Coyhaique: la ciudad más contaminada de América Latina se prepara para evitar una “tormenta perfecta” con el COVID-19
El alcalde Alejandro Huala espera levantar una ordenanza municipal para regularizar el mercado de la leña siempre y cuando sea acompañado por el trabajo del resto de los servicios públicos. Para él, sin embargo, la solución de fondo pasa por un subsidio estacional que estimule el uso de combustibles alternativos a la leña como el gas o la parafina. En el contexto actual de pandemia, en tanto, el Ministerio del Medio Ambiente constituyó una Mesa Regional COVID-19 – Calidad del Aire que propondrá medidas de cara al invierno, con la que se pretende evitar una nociva combinación entre coronavirus y mala calidad del aire.
Desde las alturas, Coyhaique se exhibe diáfana en los infrecuentes días soleados de primavera y verano. Flanqueada por el cerro Divisadero, la capital de Aysén disfruta sus días más benignos en este período del año, cuando el frío se vuelve más tolerable. Ese escenario, sin embargo, cambia drásticamente entre abril y septiembre, cuando la ciudad se ve, desde esa misma posición, cubierta por una densa capa de humo que impide distinguir el mínimo rastro.
Todo el paisaje idealizado de la Patagonia se desmorona en esta ciudad durante los meses más crudos. Sin ir más lejos, la capital regional aparece en una deshonrosa posición en el ranking de las ciudades con peor calidad del aire en el planeta. Se trata del Informe Mundial de Calidad del Aire de IQAIr AirVisual, cuya versión 2019 ubicó a la ciudad de marras en el tope de la tabla a nivel de América Latina y el Caribe.
Pero eso no es todo. De acuerdo al mismo documento, 12 de los 15 centros urbanos con mayor contaminación en dicha región son chilenas. Tras Coyhaique figuran Osorno y Padre Las Casas, en el segundo y tercer lugar respectivamente, y luego la comuna de Providencia. Recién hay que revisar la quinta ubicación en el listado para cambiar de país. Dicha posición es ocupada por Toluca, México.
Más o menos rankings, los habitantes de Coyhaique perciben el problema desde hace mucho tiempo. El causante de la polución, tal como ocurre desde Rancagua hacia el sur, es el uso indiscriminado de la leña como elemento de calefacción. De hecho, el humo de la leña proveniente de la calefacción residencial es responsable de más del 90 porciento de las emisiones de material particulado fino (MP2,5) en las urbes situadas entre las regiones de O’Higgins y, precisamente, Aysén.
A este escenario gravísimo se suma el hecho de que los biocombustibles sólidos, entre ellos preferentemente la leña, constituyen la tercera fuente de energía a nivel país. Con su uso se logran temperar dos millones de hogares. Según los cálculos, el mercado de la leña mueve 800 millones de dólares y genera 80 mil empleos, sustancialmente de carácter informal y temporal.
Esta anómala situación se prevé aún más intrincada en el contexto actual de la pandemia del COVID-19, ya que, según estudios de académicos de la Universidad de Chile, las ciudades del sur del país podrían presentar altos niveles de contaminación atmosférica pese a las medidas de confinamiento.
A nivel macro, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) decidió reforzar sus atribuciones fiscalizadoras, pues las medidas exigidas por los planes de descontaminación atmosférica (PDA) -registro de comerciantes de leña y que ésta sea vendida con no más de un 25 por ciento de humedad- no se estarían cumpliendo. En orden a contrarrestar esta irregularidad, la SMA aprobó una resolución que creó un catastro nacional, cuyo plazo para inscribirse vence este 31 de mayo.
Subsidio estacional para Aysén
El alcalde de Coyhaique, Alejandro Huala, le teme al advenimiento de una “tormenta perfecta” que mezcle contaminación y coronavirus. Pese a que la Región de Aysén concentra la menor tasa de contagios del país -el último informe oficial al cierre de este artículo registraba 11 casos-, no es un escenario como para “confiarse ni relajarse”, expresa el jefe comunal.
Por el contrario, agrega Huala, es necesario robustecer las medidas de prevención para que esas cifras no se expandan. En ello le cabe un papel principal a mejorar la calidad del aire, de por sí ya muy a maltraer en la capital regional. El alcalde Huala, en ese sentido, está abierto a levantar una ordenanza municipal que fiscalice el uso de la leña, pero siempre y cuando vaya acompañada del trabajo de los otros servicios públicos.
“Hemos dicho que nos allanamos a crear una ordenanza en el supuesto de que los servicios públicos cumplan su rol. Si no, nuestro municipio quedará como único responsable de una ordenanza que dictamos, y los servicios públicos mirarán para cualquier parte. Nos pasó antes con la ley de tenencia responsable, en que nos dejaron solos. Nos cuesta 22 millones de pesos mensuales mantener un canil, y el problema de los perros vagos no ha sido resuelto”, argumenta la autoridad municipal.
