“Los beneficios socioambientales que entregan los humedales a las comunidades son claves: nos protegen de eventos extremos como inundaciones y sequías, regulan el clima, son fuente de agua y alimento. Los humedales albergan gran número de especies de flora y fauna y son, además, grandes sumideros de carbono, contribuyendo a la mitigación y adaptación al cambio climático”. Con esta descripción, la ministra de Medio Ambiente Carolina Schmidt explicaba, el miércoles pasado, la importancia de que ese día se hubiera aprobado en el Congreso el proyecto de ley de protección de humedales urbanos, lo que calificó como un paso fundamental en la gestión y conservación de esos ecosistemas.
Y es que a pesar de esas características subrayadas por la ministra, hasta ahora no existía en Chile un cuerpo legal para proteger los humedales que se encuentran dentro de los límites de las ciudades y que, por el contrario, han sufrido una constante degradación y destrucción, especialmente a causa de su secado y relleno para convertirlos en terrenos aptos para la construcción de viviendas, tanto por parte del sector privado como público.
La nueva ley, que debiera ser promulgada en los próximos días, surgió de una moción parlamentaria impulsada por el senador Alfonso de Urresti (PS), quien celebró su aprobación: “Creo que es una gran noticia para los humedales urbanos y para las organizaciones que a lo largo de Chile han estado trabajando en su protección”.
El parlamentario destacó tres elementos de esta norma: es la primera ley que define, reconoce y regula este tipo de ecosistema, lo que le otorga un carácter inédito; surge del accionar de las organizaciones sociales en todo el país; y coloca a los humedales como un factor fundamental en la agenda nacional contra el cambio climático.
Asimismo, el senador por la Región de Los Ríos explicó que han existido responsabilidades compartidas en la degradación de estos ecosistemas porque “hay presión del sector inmobiliario, pero también a veces la desidia de los propios entes del Estado, que han hecho vista gorda o derechamente han rellenado o destruido humedales. Tenemos situaciones aberrantes de viviendas sociales e infraestructura pública que se ha construido sobre humedales”.
“Creo que no hay nadie que esté fuera de esa falta de criterio en relación al drenaje, el relleno o la destrucción de humedales”, subrayó el parlamentario.
Por esto, valoró que “con la vigencia de esta ley va a existir un instrumento a nivel nacional para que ningún municipio haga vista gorda respecto a la destrucción de los humedales”.
Una opinión similar manifiesta la investigadora asociada del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus) Carolina Rojas, quien se presentó ante las comisiones de Medio Ambiente y Bienes Nacionales del Senado (en junio de 2018), y de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados (en junio de 2019) para exponer, entre otros temas, sobre el valor ecosistémico de los humedales y su importancia como infraestructura verde para proteger a las ciudades de inundaciones provocadas por aguas lluvias, tsunamis u otros fenómenos.
“Considerando que en Chile es difícil hacer normativas ambientales y proteger ecosistemas, desde el punto de vista de un urbanismo más sustentable, donde los ecosistemas son parte de la ciudad, esta es una tremenda ley y es un gran avance que se haya logrado incorporar los humedales urbanos en la planificación territorial”, sostuvo la académica.
No obstante, agregó que si se mira desde una perspectiva ecológica, donde es necesario aumentar la protección de la biodiversidad y los ecosistemas, “claramente se requiere un instrumento mucho mayor, pero se complementa muy bien con lo que podría ser la aprobación del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP, en tramitación desde 2014) y también con los proyectos que está haciendo el MMA para proteger humedales que no están tan presionados por el uso urbano o que están fuera de la ciudad”.
Rojas, doctora en Sistemas de Información Geográfica, explica que uno de los aportes de la nueva ley es que incorpora el concepto de humedales urbanos a la Ley General de Urbanismo y Construcciones. Hasta ahora, al no estar presente esa definición en la normativa “había un problema enorme, porque se estaban construyendo condominios, viviendas sociales, incluso hasta edificios sobre los humedales, sobre los que van quedando de ellos en las ciudades”.
Según explica la académica, hasta ahora para construir sobre un humedal bastaba con certificar la propiedad del terreno y pedir un permiso de edificación; si un municipio recibía algún reclamo porque en dicha propiedad se estaba drenando o rellenando no contaban con las herramientas para prohibir la edificación.