En octubre comienza, como cada año, la época en que ocurre mayor cantidad de incendios forestales en Chile y, en esta ocasión, los pronósticos no son auspiciosos. Según las proyecciones climáticas, los próximos meses el territorio chileno experimentará un aumento de entre uno y dos grados sobre las temperatura habituales, lo que hace a las autoridades prever un escenario complicado con respecto a la propagación del fuego.
Históricamente, de diciembre a febrero es la época más difícil, lo que hace temer la ocurrencia de siniestros en momentos en que en el país se esté desarrollando la COP25 (del 2 al 13 de diciembre), principal cumbre de la ONU sobre cambio climático donde, precisamente, el objetivo es adoptar medidas que permitan detener el calentamiento global.
“Proyectamos una temporada de incendios bien compleja. Los pronósticos hablan de un grado más de temperatura en la zona central y dos grados en la zona sur; además, pueden aparecer de nuevo los vientos puelche (seco y cálido), que agravan la situación”, resume Juan José Ugarte, presidente de la Corporación Chilena de la Madera (Corma).
“Altas temperaturas, material combustible seco y vientos nos dan esta combinación 30-30-30 (más de 30 grados de temperatura, menos de 30% de humedad del ambiente y vientos de más de 30 km/he), que es el pronóstico más complejo en términos de incendios”, agrega el dirigente de Corma, asociación gremial que reúne a 190 actores del sector forestal privado y que representan más del 55% de las hectáreas plantadas del país y el 85% de las exportaciones forestales.
Por otra parte, las cifras de siniestros ocurridos desde el 1 de julio hasta la fecha no ayudan a generar muy buenas expectativas. Según cifras de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), en estos dos meses y medio se han registrado 237 incendios, afectando una superficie de 1.165 hectáreas, lo que representa 108% más que la temporada anterior y 43% más que el último quinquenio.
“Estamos con una sequía que es más severa que la que tuvimos en 1968 -considerada una de las peores de la historia del país-, estamos con emergencia agrícola entre Coquimbo y Maule y, además, se pronostica un grado más de temperatura para primavera y dos grados más promedio para el verano”, comentó sobre la situación actual el director ejecutivo de Conaf, José Manuel Rebolledo, en declaraciones a la prensa.
“El cambio climático ya lo percibimos”, lamentó Rebolledo y agregó que “si a eso le sumamos que tenemos disponibilidad de combustible fino muerto, los antecedentes muestran que podríamos tener una temporada compleja”.
El director de Conaf subrayó que la institución ha aprendido las lecciones de temporadas pasadas y, en especial, de la de 2016-2017, cuando se quemaron 570 mil hectáreas, en circunstancias que el último quinquenio el promedio de superficie quemada ha sido de 177 mil hectáreas.
Para esta temporada, según la prognosis realizada por la gerencia de protección contra incendios forestales de Conaf, los siniestros podrían afectar a entre 80 mil y 120 mil hectáreas.
Las zonas con mayores niveles de alerta están en la macro región forestal entre Maule, Biobío, Ñuble, Araucanía y, según las proyecciones de Corma, en la zona de Maule va a ser más extensiva, es decir, con más meses de alerta, pero en las regiones más al sur puede ser mucho más explosivo -en menos tiempo, pero de mayor intensidad-, a causa del aumento de dos grados en las temperaturas.
Según el mapa de prognosis de la Conaf, en tanto, también hay una alerta importante para Maule. No obstante, según explica el director de la corporación forestal, esto es dinámico y a medida que avanza la temporada se va desplazando hacia el sur. Por ahora, los principales focos están en las regiones de O’Higgins, Metropolitana y, especialmente, Valparaíso.