Por lo tanto, lamenta él, “no tenemos medidas nuevas” a las que siempre han adoptado, y eso configura un escenario complejo ya que el sistema de salud de Coyhaique, dice, es bastante vulnerable. Huala apela a que “si quieren formalizar a los leñeros, que lo haga Impuestos Internos; necesitamos a CONAF fiscalizando los planes de manejo; Carabineros, el transporte. Ciertamente no estamos dispuestos a levantar una ordenanza solo desde el municipio”.
Además, dice el alcalde, las cambiantes condiciones climáticas han prefigurado un cuadro desesperanzador en el combate a la polución: “Tenemos menos viento, menos lluvia y menos nieve, y eso hace que la capa de humo esté sobre nuestras cabezas”. Huala reconoce la necesidad de regularizar el mercado de este combustible fósil, pues “ni siquiera existe una boleta de por medio cuando alguien compra un metro de leña”. Y cierra: “La informalidad es una característica de este comercio”.
A juicio de Huala, la Patagonia es “maravillosa desde septiembre en adelante”, y la cara opuesta de la moneda se observa apenas aparece marzo en el calendario, cuando “el uso de la leña se masifica mucho más”. El jefe comunal, por lo mismo, está convencido de que los patagones deben desterrar eso que él llama “romanticismo” en el uso de la leña porque “nos estamos haciendo daño”.
La propuesta de fondo del alcalde Huala, de hecho, no pasa por implementar una ordenanza municipal. Pasa por un subsidio estacional para la Región de Aysén, de modo tal que se pueda estimular el uso del pellet, parafina, gas y electricidad como fuentes de calefacción. La idea es, por cierto, competir con el mercado informal de la leña, el que sigue siendo el combustible más barato. “Si pudiéramos tener pellet a un precio mucho más interesante, al igual que el valor del metro de leña, estoy seguro que la gente se cambiaría”, asegura Huala.
El subsidio solicitado por la Región de Aysén sería entre abril y septiembre, y por un monto menor al que ostenta hoy, por ejemplo, Magallanes. “Ellos tienen un subsidio de 60 mil millones por año completo. Nosotros no tenemos el mismo tratamiento, y eso que somos parecidos, si no iguales, en términos climáticos, aislamiento y población”, arguye el alcalde de Coyhaique.
“La ordenanza sería una herramienta que no eliminará el problema de la leña. El problema se erradicará con un subsidio, algo que ataque el consumo de la leña. Eso no lo logrará una ordenanza. Porque si la leña sigue siendo el elemento más barato, la gente se la arreglará para seguir comprándola”, prosigue Huala.
En Coyhaique ya está en curso un programa de recambio de calefactores. “Es una medida del Ministerio del Medio Ambiente, realizada con recursos sectoriales y del Gobierno Regional, mediante aprobación de recursos FNDR por el Consejo Regional de Aysén. A la fecha se han realizado 8 mil recambios a nivel regional y 6 mil en la zona saturada de Coyhaique, estos 6 mil forman parte de la meta establecida en el Plan de Descontaminación Atmosférica para el MMA de 15 mil recambios”, dicen en la Seremi del Medio Ambiente de Aysén.
Sin embargo, dice el alcalde, los coyhaiquinos siguen prefiriendo la leña por su precio y usa la estufa a parafina como “florero”, dice, medio en broma, medio en serio. Para él, la solución estructural es cambiar la matriz energética, en línea con los ejemplos de países desarrollados ubicados al otro lado del hemisferio como Suecia. “Sabemos que demanda mucho tiempo, pero debemos empezar a hacer la transición”, comenta.
Según el alcalde, el Estado chileno “no es partidario de subvencionar la salud de las personas”, por lo que dilata una respuesta concreta, lo cual se traduce a largo plazo en muertes por contaminación atmosférica. De todos modos, el alcalde reconoce que el aislamiento de Aysén, en este caso particular, y contrariamente a lo que sucedió con el movimiento “Tu problema es mi problema” de 2011, se ha convertido en una ventaja para frenar la propagación del coronavirus.
La conformación de la mesa regional COVID-19 y Contaminación del Aire
Los clamores del alcalde Huala fueron, en parte, escuchados por las autoridades centrales, tras la constitución de la Mesa Regional COVID-19 – Contaminación del Aire. Esta mesa intersectorial fue una iniciativa creada por el Ministerio del Medio Ambiente y coordinará los distintos esfuerzos para afrontar la contaminación ambiental en Coyhaique y, en especial, en el duro período invernal que se avecina en el contexto de la pandemia.
