“El cultivo de árboles para la obtención de madera, no sólo implica su orientación a la producción de madera o celulosa, sino que también a otros subproductos menos conocidos en su relación con la industria forestal tradicional. Aparte de los reconocidos beneficios ambientales y socioeconómicos del sector forestal, la industria de la madera es una importante herramienta en las estrategias de contención del coronavirus”, destaca el Dr. Manuel Sánchez, decano de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción.
La opinión del académico de la universidad penquista coincide con la mirada de especialistas internacionales que han catalogado a la industria del papel y la celulosa como esencial en la lucha mundial contra la pandemia Covid-19; aportando los principales insumos para la producción de elementos de protección, no solo para profesionales de la salud, sino también para toda la población expuesta a contraer el virus.
Batas quirúrgicas, protectores de calzado, gorros, pañuelos desechables, toallas húmedas de limpieza, papel higiénico y las altamente demandadas mascarillas quirúrgicas que debemos ocupar en el transporte público y lugares con aglomeración de personas, son elaboradas a partir de fibras de celulosa.
Julio Torres, secretario ejecutivo del Colegio de Ingenieros Forestales de Chile, señala que existe un desconocimiento en una parte importante de la población del positivo impacto sanitario que genera el sector forestal, a través de productos de primera necesidad fabricados con papel y celulosa.
“Todos los productos tissue -papel fino absorbente hecho de celulosa- no solo facilitan el diario vivir de la población, también poseen un importante impacto sanitario que no siempre se reconoce. Los pañuelos desechables, los pañales, toallas de papel absorbente, mascarillas, así como toda la papelería de uso en la salud, como son los rollos de papel que se colocan sobre las camillas de las consultas médicas, son productos generados a partir de la industria forestal que inciden en nuestro diario vivir”, enfatiza Julio Torres.
Por otra parte, el Dr. Regis Teixeira, académico de la Facultad de Ciencias Forestales e Investigador en Química de la Madera en el Centro de Biotecnología de la Universidad de Concepción, explica que para comprender este proceso de producción, hay que entender que la madera tiene tres componentes, uno de ellos celulosa, la que mediante un proceso químico denominado Kraft permite obtener como resultado fibra de celulosa.
“La fibra de celulosa extraída de la madera es una fibra vegetal similar a la del algodón y, por tanto, puede ser procesada no solo en diferentes tipos de papeles y cartones, sino también en textiles y diferentes productos de uso sanitario como papel higiénico, pañuelos desechables, absorbentes, soportes para parches de curación y mascarillas”, dice el Dr. Regis Texeira.
Recientemente CMPC trajo a Chile maquinaria para la fabricación de mascarillas que serían distribuidas gratuitamente en servicios de salud, con una producción mensual esperada de 1,5 millones de estos implementos.