Cuando los españoles llegaron a América, los huemules ocupaban gran parte del territorio de lo que hoy es Chile, abarcando desde el río Cachapoal hasta el Estrecho de Magallanes. Hoy su rango de distribución se ha reducido a la mitad, y su población disminuyó en un 99%. Ni su carácter de emblema patrio ni su condición de monumento natural desde 2005 han evitado el que hoy esté catalogado en la lista roja de especies en peligro de extinción. Por ello, un nuevo “Plan de recuperación, conservación y gestión del huemul en los Nevados de Chillán” busca proteger a la población de esta especie ubicada más al norte del país, y la más amenazada.
Propuesto por Conaf y sometido a consulta pública en los últimos días por el Ministerio de Medio Ambiente, el plan establece 15 acciones concretas con el objetivo explícito de mejorar el estado de conservación del huemul en esa zona y de “evitar su inminente extinción en los Nevados de Chillán”. La idea es que la población de huemules aumente y los grupos ubicados al norte y sur de los nevados estén conectados, en un proyecto establecido a 20 años plazo con un costo de $768 millones para su implementación en el mismo período.
Se trata de un trabajo en el que han particpado no solo instituciones del Estado, sino también ong’s como Codeff y Aumen, la Universidad de Concepción, la FAO y empresas como ENEL y Forestal Arauco.
¿Por qué poner en foco en esta zona? Principalmente, porque el riesgo es alto. La población de huemules que vive dentro de las 560 mil hectáreas que componen el Corredor Biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja (declarado Reserva de la Biósfera por UNESCO en 2011) está separada por más de 400 km del resto de la población más numerosa y estable de esta especie, ubicada en el sur del país.
“La población de Nevados de Chillán es una población aislada de las poblaciones de sur -de Los Lagos a Magallanes-, y aislada también de las poblaciones que aún quedan en Argentina. Desde esa perspectiva es la población más amenazada, como lo señala el plan”, explica Charif Tala, jefe del Departamento de Conservación de Especies del Ministerio del Medio Ambiente.
Y esa suerte de aislamiento implica que están en serio riesgo de extinción, principalmente por el reducido tamaño y la alta fragmentación de su población, donde la existencia de grupos reproductivos muy distantes entre si limita seriamente el aumento de su tamaño. Esa condición de vulnerabilidad y aislamiento de la única población de huemules de Chile central es lo que impulsa el plan para realizar acciones concretas que disminuyan sus amenazas y asegure la conservación de este emblemático ciervo nativo en la zona.