“Esta mesa surge en coordinación con los ministerios de Vivienda y Energía, y que es liderada por la intendenta regional (Geoconda Navarrete). Se implementa además en otras regiones del país, como recientemente ocurrió en la Región de O’Higgins. Las mesas COVID – Contaminación del Aire son instancias que buscan asegurar la implementación, monitoreo, seguimiento y evaluación de las medidas 2020 para acelerar la descontaminación en la zona, coordinar y focalizar los recursos financieros tanto públicos como privados dedicados al combate de la contaminación para aumentar y acelerar medidas y generar un punto de inflexión para el cambio de la matriz energética de la ciudad: evaluar y monitorear la aplicación de las medidas de mediano y largo plazo para cambiar la matriz energética de esta ciudad y superando la pobreza energética causante de la contaminación de esta ciudad”, detallan en la Seremi de Medio Ambiente de Aysén.
En relación a la solución de fondo expuesta por el alcalde Huala, el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, indicó que “estamos trabajando desde finales del año pasado para tener una solución definitiva al problema de la leña. No basta con prohibir o regular la leña. Debemos entregar sustitutos eficientes para que las familias tengan alternativas concretas para reemplazarla y a costos que no impacten negativamente su bolsillo”.
Por su parte, el ministro de Vivienda, Cristián Monckeberg, comprometió soluciones a través del programa Hogar Mejor y PDA para mejoramiento térmico de los hogares en la Región de Aysén.
En tanto, la intendenta Navarrete, presidenta de la mesa, aseguró que la instancia “viene a respaldar un trabajo que veníamos haciendo desde 2018 respecto de la condición de contaminación invernal”. La novedad, expresó la autoridad regional, pasa por que en este contexto de crisis sanitaria se sumarán “tres sectores fundamentales, como son los ministerios de Vivienda, Medio Ambiente y Energía”, a los que se suma “la academia, el área municipal y el Consejo Regional”.
Se acordó que la mesa se celebrará mensualmente mientras dure el invierno y luego se evaluarán las medidas con la finalidad de establecer un plan de trabajo a mediano y largo plazo.
Temuco: estímulo a cocinas a gas como medida añadida en contexto de pandemia
En 2018 Temuco figuraba en el quinto lugar entre las ciudades más contaminadas de América Latina y el Caribe. Aunque ese estatus mejoró en la última actualización, la capital de la Araucanía continúa siendo un caso emblemático de mala calidad del aire en el país.
Este contratiempo ha sido atacado desde diferentes flancos por el municipio liderado por el alcalde Miguel Becker, quien recuerda que Temuco fue una de las primeras urbes en el continente en levantar una ordenanza municipal para regularizar el uso de la leña.
“Es una preocupación nuestra hace muchos años y más ahora ante este escenario del COVID-19, que nos ha golpeado fuertemente. Hemos hecho esfuerzos con los envolventes térmicos, con el cambio de la matriz de la leña con la fiscalización de modo que la leña venga con menos de un 25 por ciento de humedad”, plantea Becker.
Además del refuerzo de las campañas de volanteo para evitar el uso de este combustible, la principal aspiración del alcalde Becker es el recambio de las cocinas a leña por otras a gas, que cuentan con similares características. Se pretende reemplazar 14 mil cocinas a leña por cocinas a gas, pero aún están a la espera de los recursos. El jefe comunal anhela que esos fondos provengan del Gobierno Regional. Cada cocina a gas tiene un valor aproximado de 90 mil pesos.
“Obviamente que son prácticas culturales muy arraigadas en la población, por lo que son difíciles de erradicar. La vida se hacía antes en el fogón, y ahora se hace alrededor de la cocina a leña. Pero eso tiene que ir cambiando, no podemos permitirnos eso. Menos ahora que aún no hemos entrado en el invierno y no queremos sumar más negatividad al contexto del coronavirus”, explica la autoridad comunal.
Por otra parte, explican desde el municipio de Temuco, está en curso un trabajo en conjunto con ONU Ambiente. Se trata de un plan maestro para transformar a la capital regional en una ciudad piloto que implementa Calefacción Distrital como un sistema de calefacción sustentable y limpio.
Otro tanto se entronca con la fiscalización del comercio minorista de leña, en coherencia con la ordenanza municipal y los compromisos inherentes al Plan de Descontaminación vigente en Temuco y Padre Las Casas.
Por último, otra ciudad con reiterados episodios críticos de polución es Osorno. En tanto la gente se encuentra encerrada en sus casas, los casos de preemergencia y emergencia ambiental han aumentado su ocurrencia desde el 1 de abril en adelante. Desde la Seremi de Medio Ambiente adecuaron las metodologías para trabajar con el modelo predictivo. Anunciaron además que se acelerará el segundo proceso de recambio de calefactores y que se fortalecerá la fiscalización del comercio de la leña en los cordones sanitarios de acceso a Osorno.