Limpieza de playas: ¿En qué se convertirán los residuos recogidos en las costas este verano?
Tres campañas de limpieza de balnearios, lideradas por empresas privadas y fundaciones, permitieron recuperar parte de los desechos que los veraneantes botan a la orilla del mar, o que llegan hasta allí arrastrados por el viento o los ríos. El destino final de estos residuos reciclables va desde los mismos productos que vuelven al ciclo de vida hasta posible nueva tecnología para producción de plásticos en empresas grandes. ¿Lo lamentable? En muchos casos más de la mitad de lo encontrado fue solo basura, es decir, no se pudo reciclar.
Mientras un grupo de voluntarios se esmeraba en limpiar las playas de Carelmapu, en la Región de Los Lagos, un hallazgo los sorprendió: una máquina de escribir. “Sería ideal armar la historia detrás de eso, de cómo alguien puede dejar una máquina de escribir en la playa. También pillamos unas jeringas y hasta placas dentales, en otras limpiezas”, cuenta Francisco Aguilera, vocero de Corona. La empresa cervecera y la fundación Parley For The Oceans impulsaron una intensiva campaña de recolección de residuos en playas durante este verano: “Voluntarios por el océano”.
En los últimos años, las iniciativas para recolectar desechos de las playas de Chile se intensificaron. Además de CoronaxParley, otras dos alianzas se cuadraron con la campaña de limpieza de balnearios. Una fue la de Coca Cola Chile -a través de su marca Vital-, TriCiclos y GoGreen; la otra fue liderada por Marley Coffee y se desarrolló junto a tres municipios.
CoronaxParley se desplegó por buena parte de la geografía nacional durante esta temporada estival. Recolectaron casi 4,5 toneladas de residuos en 11 playas de Chile, que corresponden a una superficie general de 1.111.610 metros cuadrados: Pichilemu (211 kg), Ritoque (291 kg), Carelmapu (407 kg), Cobquecura (66 kg), Mehuín (200 kg), Tongoy (340 kg), Guanaqueros (140 kg), Antofagasta (648 kg), Tomé (448 kg), Punta de Choros (225 kg) y Maitencillo (121 kg) fueron las localidades beneficiadas con la limpieza de sus playas. Este fin de semana la faena se realizó en Arica y aún está pendiente Concón. También se repetirá en Ritoque en lo que resta de la estación.
Más de la mitad del total recogido, sin embargo, no pudo ser reciclado, como esa máquina de escribir encontrada en el sur del país. Según el informe de CoronaxParley, casi 2,4 toneladas de residuos, correspondientes al 53,3% del conteo general, figuraron en el ítem basura.
“En general los municipios llevaron esa basura a rellenos sanitarios en cada región, y nosotros en algunos casos los gestionamos y los llevamos a una estación de transferencia de relleno sanitario de la Región Metropolitana”, explica Pedro Bulnes, gerente general de Rembre, empresa de reciclaje que se encargó de la gestión de los residuos de la campaña de CoronaxParley.
Entre el restante 46,7% de material reciclable, el apartado “otros plásticos” llevó la delantera, con más de una tonelada recogida, correspondiente al 23,3% del total. Le siguió en la lista el vidrio (556 kg) y un poco más lejos el PET (223,8 kg). “Cada tipo de plástico fue segregado técnicamente con una compactadora hidráulica y están enfardados en nuestra planta de Quilicura. O sea, algunos se van a convertir en zapatillas, otros en poleras, gracias a la alianza con Parley”, complementa Bulnes, de Rembre.
Un porcentaje marginal de la recolección (59,2 kg, o sea, un 1,3%) fue de plumavit, material que en Chile no se recicla. De manera que Rembre lo exporta a mercados donde se le da un nuevo uso. En la citada campaña, por ejemplo, se recuperó plumavit de las boyas. “Eso se transforma en un extruido que se exporta a Europa para producir aislación de construcciones”, subraya Pedro Bulnes.
El plumavit, como se conoce en Chile al poliestireno expandido, también llega al mercado de Malasia. “El viernes, por ejemplo, tenemos una exportación a Canadá”, adelanta Paula Rojas, jefa comercial de Rembre, quien explica que este tipo de material se reutiliza también “en marcos de fotos, marcos de espejos y molduras”.
Sobre los otros materiales recuperados en la campaña, excluyendo los plásticos, Rojas cuenta que “el papel cartón se vende a las celulosas para convertirse nuevamente en papel. Las botellas PET también se transforman en otro material PET”.
Vital recoge 154 toneladas con limpieza sustentable
Coca Cola, a través de su marca de agua mineral Vital, implementó su plan de limpieza de playas durante todo febrero en playas como La Serena, Algarrobo y Zapallar. Para lograr su objetivo de manera más sustentable y eficiente, la marca de agua mineral contrató a GoGreen, cuya máquina de limpieza no genera erosión y es capaz de recolectar un 98% de los residuos que se encuentran en las playas. Además, la mundialmente premiada empresa de reciclaje TriCiclos asumió la separación y gestión de los residuos recuperados.
La campaña fue la que recuperó la mayor cantidad de residuos desde las playas: recolectó 154 toneladas en las tres localidades: La Serena (85 ton), Zapallar (12 ton) y Algarrobo (57 ton). Si la cifra se lleva a volumen, se limpiaron 205 metros cúbicos de arena. “Tras la limpieza, los residuos reciclables se dejaban en el stand de Vital y ahí se separaban, llevándose a un punto limpio, desde el que se recuperaban para ser reciclados. También TriCiclos tenía un bus de reciclaje, cuyos monitores entregaron tips para reciclar”, explica Mónica Mascareño, marketing portfolio manager de Vital.
