciones de municipios, o municipios por sí mismos, convengan programas y acciones para prevenir la generación de residuos y fomentar su reutilización, reciclaje y otro tipo de valorización.
Municipios en Marcha
A 4 años de su promulgación, y mientras el andamiaje de la Ley REP avanza, los municipios de Chile siguen en marcha. El último año la Municipalidad de Puente Alto aumentó en un 40% los residuos destinados a reciclaje, respecto del año anterior. La Municipalidad de Renca triplicó su tasa, y Concepción la duplicó.
Junto a ello, programas como el de Reciclaje Inclusivo de la Municipalidad de Peñalolén, la entrega masiva de Vermicomposteras por parte de las Municipalidades de Temuco y Providencia, la gestión de 90 Puntos Limpios en La Serena y las más de 200 comunidades del programa ReciclaFácil de la Municipalidad de Santiago, son una muestra de la diversidad de iniciativas que los municipios han implementado durante muchos años en relación directa con la comunidad.
La acción comunal sigue en marcha, y el compromiso político de sus alcaldes y alcaldesas aumenta aceleradamente de la mano de equipos municipales cada vez más especializados. Una muestra de ello ha sido el importante número de iniciativas presentadas al segundo llamado del Fondo del Reciclaje contemplado en el artículo 31 de la Ley REP. Un fondo que merece mayor atención y disposición de recursos, ya que no se trata solamente de poner en marcha iniciativas ‘piloto’, sino de reconocer en la gestión local de residuos un espacio de más de tres décadas de gestión ambiental municipal en Chile.