“¿Sabías que ponerte tu ropa 50 veces en vez de 5 (promedio de la fast fashion) reduce las emisiones de carbono en un 400% por prenda al año?”. Así alerta una publicación del Instagram de la empresa Estación Flora (@estacionflora) sobre el uso desmedido de la ropa, que repercute directamente en el medio ambiente, puesto que la industria textil es uno de los agentes que provoca más contaminación en el planeta.
Inspiradas en la filosofía del slow fashion, que contrarresta la tendencia actual de producción textil a gran escala, las emprendedoras Teresita Melo, María Belén Villavicencio y María Belén Gallardo dan vida a Estación Flora, un emprendimiento que diseña prendas de vestir para bebés, niños y niñas con estampados y tintes naturales de la flora nativa y endémica de la Región del Biobío. “La ropa es como los amigos: buscamos calidad, no cantidad”, se lee en otra publicación de la red social.
Estación Flora, nacida hace un año y con sede en Concepción, tiene un enfoque interdisciplinario producto de la formación de las mujeres que la conforman. Mientras Teresita se dedica a la ilustración botánica científica, Belén Villavicencio es diseñadora textil. Belén Gallardo, en tanto, es bióloga. Las tres conjugaron sus experiencias profesionales, con el foco en sensibilizar acerca del patrimonio natural de la región desde la más temprana edad.