Tomás García, gerente comercial de TriCiclos, cuenta que “la máquina que usamos funciona como un rastrillo, y es la que tiene menor impacto en el ecosistema. Es, a la vez, el método más eficiente en la recuperación de material”. Vidrio y plásticos fueron los desechos más comunes, y pasaron a los puntos limpios que TriCiclos tiene instalados en los tres balnearios. “Es muy bajo el porcentaje de reciclaje en cuanto a masa, porque los plásticos no pesan nada”, añade él.
Este trabajo no solo buscaba un impacto ambiental positivo, sino también generar conciencia respecto de la importancia de un manejo adecuado de los residuos. “Este tipo de acciones se alinean con la meta global de la compañía de “Un mundo sin residuos”, en que nos propusimos el desafío de recuperar el 100% de los envases puestos en el mercado. La gestión de residuos en las playas, su recolección y posterior reciclaje, son un paso muy importante en la generación de educación medioambiental, uno de los pilares de nuestro enfoque sustentable”, explica Paola Calorio, directora de Comunicaciones y Sustentabilidad de Coca-Cola Chile.
Por esta razón, buena parte de lo que no se pudo reciclar se utilizó para ornamentar el Museo de la Basura del Mar, que TriCiclos montó en cada playa buscando concientizar sobre el impacto medioambiental en los mares. Los museos tuvieron, en el recuento general, 27 mil visitas.
“Usamos piedras y conchitas para adornar el museo, pero también algas, que se entienden como parte del paisaje, pero al acumularse se convierten en un potencial vector de enfermedades”, detalla Tomás García, de TriCiclos. Entre los elementos más extraños, que se contaron entre la basura, “se hallaron pañales, un celular, tablas de surf y otras cosas”, enumera Mónica Mascareño.
Plásticos recuperados del mar para fabricar zapatillas
La fundación internacional Parley usará los plásticos recogidos en la campaña en Chile para crear conciencia sobre la fragilidad de los océanos. A nivel global, trabaja con empresas como Adidas y American Express, pero la prioridad, al menos en su filial en Chile, alojada en Pichilemu, es “interceptar los residuos de los océanos; no es fácil trabajar en nuevos diseños con esos materiales, ya que están muy dañados por el mar”, aclara Rodrigo Farías Moreno, director de Parley en Chile.
“Adidas quiere reemplazar toda su línea de producción de plástico virgen por plástico del océano de Parley”, ejemplifica Farías, quien intuye que American Express querrá reemplazar el sistema de plásticos de sus tarjetas de crédito por los de Parley.
En rigor, la fundación cuenta con una línea de producción llamada Ocean Plastic, que consiste en el diseño de materiales eco-innovadores creados a partir de residuos plásticos interceptados no solo desde mar abierto, sino desde islas remotas, playas y hábitats submarinos. Ocean Plastic es parte de una estrategia de Parley llamada AIR: Avoid-Intercept-Redesign (evitar, interceptar, rediseñar, en español).
En el caso de los plásticos acopiados en Quilicura, “las cantidades aún son pocas. No nos sirve de nada hacer más productos de plástico: está lleno de plástico por todos lados. Hay que limpiar los océanos primero”, agrega el director de Parley en Chile, quien aporta un dato relevante apoyado en cifras de la misma fundación y de investigaciones hechas por científicos que estudian la basura presente en los mares: “el 90% de los desechos en el borde costero de Chiile continental son de fuente local, es decir, de la gente que ensucia. El caso de Rapa Nui es diferente: el 90% de lo que se recoge en la isla proviene de las corrientes marinas”.
La mirada de fondo, prosigue él, es el fomento de la inversión en nuevos materiales. “Mientras nosotros interceptamos una tonelada de basura en Arica este fin de semana, cada segundo hay un camión lleno de basura que se va al mar”, reflexiona enseguida Rodrigo Farías.
Otra campaña de limpieza de playas fue comandada por Marley Coffee. En el verano trabajaron en El Trocadero de Antofagasta (9 y 10 de febrero), la principal de Pichilemu (16 de febrero) y en La Boca de Concón (el pasado sábado 9 de marzo). En la “perla del norte” se recolectaron 360 kilos de residuos en una pesquisa de un kilómetro de costa. Colillas de cigarros saltaron a la vista por doquier.
Marley Coffee cifró en 150 kilos los desechos recogidos en la limpieza en la playa central de Pichilemu. De ese volumen, 50 kilos fueron residuos reciclables. La última jornada del verano, este fin de semana en Concón, se expandió por 1,5 de la playa La Boca, y sumó también a la desembocadura del río Aconcagua y al humedal colindante, sitios que suelen estar muy contaminados. En los tres casos se trabajó en alianza con la empresa Reciclapp, que se abocó al retiro y distribución de los residuos reciclables a diferentes centros de acopio.
Según cuenta el brand manager de Marley Coffee, Diego Bustamante, del balneario conconino se extrajeron 500 kilos de material. “El material no reciclable fue retirado por el camión municipal y corresponde a un tercio del total. Y para los residuos reciclables hay dos opciones: los llevamos a un punto limpio o vuelven a nuestra oficina y son retirados por Reciclapp”.
Como sea, la disposición final de la campaña, en los tres casos, fue la misma: las latas fueron llevadas a Metallun SA; el vidrio a Cristalerías Chile; el cartón a Reciclados Industriales; y el plástico PET 1 a Recipet.